El cuidado montaje de un altar efímero
Las hermandades del Vía Crucis, de la Santa Faz y del Perdón muestran cómo se desarrolla el trabajo para realizar un conjunto dedicado a los solemnes cultos de las imágenes titulares
Son las ocho de la tarde. Quizá unos minutos por encima de esa hora. Al cruzar las puertas de la parroquia de San Juan y Todos los Santos, se adivina al fondo un grupo de personas preparado para trabajar. Son hermanos del Vía Crucis, de la Santa Faz y del Perdón, las tres corporaciones de La Trinidad, que en dicho templo celebrarán un quinario conjunto. Las imágenes del Santo Cristo de la Salud, del Señor de la Santa Faz y de Jesús del Perdón ya se encuentran dispuestas para los cultos, que tienen inicio este miércoles. Pero todavía restan detalles para culminar un laborioso proceso. Varios miembros de las tres cofradías continúan la tarea y finalizan el montaje del gran altar levantado para la ocasión. Los titulares lucirán como es debido, algo para lo que es necesaria una importante dedicación.
La tarde noche del martes es la última antes de iniciar el quinario extraordinario. Los hermanos terminan un proceso que comienza con la colocación de la mesa, una estructura metálica con tableros que actúa como base para la imagen titular, su candelería y los atributos que se vayan a colocar. “Sus dimensiones van en función de lo que considere la hermandad y del lugar en que se quiera colocar”, apunta Rosa Quero, hermana del Vía Crucis, que también participa en el montaje del altar efímero para los cultos en La Trinidad. La labor continúa, una vez colocada la estructura, con el entelado, para el que “se utilizan terciopelos, brocados, telas que enriquezcan” el conjunto. “A partir de ahí, se diseña también el tipo de candelería y de vela que se quiera poner. Luego se coloca el titular, por supuesto, y las flores que consideres ese año”, explica Quero.
En ese proceso, intervienen normalmente los propios miembros de las hermandades, si bien en ocasiones también actúan trabajadores externos. Un ejemplo es el quinario conjunto de las hermandades del Vía Crucis, de la Santa Faz y del Perdón, que necesita de un andamiaje para establecer en el altar las tres imágenes de sus titulares. En este caso, al tratarse de una celebración extraordinaria, con un conjunto mayor, ha necesitado de un trabajo superior. “En un quinario normal, pueden estar 20 o 30 personas el día más duro de montaje. Los siguientes días pueden ser cinco o seis. Somos los hermanos los que sabemos cómo se coloca cada pieza, el ensamblaje… Somos un poco manitas”, expresa Rosa Quero, que relata cómo se realiza el conjunto, una labor que ocupa varias horas de distintos días, ya que como es lógico se lleva a cabo el tiempo en que la parroquia está cerrada al culto.
Tras el montaje de un altar efímero se esconde, por tanto, un gran proceso, que debe de ser muy cuidado y que puede contar con algún que otro contratiempo. “Es un trabajo importante, con inconvenientes que van surgiendo sobre la marcha. Puede ser que no atornille un farol, que se te rompa la cera que estás montando. Pero eso se solventa, son problemas que después no se aprecian en el resultado final”, indica Quero. ¿Cuál es la labor más complicada? “Aunque el altar efímero se hace con toda la solidez y con todas las precauciones, siempre tienes el temor de que en el traslado se pueda dañar la imagen. Eso es lo más duro a nivel de estrés”, expone. Se trata del paso más importante, sin lugar a dudas, y en él participan varios hermanos para realizar la colocación de manera que existan “todas las precauciones posibles”.
Son estos de Cuaresma, por tanto, días de intensa actividad en las hermandades, que también trabajan en la organización de sus estaciones de penitencia, la limpieza de enseres o el montaje de sus pasos. Unos días que por otro lado lo son también de convivencia dentro de las cofradías. “Es fundamental. Aquí hay ya unos lazos y hacen más llevadero el trabajo. Sirve para hacer también vida de hermandad”, señala Rosa Quero, que descubre el proceso existente en la conformación de un altar efímero. El que comparten las imágenes del Santo Cristo de la Salud, el Señor de la Santa Faz y Jesús del Perdón ya está dispuesto, con un gran conjunto, para que este miércoles comience el quinario extraordinario en la parroquia de La Trinidad.
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