La importancia de convertir El Arcángel en un fortín

Pelayo recuerda los números del Elche en el Martínez Valero la pasada campaña para asegurar que la fortaleza como local es la base del éxito para cualquier equipo

Está claro que mantener la competitividad cuando se juega lejos del campo propio es algo esencial para un equipo que aspira a lo máximo en una competición que es algo semejante a una carrera de fondo. Más de un tropezón te puede dejar en mal lugar al cruzar la línea de meta. Con todo, la verdadera clave del éxito se encuentra en casa. Pocos conjuntos que convierten su estadio en un fortín no logran saborear las mieles del triunfo al final de temporada o, cuanto menos, alcanzar los objetivos marcados. De hecho, en ocasiones, la fortaleza como local puede llevar a cotas inimaginables al comienzo del curso. El Córdoba tiene un ejemplo fácil en la temporada 2011-12, en la que logró jugar el play off de ascenso después de ser el segundo mejor de la categoría en su campo. Si se amplía la mirada, uno se topa con esa realidad en la inmensa mayoría de las escuadras que ascendieron o lucharon por ello en las últimas campañas.

Sin ir más lejos, el Elche cimentó el pasado curso su regreso a Primera después de 34 años en los guarismos que obtuvo en el Martínez Valero, donde por cierto jugó Pelayo. El asturiano recordó esta circunstancia al hablar de la importancia de convertir el feudo propio en inexpugnable a lo largo de toda la temporada. “Sabemos que no se nos pueden escapar puntos de aquí, ya que la base del éxito es conseguir puntos en casa”, expuso para añadir que “pienso en el año pasado y no nos dejamos puntos en casa hasta que nos visitó el Córdoba”. Precisamente, fue el conjunto blanquiverde el que logró arañar el primer empate en el estadio ilicitano el pasado curso, algo que se dio ya en la segunda vuelta del campeonato.

Con esa idea y sin dar vueltas a lo que pudo ser y no fue en Jaén cree Pelayo que hay que afrontar el duelo de este domingo con el Girona. “No hay que pensar que venimos de un empate, sino que los partidos de casa no se nos pueden escapar”, insistió no sin asegurar antes que “nuestra idea es estar arriba y vamos a ganar a cualquier campo”. En ocasiones el triunfo no se consigue a pesar de hacer méritos para ello, aunque al final “los empates se pueden considerar que son positivos” si se vence después en el inmediato encuentro en casa. Ésa es la aspiración del Córdoba para la séptima fecha del curso, si bien no será sencillo conseguirlo, pues el rival también apuesta por luchar cada punto en juego.

Así las cosas, el asturiano entiende que “el equipo que menos errores cometa en la salida del balón y que menos pérdidas tenga será el que pueda llevarse el partido”. Se trata de un enfrentamiento directo en el que se medirán por un lado la intención de hacer de El Arcángel un fortín que tendrá el Córdoba y por otro la búsqueda del triunfo del Girona tras su primera derrota en Montilivi. Es un duelo siempre apetecible, para el que, y ya en otro orden de cosas, Pelayo no se ve en el once, algo que asume por el buen trabajo de sus compañeros. “El equipo está en una buena dinámica. Cuando empiezas bien y las cosas van bien no se suelen cambiar muchas cosas”, indicó en este sentido.