Comenzamos mes de septiembre, vuelta al cole y al trabajo, mes de nuevos propósitos.
Es recomendable revisar nuestra salud, realizar un chequeo es una obligación para evitar “males” mayores.
Prevenir es el objetivo.
Pero, ¿recuerdas cuándo fue la última vez que chequeaste tu “salud financiera”?
Lo mismo que revisamos periódicamente nuestro estado de salud, debemos revisar regularmente nuestra situación financiera.
El objetivo es prevenir “enfermedades”, prevenir situaciones financieras que pongan en peligro nuestra “calidad de vida”.
En estas revisiones, podemos detectar “síntomas” de posible enfermedad, si nos anticipamos al detectar los “síntomas” podremos “aplicar” un tratamiento que nos ayude a mantener nuestro buen estado de salud y calidad de vida.
Hagamos un stop, dediquemos un tiempo a analizar nuestra situación a día de hoy.
Pensemos que queremos conocer cuál es nuestro estado de salud, vamos al médico para que nos haga un chequeo completo, una analítica lo más extensa posible.
Piensa que es lo mismo, pide una cita y realiza un análisis lo más completo posible sobre tu situación financiera a día de hoy.
Debes conocer cuáles son nuestras “debilidades y fortalezas” financieras.
Fundamental, conocer tus ingresos y tus gastos totales, planificar y ahorrar.
Pueden surgir síntomas que debes tratar, comprende tus síntomas y el tratamiento más efectivo para no recaer.
La anticipación es la clave, si seguimos sin hacer nada la “enfermedad” podría acabar con nosotros.
La formación es imprescindible, formación continuada, conocer el entorno económico que nos rodea nos ayudará a tener “calidad de vida”.
Recuerda, hazte un chequeo periódico sobre tu salud financiera, te lo agradecerás.
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