BRANDED CONTENT

Vicente Carlos: “Ese intercambio de juventud y de cultura es lo que busca 'Building Bridges'”

Un “cultivo de semillas”. Así define el artista, productor y gestor cultural cordobés Vicente Carlos Luque, en una entrevista a Cordópolis, el proyecto bautizado como 'Building Bridges in Youthwork': una alianza estratégica impulsada por la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba con las ciudades hermanas de Núremberg (Alemania) y Niza (Francia), con el principal objetivo de crear sinergias y de intercambiar experiencias en el trabajo con jóvenes de distintas culturas y sociedades dentro de la Unión Europea.

Luque, natural de Santa Marina y especializado en las artes escénicas, fue uno de los profesionales del ámbito de la cultura y la juventud que viajó a Núremberg en septiembre de 2024 para la primera fase de este intercambio, que partía con el objetivo principal de compartir conocimiento y experiencias. Un año después, aquellas sinergias, aquellas semillas plantadas en Alemania no solo han germinado, sino que están dando sus primeros frutos tangibles, demostrando cómo una conexión internacional puede transformarse en acción social, en ayuda directa e incluso en una profunda lección de humanidad.

El horizonte de Núremberg: “Convives, no administras”

Las primeras diferencias sociales y culturales en este ámbito ya pudieron apreciarse desde aquel primer viaje, y se centraron, sobre todo, en los distintos enfoques que existen en cuanto al propio concepto de las Casas de la Juventud. Los profesionales cordobeses descubrieron en el ecosistema de las 'casas jóvenes' (Casas de la Juventud) alemanas un modelo radicalmente distinto al visto en España. “Nos sorprendió muchísimo el hecho de que en Núremberg, en cada distrito o en cada barrio, tenían una casa de la juventud”, relata Luque. Pero la lección no era el número, sino el alma de estos espacios. “Era todo como muy hogareño”, describe. Lejos de un concepto puramente administrativo, encontraron lugares con “aulas de arte con muchísimos recursos, instrumentos musicales, estudios de grabación, salones para estar con los compañeros, cocina e incluso videoconsolas”.

Y es que, como explica Vicente Carlos, con todos esos espacios a disposición de la juventud, estas 'casas jóvenes' se convertían en un espacio “en el que estudiar o quedar con tus amigos” dentro de la ciudad. Un lugar donde “no tienes que registrarte ni nada”, basado en un “trato muy cercano”. Esta filosofía contrasta con la percepción de los centros locales que radican en España, que a veces pecan de ser un poco “más burocráticos” en este sentido. “Al final yo creo que la palabra es esa, es convivir”, reflexiona. Para Luque, ese es el gran horizonte, el gran motor de cambio que abrió el proyecto en esta primera fase: “la vuelta de tortilla” que inspira a crear “un espacio seguro donde los jóvenes pudieran convivir” para el futuro.

Los frutos: del arte como bálsamo social...

Más allá de estas primeras diferencias, las sinergias creadas en ese viaje no se quedaron en el plano teórico, sino que fueron evolucionando a lo largo del tiempo con distintos intercambios, propuestas y actividades realizadas de la mano de las tres ciudades: Córdoba, Núremberg y Niza. En el caso de Vicente Carlos, su perfil, centrado en las artes escénicas (teatro, danza, música), conectó de inmediato con los agentes alemanes. “Estuve durante este año trabajando con dos coordinadores de diferentes entidades que trabajan para el Ayuntamiento de Núremberg”, cuenta. Y, de esa colaboración directa nacieron los primeros frutos este mismo verano, en forma de dos intercambios.

El primero fue 'Rearticulate', un proyecto de intercambio artístico, celebrado en agosto con la intención de que los jóvenes se conociesen a través de estas artes plásticas y escénicas, pero que, finalmente, demostró tener una capacidad de adaptación asombrosa. Pese a que fue coordinado principalmente por Vicente Carlos desde Córdoba, finalmente decidieron realizarlo en conjunción con la Fundación Princesa de Girona para “ayudar a los jóvenes de Paiporta (Valencia) afectados por la DANA”, ya que había un instituto muy interesado en ello y les parecía “muy bonito” el reenfocarlo de esta manera. Así, un proyecto de arte internacional, en un principio nacido de una sinergia creada en Alemania, fue evolucionando, readaptándose y, finalmente, enfocándose como una herramienta de acción social directa para ayudar a un instituto valenciano en una situación de emergencia.

...a la empatía como lección global

El segundo de estos 'frutos' recogidos por la acción de Vicente Carlos llegó en septiembre y supuso un salto de calado internacional y ético. Cuatro jóvenes cordobeses, de 16 y 17 años, viajaron a Núremberg como representantes españoles en una convención global con motivo de los Premios Internacionales de los Derechos Humanos que se celebran en Núremberg cada dos años. El contexto, descrito por el propio gestor artístico cordobés como “bastante duro y sensible”, se enmarcaba dentro de toda la problemática surgida en Oriente Medio entre Israel y Palestina, ya que el evento giraba en torno al premio concedido a una asociación palestino-israelí que aboga por la “reconciliación en momentos de guerra como este”. “Hablamos de política, de filosofía, de moral, de reconciliación, y también de movimientos sociales, de Derechos Humanos y de otros muchos temas”, relata Vicente, aunque la base estaba fundamentalmente en “compartir y en tener conciencia y empatía con los demás”.

Para los jóvenes cordobeses, la mayoría saliendo de España por primera vez, la experiencia fue transformadora. “Fomentamos muchísimo la empatía”, describe Vicente Carlos, señalando que “había muchas diferencias. Había chavales que tenían un bagaje de tener mucho dinero, y otros de venir de a lo mejor de zonas de guerra como Ucrania”, formando una completa amalgama de personalidades. “De repente, ponerlos a todos ahí y hacer ese ejercicio de conexión entre ellos... creo que es una cosa que les va a marcar para toda su vida”, cuenta Luque, reflexionando además sobre el mismo intercambio, reconociendo que fue “todo un éxito”, que ha “abierto la veda para más intercambios en el futuro” y que, ya adelanta, es muy probable que se vuelva a repetir dentro de dos años.

“La Delegación de Juventud sí que mira más allá”

Ahí radica el verdadero “intercambio de juventud y cultura” que persigue “Building Bridges in Youthwork”. No es solo viajar, sino “abrir la mente” y “reforzar valores”. El interés final del proyecto, al final, no es otro que “personas y asociaciones que estén haciendo cosas con jóvenes y cultura aquí en Córdoba puedan crear alianzas con otros países”. Y es en este contexto donde Vicente Carlos mira hacia el futuro y ya traza su próximo proyecto, en el que intentará conectar con artistas, bailarines y expertos en artes escénicas de Núremberg y de Alemania. “Tengo mucha ilusión por poder crear algún tipo de producción colaborativa o intercambio artístico en el que se establezcan esas conexiones entre Córdoba y Alemania”, explica.

Así, y con Niza también propuesta como siguiente parada prevista para 2026, Vicente Carlos siente “orgullo” del camino iniciado. “Este tipo de proyectos son los que realmente hacen ciudad”. Para él, el valor de la Delegación de Juventud ha sido su “iniciativa” y su “valentía”. “Para mí, el que una administración como la Delegación de Juventud tenga esa iniciativa de aprender, de comparar con otras ciudades, de intentar mejorar, creo que es algo muy bonito”, concluye. “Muchísimas administraciones hacen lo que hacen durante años y no miran hacia afuera. Y yo creo que la Delegación de Juventud sí que hace eso, sí que mira más allá”, en busca de nuevas formas de conectar con la juventud y de proporcionales actividades, espacios y planes que se adecúen a la realidad de hoy en día.