Robin Robertson: “La poesía es cómo contábamos historias antes de que las novelas existieran”
Robin Robertson (Escocia, 1955) ha traducido a Eurípides. Que quede por escrito antes de que se le pregunte si su última obra, The Long Take, premio Goldsmith a la ficción innovadora; Premio Walter Scott a la mejor ficción histórica; Premio Roehampton de poesía; y finalista del Man Booker al libro del año, es una novela de 200 páginas o un poema de 200 páginas.
“Es un poema narrativo. A través de la poesía es cómo contábamos historias antes de que las novelas existieran. Las novelas son algo más reciente, como su propio nombre indica. Dante, Ovidio... Los clásicos lo hacían así, de esta manera”, señala Robertson, invitado de lujo este viernes en el festival Cosmopoética puesto que la presente edición está dedicada a la poesía del Reino Unido. Y Robertson es, al menos por el momento, pro Reino Unido.
Lo es hasta que suena la palabra: brexit. “Esperaba no escuchar esa palabra. Estoy de vacaciones, pero entiendo el interés”, arranca el escritor. “El brexit es una catástrofe. Esta manera en que los europeos nos estamos dividiendo y esta subida que ha pegado la extrema derecha es algo que no comprendo y me aterra al mismo tiempo”, cavila a continuación. Deja pasar un par de segundos y arranca de nuevo.
“Como escocés. Siempre he apostado por la unión. Pero ahora siento que quizá lo mejor sea que Escocia se independice y se quede en Europa. Y entonces me iré a Escocia. Porque no me quiero separar de esta Europa que quizá no sea un éxito y que no sea perfecta, de hecho está lejos de ello, pero que todavía es mucho mejor alternativa que una Europa fracturada y dividida entre pequeñas unidades que no logran trabajar juntas”, sentencia Robertson, que no ha evitado tampoco dotar de una visión política en su último libro.
The Long Take es una obra de espíritu poético y aliento narrativo que cuenta la historia de un veterano de guerra que vuelve pensándose un héroe del Desembarco de Normandía a la América de finales de la II Guerra Mundial, y que asiste al “principio del declive” de una nación que, en apenas dos décadas, enterrará su prestigio económico y cultural debajo de varios y diversos conflictos bélicos. Un declive que llega hasta nuestros días, como bien apuntan las notas del libro, en las que se menciona que Roy Cohn, uno de los mentores de Donald Trump, fue a su vez el brazo derecho del Senador Joseph McCarthy durante la caza de brujas de finales de los años 40 contra el comunismo.
“Muy discretamente, quería explicar las condiciones políticas que operan ahora. Las primeras semillas se sembraron en 1946 y 1947 con el Senador McCarthy y la persecución de los comunistas. Hablamos de un tiempo en que América comenzó a romperse. Después de los problemas raciales, que ya existían, se añadían estos problemas políticos, y también comenzaba a crecer la desigualdad entre los ricos que vivían en los suburbios y los pobres que vivían en los núcleos urbanos. Desde entonces, casi todo ha ido mal para América”, mantiene el poeta, que reconoce que, al dotar al poema de narrativa, ha conseguido llegar a muchos lectores entre quienes “están asustados por la poesía” porque “piensan que les costará entenderla”.
Él mismo sintió que necesitaba tomar “una dirección diferente” tras 5 colecciones de poesía. Para ello recurrió al joven Robin Robertson, al que viajó del medio rural a las grandes ciudades, e indagó en el efecto de desorientación que le han provocado estas urbes. “Siempre me ha interesado el exilio. Todos los escritores son outsiders y ven el mundo desde una perspectiva diferente”, ha apostillado el autor escocés, que reconoce que el proceso de escritura de esta obra lo ha dejado exhausto.
Un proceso que ha sido recompensado, no obstante, por algunos de los premios más importantes del Reino Unido. “No sé lo que soy ahora, un novelista, me imagino. Pero creo que con una novela es suficiente”, ha ironizado Robertson, que ha añadido que ha pasado los últimos 30 años buscando un equilibrio entre su trabajo diario como editor y la poesía.
0