Berlanga: El sonido de la Tercera Temporada

De la definición de Club de la RAE me gusta todo. Me gusta porque incluye palabras como sociedad, intereses, actividades, recreativas, culturales, domingos, clandestina... Son todas palabras bellas, que trazan imágenes mentales deliciosas. La cosa se pone mejor si la definición es la de Club Nocturno, que para la Academia es un “lugar de esparcimiento”.

Lugar de esparcimiento. Que grande, joder.

Así que hoy vamos a hablar del Lugar de Esparcimiento cordobés por excelencia en los últimos 3 años. Un lugar donde, efectivamente, se bebe, se baila y se ofrecen espectáculos musicales. Todo correcto. Hablamos de Berlanga.

Y para ello, hoy en el Jukebox hemos charlado con Durán y Chete, las dos cabecitas que se esconden detrás de un proyecto que nació hace 3 años en la Calle Alfaros y que se ha consolidado como referencia en Córdoba para quienes, como nosotros, gustamos de participar en cosas que tengan que ver con “intereses, actividades, recreativas, culturales, domingos, clandestina”.

Además, le hemos pedido un Podcast que represente de alguna manera el Sonido de Berlanga en su tercera temporada, y que no es más que una extensión de su bizarra personalidad: Una coctelera de sintetizadores que quieren ser rockeros, y de guitarras que quieren sonar en el Club, sobre un colchón de ritmos 4x4 que a veces son más Techno, otras más House, otras suenan a Disco, pero siempre tienen pulsión Funk.

Ayer abría sus puertas Berlanga en la tercera temporada, asentado como un club de referencia cordobés y andaluz. ¿Qué hay por delante este año?

Este año tenemos por delante un programa musical bastante interesante, que englobará artistas locales, nacionales e internacionales. Algunos repetirán debido al buen resultado de temporadas pasadas y otros será la primera vez que pasen por nuestro club e incluso por la zona. Pensamos que es bueno que vengan artistas nuevos de fuera y conozcan la ciudad y lo que se oferta por aquí, no sólo en Berlanga.

Si hacéis memoria, ¿Cómo ha sido el camino desde que se os ocurre abrir un club hasta la actualidad? ¿Qué os habéis dejado por el camino en lo personal? ¿Qué ha sido lo mejor?

Ha pasado rápido y no ha sido muy fácil que digamos. En éste tipo de negocios de noche siempre hay problemas que hay que solventar. Algunos provocan bastante stress la verdad. Respecto a lo personal, no nos ha influido negativamente en absoluto. Sí hay que considerar que evidentemente te quita horas de sueño y descanso, o de hacer otras actividades en horario diurno que a todos nos gustan.

Lo mejor quizás el reconocimiento a nivel no sólo local, sino en el panorama nacional, ya que nos van conociendo y considerando fuera de Córdoba y Andalucía. Eso enorgullece y te dan ganas de seguir.

¿Cuáles son los principales problemas que afronta el dueño del Club y que suelen pasar desapercibidos por el cliente habitual?

Los principales problemas suelen estar relacionados con la sostenibilidad. Al ser un local de primera hora y tener que cumplir un horario de cierre a las cuatro, no es fácil que en ciudades cómo ésta, donde la mayor parte del año el clima es suave de noche e invita a estar en la calle o terrazas, venga la clientela muy temprano, con lo que repercute negativamente en la caja.

En estos dos años previos habéis ido manteniendo más o menos una propuesta musical fija, o prácticamente invariable. ¿Esa búsqueda de identidad musical propia era parte de vuestra idea inicial?

Ése era un poco el objetivo. Consolidar en un club en Córdoba una cierta línea o corriente musical, que a su vez es amplia, muy afín a nuestros gustos personales. Aunque en Berlanga se oye de todo, y casi todos los artistas locales y colectivos han pasado o pasaran por aquí. Cierto es que vienen con más frecuencia los más afines a nosotros musicalmente hablando.

¿Qué creéis que aporta Berlanga musicalmente a Córdoba? ¿Qué os distingue del resto?

Pues en principio contribuimos activamente a que haya una escena de club en la ciudad, que ya es importante. Musicalmente intentamos aportar algo de frescura y vanguardia siempre desde nuestro enfoque personal, colaborando también en ocasiones por supuesto con otros colectivos o promotores de aquí y de fuera, de manera que siempre contribuya también positivamente en el posicionamiento de Córdoba en el mapa en lo que a cultura musical respecta. Fuera del plano musical, nos distingue del resto un estilo diferente y muy personal en la línea estética y de imagen. El club en sí es una manifestación muy sutil.

Háblame un poco del podcast que has grabado. ¿Qué has querido contar con él?

Puede llegar a ser un reflejo de la música que se puede escuchar en cualquier sesión nuestra cualquier día cómo residentes del club. También se pueden escuchar otras cosas, siempre con una notable influencia de otros géneros sobre todo pertenecientes a algunas corrientes musicales que se respiraban en Europa en los 80 y principios de los 90, y con una considerable carga de instrumentos cómo guitarras, bajos y por supuesto sintetizadores. También hay que decir que esa misma línea musical la puede ofrecer en Berlanga otro dj.

¿Hay algún tema o dos que tengan un especial significado para vosotros o que sean representativos de Berlanga?

No hay ningún tema que tenga una especial relevancia. Algunos nos parecen más bonitos que otros, lo normal en cualquier sesión. Pero en conjunto mezclados y a nivel de selección, podrían representar en parte el concepto de Berlanga. No en su totalidad, porque es difícil plasmar íntegramente un concepto musical amplio en una hora y poco. Aunque cómo digo se ve un poco la idea.

En el horizonte está lanzarse al mercado editorial y publicar los primeros Tracks del sello. ¿Tenéis programada una estrategia de lanzamientos o váis a improvisar?

Estamos trabajando en un proyecto de autoproducciones. Hay que darle forma a la idea aún y organizar bien los aspectos de gestión y administración. En lo que respecta al lado creativo, para eso tienen que fluir cosas en el estudio, y a partir de ahí se llevará a cabo una estrategia de marketing para futuros lanzamientos. Pero estamos en ello, a ver si fluye.