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Arcadia

Redacción Cordópolis

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El pleno ha aprobado, el pasado jueves,  el presupuesto municipal de forma definitiva. Dicha aprobación se publica en el BOP y, en ese momento, entra en vigor y santifica el despido directo de cinco trabajadores del Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo, que estaban sentenciados desde hace meses. El despìdo se enmascara de una amortización de plazas que conllevaría, según algunos informes, la finalización de los contratos indefinidos o de interinidad de las personas que ocupan esas plazas. Se argumenta que se han estudiado los distintos departamentos y que estas personas, simplemente, sobran. Al hacerlo, confunden interesadamente “plaza” con “puesto de trabajo”, porque las personas afectadas han sido elegidas a dedo y, luego, preparada la justificación de que estaban de más en el IMDEEC.

Cuando uno se entera como fue el estudio realizado, se entera de que se ha limitado a unas entrevistas y no a una auditoría técnica para saber qué necesita el IMDEEC, con las conclusiones preparadas de antemano. Luego, se llevó a la comisión del plan de ajuste para que se le diera un barniz de tinte económico. Lo cierto es que estamos ante una vendetta política propiciada, entre otros, por militantes del Partido Popular que trabajan o han trabajado en el IMDEEC, que fueron expedientados por falta grave por modificar la propuesta de relación de puestos de trabajo en su favor (expedientes que han sido sobreseídos por PePe Nieto y sus mariachis), y que han conseguido cargarse un organismo nacido para fomentar el empleo y la empresa en nuestra ciudad. La comisión de investigación, que, absurdamente, propuso Tintín Tejada, en una muestra de su “sagacidad” política, no fue sino la cobertura perfecta para degradar el nombre del IMDEEC y el trabajo de sus empleados y justificar el anunciado cierre del organismo y el despido de una parte de sus trabajadores.

El nombramiento del liquidador agropecuario, Navas, como presidente del organismo, sustituyendo a Benjamín Rojas Button, no presagiaba nada bueno. Se está desvelando como un experto en degradar lo público y en generar conflictos, tanto con sus compañeros de gobierno como con colectivos sociales o empleados públicos. Sorprendió su nombramiento como primer teniente alcalde, superando a Hannibal Torrico o Bellido de Locksley, y se anuncia la posibilidad de que sea el sucesor de PePe Nieto, si este accede a la candidatura a presidente de la Junta de Andalucía y se hace con el mando del partido a nivel regional. Lo curioso es que tuvo que ser removido de su puesto en la delegación de Personal ante su incapacidad de entender lo que llevaba entre manos. El Ayuntamiento de Córdoba no es un cortijo, aunque él actúe como un manijero.

Los cinco trabajadores del IMDEEC se suman así a los despedidos del Instituto de Deportes y de Vimcorsa y, unos y otros, se preguntarán por qué les ha tocado la negra. En el pleno de aprobación del presupuesto, el gobierno municipal desoyó la intervención del Presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano que les requería para que modificara su decisión, puesto que el coste de estas plazas es de unos 200.0oo euros y el presupuesto parte de un superávit de más de seis millones, por lo que no produce ningún agujero en las arcas municipales. Incluso, si se consideraba que el IMDEEC estaba sobredimensionado actualmente, se podía haber optado por reubicar a los trabajadores que se considerara necesario, tal y como se va a hacer con los excedentes de la Gerencia de Urbanismo. Estos argumentos revelan que no hay una razón económica que avale lo actuado, sino una persecución personal y/o política vergonzosa detrás de todo lo maquinado.

La situación en que han quedado los despedidos, no puede sino recordarme la que narra la película Arcadia de Costa-Gavras, donde cientos de trabajadores son despedidos de una empresa que no tiene problemas económicos, por razones inaceptables desde el punto de vista de la racionalidad. Uno de esos trabajadores, Bruno Davert, protagonizado por José García, se ve abocado a un duro desempleo y a buscar cómo reincorporarse a la empresa, usando para ello todas las armas a su alcance. Actúa de forma radical, pues se dedica a ir matando a los competidores que optan al mismo puesto de trabajo que él, conformando una comedia negra que nos fuerza una sonrisa triste. Si el sistema es así de poco respetuoso con los derechos laborales, todo vale en la selva que se origina. Y es que, para dentro de unos meses, está anunciada la convocatoria de 18 plazas a las que se presentarán, imagino, los sacrificados, más los trabajadores indefinidos del IMDEEC que se han podido mantener en la empresa, así como, calculo, otros miles de cordobeses que quieran optar a ellas. Con todo lo anteriormente narrado, es posible que tengan más posibilidades los aspirantes que se presenten sin currículo del IMDEEC y que se animen a sacarse el carnet del PP. ¿O es que piensan que los que han liado este follón van ahora a actuar honradamente?

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