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Este verano tampoco perdona: ola de calor ¿histórica? a la vista

Días de calor en Córdoba | TONI BLANCO

Miguel Moya

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Calor, histórico. Seguro que le suenan estas palabras. Son las que usamos el 10 de julio de 2017 para la predicción del 12 al 14 de julio. Lo que ocurrió el 13 de julio es consabido. Pero lo recordamos: los 46.9 °C de Córdoba Aeropuerto, los 47.3 °C en Montoro-Vega de Armijo, tres días seguidos con avisos rojos... Termómetros por los aires. Con julio de 2018 terminado, el parte de guerra del verano actual recoge solo una máxima raspada de 40 °C en el aeropuerto (en junio), cero noches insoportables y muchas sonrisas de una felicidad también merecida por estos lares del calor extremo. Sin embargo, el sueño parece que se acaba definitivamente, también el nocturno. Cambio de tercio con el cambio de mes y vuelta a los horrores cuando parecía que el verano iba a pasar de puntillas tras tres años de invitación al éxodo estival.

¿Qué pasa(ba) con el calor este año?

Un verano normal e incluso fresco son palabras que se han podido leer y escuchar en diferentes medios y telediarios desde hace semanas. Pero, lo cierto, es que ni siquiera está siendo así de normal o fresco en toda España. Mientras parte de la mitad sur de la península ibérica ha vivido una primera mitad del verano (1 de junio-15 de julio) por debajo de la media tanto en las mínimas como en las máximas, buena parte de la mitad norte se ha situado por encima de la media en las mínimas. En Galicia incluso superando el récord del periodo 1981-2010, mientras que el arco mediterráneo y Baleares se han colocado por encima de la media de las máximas (más de 1 °C en conjunto Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Región de Murcia; ver mapas y datos en climaenmapas.blogspot.com). Y a pesar de que Andalucía, y Córdoba, se encuentren por debajo de su media a estas alturas, es interesante contextualizar estos datos en el completo de la serie histórica.

Con los datos definitivos de junio y con los provisionales de julio de 2018 (que va ser el más «fresco» desde 2001), en Córdoba Aeropuerto la temperatura media de estos dos meses es de 25.6 °C. ¿Fresco? ¿Caluroso? ¿Normal? Depende. Y aquí llega el momento para reflexionar. Entre 1959 y 1988 (30 años) la media de temperatura para junio-julio es de 25.0 °C, es decir, 0.6 °C por debajo de 2018. Si colocamos a junio-julio de 2018 en un ranquin con esos años de 1959 a 1988, ocuparía el quinto lugar como más caluroso. Pero si nos trasladamos al periodo de años comprendido entre 1989 a 2017 (últimos 29 años), que tiene una media de 26.7 °C (1.7 °C más que los 30 años anteriores), junio-julio de 2018 quedaría 1.1 °C por debajo y sería el tercero más frío. Con los datos de las máximas, junio-julio de 2018 iguala la media de 1959-1988 con 33.8 °C, pero se queda 1.6 °C por debajo de la media de 1989-2017. Es decir, lo atípico de 2018, por «fresco» respecto a los últimos 29 años, sería atípico por «caluroso» en los 30 años anteriores, de 1959 a 1988.

Es preciso tener en cuenta otro asunto. Los periodos de junio-julio de 2015, 2016 y 2017 son los tres más calurosos en Córdoba Aeropuerto desde que hay datos, y por mucho (28.3 °C, 27.9 °C y 28.7 °C, respectivamente. Es decir, entre 2 y 3 °C más que junio-julio de 2018). Por lo que el consuelo de que este verano está siendo atípico o fresco respecto a los tres últimos es, cuanto menos, un espejismo que no debe hacer olvidar algo que se descuida cuando las temperaturas no estallan por los aires: las tendencias en los últimos 30 años.

Además, no hay que dejar atrás lo que está ocurriendo en Europa (ver Un bloqueo anticiclónico, la causa de este verano atípico en Europa, por José María Sánchez-Laulhé) y en otras zonas del planeta, donde se están produciendo récords de calor, sequías, inundaciones... En cuanto a calor, Escandinavia -con unas anomalías nunca vistas-, el Benelux, el norte de Francia, Centroeuropa o Japón -con récord nacional- han visto caer registros extremos de calor en las últimas semanas, con 52.8 °C en el valle de la Muerte el pasado día 24 (récord para este día y cuatro días consecutivos con tal máxima -ver tuit de NWS Las Vegas-), el posible récord de África con los 51.3 °C en Ouargla (Argelia) el 5 de julio, una de las noches más calurosas registradas en el planeta con los 42.6 °C de Quriyat (Omán), la sequía en el Reino Unido (la primera mitad de verano más seca en sus registros), los incendios en Grecia o Suecia... (ver nota de prensa de la Organización Meteorológica Mundial -inglés-).

Que en Córdoba no haya hecho calor (fuerte) hasta el momento no significa que el cambio climático o el calentamiento global no existan. Tampoco hay lugar para las bromas ante el panorama que algunos, aferrados a las magufadas posmodernas, no quieren ver. Como tampoco es una broma lo que se nos viene encima los próximos días.

Advección cálida sobre la península ibérica -y más allá- y primera ola de calor

A partir del martes se inicia una entrada de aire muy cálido, que se moverá hacia al oeste (acercándose incluso a las Azores) y que traerá temperaturas a 1500 metros superiores a los 25 °C y, por tanto, máximas superiores a 40 °C en buena parte del sudoeste, centro y valles del interior nordeste. Unas máximas que serán todavía más altas cuando la masa de aire se recaliente con el paso de los días, llegando a temperaturas de 29-30 °C a 1500 metros entre los días 2 y 7. Esto traería consigo máximas que podrían tocar y superar los 45 °C en el valle del Guadalquivir y otros puntos de la campiña cordobesa (ojo a los récords del año pasado y a los de agosto). Las mínimas también subirían de forma destacada, por encima de los 24-25 °C en los registros del aeropuerto (unos 4 °C más en la ciudad por la isla de calor -fenómeno primordialmente nocturno-), aunque no sería descartable incluso estar cerca del récord (27.2 °C). El resto de la provincia también sufrirá los rigores de calor. Habrá que estar atentos a las zonas elevadas, donde las mínimas son más altas en los episodios extremos de calor. Por ejemplo, en Doña Mencía, Villanueva de Córdoba o Cardeña, donde en julio de 2017 se registraron mínimas de entre 27 y 29 °C.

El fuerte calor se extendería varios días, por lo que podemos estar ante la primera ola de calor de 2018. En Córdoba, localmente, se da en promedio una ola de calor cada dos años (media 1959-2017). En los últimos tres años se han dado ocho.

En la península, el interior de Portugal, donde los modelos como GFS han llegado a mostrar hasta máximas de 50 °C (un hecho insólito en este modelo), Extremadura, el interior de Huelva, Galicia y la zona sudoeste de Castilla y León deberán controlar de cerca las temperaturas. Y las altas probabilidades de incendios. Se recomienda seguir los avisos de la AEMet y los niveles de riesgo del Ministerio de Sanidad por altas temperaturas.

Aviso amarillo el martes y naranja ya el miércoles

El martes la zona de Campiña cordobesa estará en aviso amarillo por 39 °C. Para el miércoles los avisos se multiplican. En Campiña cordobesa se eleva a naranja por 42 °C y se activarán avisos amarillos en Subbética cordobesa y Sierra y Pedroches por 39 °C.

Es posible que a partir del miércoles los avisos pasen a ser de nivel rojo (44 °C o más) en Campiña cordobesa.

Toca huir o aguantar con el aire acondicionado.

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