Dos cuadros clave de la Facultad de Filosofía regresan a casa tras una ardua restauración

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba (UCO) está de enhorabuena. Un año después de su entrada en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), los retratos de Gregorio de Salazar y Pedro de Salazar y Góngora -hermano y sobrino del Cardenal Salazar- han regresado al edificio tras una exhaustiva restauración. Desde 2001, los diferentes decanos de la facultad promovieron la urgente necesidad de esta intervención, pero la falta de presupuesto echaba al traste cada uno de los proyectos, hasta que el pasado 2024, la UCO apostó por destinar cerca de 17.800 euros a la restauración de ambas obras que son historia del edificio. La próxima semana se procederá al traslado del retrato del propio cardenal Salazar para su restauración, completando así la tríada que preside la escalera central de la Facultad.
Estos cuadros, del siglo XVIII y vinculados a José Ignacio Cobo y Guzmán, no se han restaurado desde su creación y han sacado a relucir elementos que no se veían, como unas mitras del sobrino del Cardenal Salazar. En este proceso de restauración han intervenido seis personas entre “restauradores, historiadores del arte, biólogos y químicos”, enfatizando que para el instituto “la restauración nunca es el fin, es el medio”. Unas manos que han tratado ambos cuadros han sido las de la historiadora del Arte Sarai Herrera Pérez, quien ha explicado que la estancia de las obras en los talleres del IAPH no solo supuso su “recuperación material”, sino también el desarrollo de “estudios históricos, artísticos y de valores culturales”, siempre desde una metodología “rigorosa y contemporánea” del IAPH.
A su juicio, los retratos de Gregorio y Pedro Salazar poseen un “valor histórico incalculable”, que se materializa en un doble sentido. Por un lado, un valor conmemorativo, ya que ambos “captan a personalidades eclesiales clave en la Córdoba de su tiempo; Gregorio, hermano del Cardenal Salazar, llegó a ser Deán de la Catedral de Córdoba, y Pedro, su sobrino, dirigió la Diócesis como obispo”. Por otro lado, un valor testimonial dado que constituyen un testimonio “excepcional de la trayectoria histórica del edificio”, especialmente de su etapa fundacional. La experta también destacó el “valor estético”, propio de la retratística eclesiástica de principios del siglo XVII, y su vinculación al pintor jiennense. Finalmente, hizo hincapié en los “valores inmateriales” de las obras, como el “prestigio, distinción social y la perpetuación de la memoria del linaje de los Salazar”, y cómo estas obras “generan un sentimiento de identidad, de reconocimiento, de identificación respecto al edificio”, constituyendo una “unión indisoluble” con el antiguo hospital y actual sede de la Facultad de Filosofía y Letras.
Por otro lado, la restauradora del IAPH Lourdes Núñez Casares ha detallado los tratamientos realizados para “la eliminación de los daños que presentaban y la recuperación del cromatismo original”. Debido al mal estado de las obras, con “grandes cantidades de repintes” que las dejaban “totalmente opacas”, se ha realizado una intervención en todos los estratos de la pintura. Además, reveló la presencia de una “infección por insecto de algucaripinus, que son unas garrapatas de murciélago”, lo que requirió una desinsectación. Los estudios fundamentales incluyeron exámenes organolépticos, luz ultravioleta, luz rasante e infrarrojos, y el estudio de tejidos y pigmentos. Entre los tratamientos específicos, Lourdes mencionó la eliminación del reentelado anterior, la colocación de hilos de refuerzo, un nuevo montaje sobre un soporte adhesivo, los injertos en las lagunas del soporte, la limpieza, el estucado a nivel para disimular imperfecciones, y la reintegración con pigmentos al barniz y al agua. También se trataron los marcos, con cada paso “fundamental para garantizar su conservación”.

El rector de la UCO, Manuel Torralbo, ha recordado cómo la Diputación de Córdoba cedio el edifcio a la Universidad, lo que conlleva la obligación de mantener este patrimonio “en las mejores condiciones posibles”. Por su parte, el director del IAPH, Juan José Primo Jurado, manifestó su gratitud a la UCO por confiar en el instituto para restaurar estas piezas “que forman parte de la historia de la ciudad de Córdoba y de la Universidad”.
Asimismo, el decano de la facultad, Francisco Javier Martín Párraga, en su bienvenida a los asistentes al acto, ha indicado que “se trata de obras antiguas, de un grandísimo olor patrimonial”. El exdecano del centro e impulsor de esta tarea, Ricardo Córdoba de la Llave, ha explicado que desde 2001 había intención de abordar la restauración de las obras, pero que, por falta de presupuesto, la iniciativa no fructificó hasta 2024, de la mano del Vicerrectorado de Campus Sostenible y de su responsable, Amanda García Marín. Tras esta restauración, ambos cuadros volverán a su lugar natural: la escalinata de la facultad.
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