Hay proyectos que nacen de oportunidades inesperadas. De ocupar huecos huérfanos de atención. Y que a la larga, se convierten en escenarios de referencia, que no siempre, en lo meramente deportivo, tiene que ser de excelencia competitiva, sino más bien de trabajo y esfuerzo formativo. Es el propósito con el que nació, hace cosa de un año, el Club Deportivo Guadamecí, que se presentó oficialmente a la sociedad cordobesa en septiembre del 2024. Y ahora, cuando apenas ha cumplido su primer aniversario de vida, ya es una escuela de peso dentro de la ciudad. Caminos que se abren desde decisiones espontáneas, aunque muy trabajadas previamente y que vienen a ocupar una necesidad puntual, pero que, conforme la idea va ganando cuerpo, se va edificando un sendero de ilusión y mucha proyección, en el fondo y en las formas.
'Nadie sin Tri'. Ese es el lema con el que nació el club. Que nadie se quede sin la posibilidad de poder practicar el triatlón. Eso sí, en este caso, enfocando su programa en la divulgación de dicha disciplina hacia la Comunidad Escolar. De hecho, tal y como admite Francisco Ruiz Naranjo, monitor y presidente de la entidad, el Guadamecí germina de una reflexión que se fue gestando en su cabeza a raíz de los problemas que se iba encontrando para ayudar a que su propio hijo pudiera disfrutar de esa práctica deportiva, la cual no gozaba de ningún club con escuela en la ciudad.
Esa necesidad le llevó a la inquietud de querer formarse como monitor de triatlón, por lo que, aunque aún no había ni fondo ni forma de aquel proyecto de futuro, ciertamente, siendo entrenador de su progenitor fue el primer paso para lo que, años después, daría lugar al CD Guadamecí. En este sentido, el propio Lucas Naranjo, hijo de Fran, fue el encargado de abrir la vía formativa en Posadas, como primer alumno de la escuela del Al-Fanadic, mientras que también pasaría por el Montilla-Córdoba Triatlón. Sin embargo, en lo que respecta a la capital, no había nadie que cumpliera con esa necesidad. En Córdoba hay clubes con solera y trayectoria como el Triatlón Mezquita. No obstante, “no había salida para los chavales”, afirma Fran Naranjo.
De este modo, los primeros pasos del club se dieron con la promoción del triatlón en diversos colegios, aunque “la promoción sin luego algo efectivo como es una escuela, no tiene sentido”, explica, por lo que decidieron formar la entidad, con el fin de “dar la posibilidad a los chavales de que puedan venirse a probar”. Eso sí, reconoce a su vez las dificultades de un deporte que, al mismo tiempo, engloba hasta tres disciplinas, las cuales hay que entrenar y hay que disponer de instalaciones y medios necesarios para llevar a cabo dichas prácticas.
De momento, el CD Guadamecí se ha ido nutriendo de niños y niñas de entre 8 y 12 años, tanto de Córdoba capital como de otras poblaciones cercanas. En total, la escuela cuenta a día de hoy con hasta 15 licencias, aunque está previsto ampliar algunas más de cara al siguiente año. Además, entre los mismos, pese a la bisoñez del proyecto, ya se han alcanzado resultados muy destacados en pruebas provinciales y autonómicas.
Con todo, “nuestra filosofía es que los chavales lo pasen bien”, asegura Fran Naranjo, quien afirma que ha pasado “por otros clubes, no de triatlón, y no me ha gustado cómo se ha enfocado la enseñanza. Nuestra idea es que vayan aprendiendo de lo que está bien y lo que está mal, sin ningún tipo de exigencia. Ya habrá tiempo, cuando sean grandes y si el nivel se lo requiere, de que puedan exprimir un poco más ese rendimiento. Ahora solo buscamos que aprendan y disfruten del triatlón”.
De un tiempo a esta parte, hay un actor más protagonista de la enseñanza deportiva en Córdoba. En tres niveles de acción. Ya sea nadando en Figueroa, o corriendo a pie y en bicicleta por los senderos de Levante. Un proyecto de promoción del triatlón a nivel escolar y que, a la postre, se ha convertido en una escuela de referencia.
Disfrutar y enseñar, no hay mayor pretensión que esa en los objetivos prioritarios del CD Guadamecí, que a lo largo de sus primeros doce meses de vida ya ha dado pasos de gigante. Es el secreto que alimenta este club que está abriendo un camino hasta ahora inexplorado en la ciudad. Con el fin de nadar, correr o ir en bici. Tres disciplinas en una misma enseñanza. Tres capacidades motrices unidas en una sola dirección. La de un grupo que da los primeros pasos de sus nuevos y prematuros sueños. Ya sea en asfalto, bajo el agua o sobre dos ruedas.
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