Ante otro test de verano y con Castro en el grupo
La cuenta atrás está a punto de comenzar. En realidad está en marcha desde el 15 de julio pero es ahora cuando arranca realmente. Poco más de una semana resta para el comienzo de la temporada 2019-20, en la que el Córdoba va a competir en Segunda B después de doce años en categoría profesional. De cara a su estreno en el Grupo IV, previsto para el domingo 25 de agosto en El Arcángel a las 21:30 -ante el Recreativo Granada-, prosigue con su preparación el conjunto blanquiverde. Un trabajo éste que no sólo se desarrolla con entrenamientos sino con partidos amistosos. Precisamente el penúltimo de los que fijara la dirección deportiva del club para este verano lo encara el equipo de Enrique Martín este viernes. En esta ocasión, el choque es otro ensayo con vistas al curso pues su adversario lo va a ser también en Liga. Se trata de un Sevilla Atlético ante el que se miden los califales a las 19:30 en el Marbella Football Center.
Para este partido tiene Enrique Martín a todos los futbolistas preparados, ya con el concurso de Sebastián Castro. El costarricense llegó a Córdoba el jueves tras un largo viaje y apenas va a tener un entrenamiento a sus espaldas -el de este viernes-. Parece poco probable, dadas las circunstancias, que tenga ocasión de gozar de minutos ante el Sevilla Atlético. Lo más normal, sobre el papel, es que sí tenga oportunidad de jugar ante el Linares. El caso es que el navarro recupera a los tocados, entre los que está un Chus Herrero que sólo pudo intervenir en el primer amistoso ante el Salerm Puente Genil (0-2). El central aragonés sufrió molestias musculares durante la pretemporada, a cuya conclusión parece llegar en buen estado físico. También Zelu supera, o eso es lo que se intuye, sus problemas de pubis.
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El escenario lo conoce a la perfección el Córdoba, no tanto su actual plantilla. No en vano, las instalaciones ubicadas en San Pedro de Alcántara aparecen habitualmente en las pretemporadas del primer equipo desde hace ya unos cuantos años. Esta vez sucede con motivo de un partido que es una especie de simulacro de la temporada, tal y como lo fue el quinto duelo estival. En aquel el cuadro califal se midió al Recreativo Granada sin obtener apenas conclusiones. Enrique Martín tildó el encuentro, al final, de entrenamiento. Menos opción de que esto ocurra existe ante el Sevilla Atlético, toda vez que el preparador navarro tiene la intención de dar 90 minutos a la mitad de los jugadores que tiene a su disposición. Éste es al menos el planteamiento que anunció tiempo atrás para las dos últimas citas veraniegas de los suyos. La que cierra el ciclo es el domingo (21:00) ante el Linares en la localidad jiennense.
Sea como fuere, lo cierto es que el encuentro ante el Sevilla Atlético viene a resultar de cierta importancia. Primero porque es el penúltimo choque veraniego y ya deben verse en el campo más detalles del trabajo realizado en la Ciudad Deportiva. Segundo, que el rival lo va a ser también la próxima temporada y puede ser útil para tomarle la medida. Por cierto, el primer duelo con el filial hispalense en competición liguera no va a tardar en producirse: el cuadro califal le visita en la sexta jornada (fin de semana del 28 y 29 de septiembre). Además, está la posibilidad de incrementar la confianza del equipo: una victoria siempre viene bien para que la moral permanezca en alto. Son las tres cuestiones que hacen significativa la contienda del Marbella Football Center.
A todo lo escrito puede, y debe quizá, añadirse que el fútbol es la vía de escape a la problemática institucional que sacude al club. Desde el 1 de agosto, fecha en la que se conoció que el último pago de la compraventa del Córdoba no se iba a producir según lo previsto, Enrique Martín trata de aislar a la plantilla de lo que ocurre fuera del verde. Por el momento parece conseguirlo, ya que el conjunto blanquiverde dio muestras ante el Rayo Vallecano de seguir con una buena dinámica de aprendizaje. Ante un rival de superior categoría supo competir y dejó detalles de lo que busca. Este viernes toca repetir la mejor acción evasiva posible: disfrutar con y en torno al balón. Mientras tanto, el técnico aguarda los últimos movimientos de la dirección deportiva para cerrar la plantilla. Ésta es la cruz de la moneda en el plano deportivo, si es que como tal se pudiera entender: que la pretemporada toca a su final con cuatro piezas por incluir en el engranaje. Paciencia es lo que reclama, en este sentido, el entrenador.
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