Isi, otro cordobés en el camino
El Córdoba Patrimonio de la Humanidad volverá a cruzarse con una cara conocida en una nueva salida en su aventura por Primera División. La exportación de talento que ha vivido la provincia en los últimos años hace que muchas plazas de la máxima división nacional cuenten con sello cordobés entre sus filas. Y el próximo viernes (21:00) tocará un nuevo reencuentro entre paisanos. El conjunto de Maca rendirá visita al Servigroup Peñíscola FS, club en el que milita desde hace dos cursos el cordobés Isidoro Garrido Luque. El cierre natural de Baena, al igual que muchos de los integrantes de la plantilla califal, es otro ejemplo más de futbolista que se ha labrado un nombre en la élite a base de esfuerzo y de sumar experiencia en multitud de clubes.
La veteranía es una de las grandes fortalezas del baenense, que a sus 36 años es uno de los referentes de la plantilla valenciana. De hecho, el jugador se consolidó prácticamente desde primera hora tras su llegada el verano de 2018. Un rendimiento que le permitió renovar con la entidad, siendo parte fundamental de la columna vertebral del equipo. Experiencia, equilibrio y solidez defensiva son las características de un jugador que el próximo viernes tendrá la difícil tarea de llevar el peso defensivo ante el equipo de su tierra. Una misión a la que se ha enfrentado muy pocas veces y menos aún en la élite del fútbol sala español. Ahí sí que está inédito.
En su trayectoria figuran equipos del nivel del Verín, RAM León, Bujalance, Gestesa Guadalajara o Navarra, en el que militó antes de dar el salto a su primera aventura internacional en las filas del Raba Eto Gyor de la primera división de Hungría. Al siguiente curso regresaría de nuevo a España para enrolarse en el Pescados Rubén Burela, antes de hacer otra vez las maletas y marcharse -al igual que han hecho muchos de sus paisanos- a la liga italiana con el Kaos Reggio Emilia C5. En su palmarés figuran éxitos como una Copa Andalucía (MM Bujalance, 2006), dos Copas de Castilla La Mancha (Gestesa Guadalajara), una Supercopa de Hungría (Gyor, 2012) y una Copa Divisione (Kaos, 2018).
Sin lugar a dudas, un auténtico trotamundos del fútbol sala que parece haber encontrado estabilidad en el Peñíscola, donde se ha asentado como uno de sus líderes. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad tratará de regresar a la senda de la victoria, lo cual buscará impedir el cierre de Baena.
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