PALMA DEL RÍO - BETIS (1-7)

— COPA DEL REY

El Real Betis impone su ley en el estadio del 'León' palmeño

Era una noche marcada en rojo, una de esas citas que se quedan en la memoria colectiva y que permanecerá escrita en la historia del fútbol modesto cordobés. Palma del Río se volcó de lleno con su equipo, el Atlético Palma del Río, ante la visita de un coloso como el Real Betis en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Y es que el Municipal Sergio León, habituado a 800 almas, se transformó en una caldera con cerca de 8.000 espectadores gracias a las gradas supletorias, sin un alfiler libre. La fiesta, que comenzó con un recibimiento espectacular al autobús local, tuvo su arenga en el vestuario con la voz del protagonista, Sergio León, que instó a los suyos a sentirse “futbolistas profesionales por un día” en el estadio que lleva su nombre.

Sin embargo, la ilusión local pronto chocó con la cruda realidad de la élite. El Betis, pese a las rotaciones, salió a cerrar el partido por la vía rápida, haciendo valer la diferencia de categoría entre ambas escuadras. Tras un primer aviso de Marc Roca, la resistencia palmeña duró apenas siete minutos. Fue entonces cuando un balón al espacio, que no logró rematar Bakambu, encontró la llegada de Rodrigo Riquelme, que apareció en el segundo palo para remachar el esférico, firmando así el 0-1 y su primer tanto oficial como verdiblanco.

El gol no hundió al Atlético Palma del Río, que de hecho se sacudió la presión inicial y trató de despertar. Los de Fran Sedano tuvieron su gran oportunidad en el minuto 17, cuando un despeje defectuoso de la zaga bética cayó en la frontal a pies de Farfán, pero su potente disparo raso se marchó fuera. Fue un espejismo. El Betis, que ya había avisado con un tiro al palo del Chimy Ávila, asestó el segundo golpe justo cuando mejor competía el equipo local. En el minuto 26, una genialidad del propio Chimy, con un balón picado al desmarque, habilitó a Altimira para que fusilara a Germán Castillo (0-2).

Con el partido ya muy cuesta arriba, el Betis se convirtió en dominador absoluto, generando peligro en cada aproximación. La sentencia llegaría poco después de la media hora, en el minuto 33. Otro gran pase filtrado, esta vez de Altimira, dejó solo a Pablo García, que no perdonó y cruzó el balón ante Germán para poner el 0-3 en el marcador. Pese a todo, el Palma del Río tiró de orgullo en los minutos finales, buscando el gol del honor con más corazón que acierto, pero la zaga bética y una buena intervención de Germán a disparo de Riquelme mandaron el partido al descanso con la eliminatoria vista para sentencia en lo deportivo, pero aún con mucho por disfrutar en lo festivo.

Tras el paso por vestuarios, el ritmo pareció bajar, pero fue solo una breve pausa antes de que el Betis asestara el cuarto. La conexión de la cantera verdiblanca funcionó a la perfección en el minuto 51: Ángel Ortiz se zafó de su par y filtró un pase genial con el exterior para la llegada de Pablo García, que solo tuvo que machacarla en el área pequeña para firmar su doblete (0-4). El golpe pudo ser mayor, pues Bakambu, desesperado por unirse a la fiesta, rozó el quinto en dos ocasiones casi consecutivas, primero topándose con una intercepción clave de Cuenca y después con un tiro a la media vuelta que se fue fuera por poco.

Y entonces, cuando el partido languidecía, llegó el momento que el Municipal Sergio León soñaba. En el minuto 61, el fútbol le devolvió a Sergio León una parte de lo que le ha dado. El '7' palmeño, en el estadio que lleva su nombre, se inventó una jugada fantástica: recibió de espaldas, se giró con un taconazo, recortó dentro del área y sirvió un balón de oro con la izquierda para que Manuel Rodríguez, llegando con todo, hiciera el 1-4. El estadio estalló. El gol provocó una efervescencia inmediata en los locales, que se vinieron arriba y gozaron de sus mejores minutos, con llegadas peligrosas que obligaron a Adrián San Miguel y a la zaga bética a emplearse a fondo.

La rebelión local, sin embargo, fue aplacada de nuevo por la pegada visitante. Primero, Germán Castillo se vistió de héroe con un paradón in extremis a bocajarro del Chimy Ávila. Pero el meta no pudo hacer nada dos minutos después, cuando a la salida de un córner y tras varios rebotes, Diego Llorente cazó un balón muerto en la línea de gol para hacer el 1-5. Ese gol fue el definitivo, pero aún quedaba el epílogo más emotivo: en el 74, Fran Sedano retiró a Sergio León. El estadio al completo, de pie, despidió con una ovación atronadora al ídolo local. El resto del partido, con el Betis clasificado, sirvió para que Germán volviera a lucirse con otro paradón a Riquelme, aunque la fortuna le fue esquiva en el 85, cuando un balón que parecía controlado se le escapó de las manos, dejando el esférico muerto para que el propio Riquelme anotara a puerta vacía el 1-6. Ya al borde del final, en el 89, Abde se sumó a la goleada con un cabezazo inapelable a la salida de un córner para cerrar el 1-7.

Con el pitido final, Palma del Río despidió a su equipo con orgullo. El Betis avanza a la siguiente ronda, pero la verdadera victoria fue la de un pueblo volcado y la de un equipo de División de Honor que compitió y disfrutó de su día de gloria. Se cierra así la participación cordobesa en esta Copa del Rey, pero el recuerdo de la noche mágica en el Municipal Sergio León, con su héroe local ovacionado y un gol para la historia, perdurará en la memoria.