Más de 1.300 personas viven en asentamientos chabolistas en la provincia de Córdoba
Cruz Roja Española prestó, durante el pasado año, apoyo social en distintos asentamientos de inmigrantes de la provincia de Córdoba a más de 1.300 personas.
En esos doce meses de 2019, el voluntariado de la institución humanitaria realizó salidas –algunas sólo de detección y otras de intervención o seguimiento- a campamentos situados tanto en la capital como en Adamuz, Priego de Córdoba, Baena, Puente Genil, Rute, Santaella, Fernán Núñez, Bujalance, Cañete de las Torres, Montoro, Valenzuela, La Guijarrosa y Montalbán.
En el marco de este proyecto -financiado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación-, Cruz Roja ofrece una atención socio-sanitaria a los inmigrantes y favorece su acercamiento a los recursos sociales normalizados; de hecho, en muchas ocasiones se les acompaña y se les asesora para la tramitación de documentos tales como el pasaporte, el NIE o la tarjeta sanitaria.
En este sentido, hay que destacar la colaboración entablada entre la institución humanitaria y el Servicio Andaluz de Salud, por la que profesionales de los centros de salud de la ciudad realizan tanto campañas de vacunación como de información y prevención, aprovechando la presencia en el asentamiento de Cruz Roja.
De igual modo, en dichas visitas la organización les reparte material de ayuda humanitaria, entre el que se incluyen toldos, sacos de dormir, mantas, kits de higiene familiar e individual o productos materno-infantiles.
Asimismo, el personal de Cruz Roja distribuye, en sus visitas a estos campamentos, diversos alimentos no perecederos, como pasta, harina, atún, leche o tomate.
Y es que la intervención que la entidad realiza desde hace años en los asentamientos de inmigrantes se ha ampliado y diversificado en los últimos años con la incorporación de cuestiones relacionadas con la prevención sanitaria, el género y los hábitos ocupacionales y educativos.
Mayoritariamente, los asentamientos de Córdoba están integrados por población rumana (579) o marroquí (410) y, en menor medida, por ciudadanos de países subsaharianos como Mali o Senegal.
Por sexos, son mayoría los hombres (985 frente a 327), mientras que en la distribución por edades la franja mayoritaria es la comprendida entre los 18 y los 34 años (423 personas), seguida muy de cerca de la comprendida entre los 35 y 49 años (388), mientras que son 86 los casos de menores de edad atendidos y una cifra residual –apenas 13 personas- de mayores de 65.
Este trabajo en los asentamientos, en el que colaboraron cerca de un centenar de voluntarios y voluntarias a lo largo del pasado año, es sólo uno de los diversos proyectos que desarrolla la entidad dentro de su programa de atención a inmigrantes, cuyo objetivo general es hacer frente a las causas generadoras de vulnerabilidad en este grupo de población, al tiempo que se le proporciona toda la ayuda necesaria para llevar una vida digna y lograr su plena integración en la sociedad de acogida.
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