Primera División Futsal

El Córdoba Patrimonio resiste el asedio y se lleva un triunfo de oro ante ElPozo Murcia

Tres puntos que saben a gloria ante uno de los equipos históricos de la categoría. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad ha arrancado la liga de la mejor manera posible, con un triunfo de prestigio, esfuerzo y una pegada descomunal en una de las pistas más complicadas de la categoría, la de ElPozo Murcia (2-4). El conjunto blanquiverde, que fue sometido durante gran parte del encuentro, supo sufrir en defensa, encomendarse a un Fabio estelar bajo palos y golpear con la máxima efectividad en ataque, donde un doblete de Murilo en la segunda mitad sentenció para los blanquiverdes en un partido para el recuerdo.

El encuentro comenzó con unos minutos de tanteo en el Palacio de los Deportes de Murcia, pero la tranquilidad duró un suspiro. Tras un primer aviso local desbaratado por Fabio, fue el Córdoba Patrimonio quien golpeó primero. A los tres minutos de juego, Nicolás se zafó de su par en banda izquierda con una fe inquebrantable y soltó un zurdazo seco que se coló entre las piernas de Henrique para poner el 0-1. Eso sí, la reacción de ElPozo Murcia, como cabría esperar, fue inmediata y furiosa, con un derechazo de Bebe que se estrelló violentamente contra el palo de la meta cordobesista.

A partir de ese intercambio de golpes, el conjunto charcutero tomó las riendas del partido, sometiendo al cuadro blanquiverde a una presión constante. La figura de Ligeiro se erigió como la principal amenaza local, obligando a Fabio a realizar varias intervenciones de mérito y forzando incluso una salvada providencial de Enzo Báez bajo los palos cuando el gol ya se cantaba. Y así, tanto fue el cántaro a la fuente que, en el minuto 6, Bebe logró enganchar una volea inapelable a la salida de un córner para establecer un empate a uno que hacía justicia a lo visto sobre el parqué murciano.

Pese al dominio local, el Córdoba Patrimonio demostró tener veneno y una pegada descomunal. Cuando peor lo pasaba, una contra mortífera lanzada con velocidad y precisión fue culminada por Aranda con un disparo espectacular que tocó en el larguero antes de besar la red, devolviendo la ventaja a los de Emanuel Santoro. Sin embargo, la alegría duró poco. ElPozo volvió a la carga y encontró el premio en un error en la salida de Víctor Areales; Henrique, el meta local, no perdonó y asistió en largo para que Marcel, de cabeza y a placer, firmara el 2-2. Los últimos minutos fueron un auténtico asedio sobre la portería de un Fabio que, junto a una cruceta salvadora a tiro de Ricardo, mantuvo el empate hasta el descanso.

Poco cambió en el guión del partido tras el paso por vestuarios. El cuadro de Josan González atosigaba constantemente a un Córdoba Patrimonio que tan solo podía achicar aguas y despejar balones ante los intentos repetidos de los charcuteros. En este tramo, una vez más, Fabio se alzó como uno de los grandes salvadores blanquiverdes, con varias intervenciones de mérito, como un paradón a Gadeia, que permitieron a los suyos mantener el empate a dos en el marcador. Los blanquiverdes solo encontraban oxígeno en los contragolpes y en algunas subidas de Víctor, con las que el arquero probó desde larga distancia a un Henrique solvente bajo palos.

Y en ese escenario de monólogo murciano, cuando el gol local parecía cuestión de tiempo, el Córdoba Patrimonio sacó a relucir su pizarra para dar un golpe sobre la mesa. Corría el minuto 33 cuando Murilo, en una falta en la frontal del área, amagó con el disparo directo para, tras una cesión corta de Carlos Gómez, sacarse un zurdazo inapelable al palo corto que sorprendió a Henrique y enmudeció al pabellón. Un golazo que rompía el asedio y ponía un valiosísimo 2-3 en el electrónico, premiando la fe y la efectividad de los visitantes.

La reacción de ElPozo fue inmediata, lanzándose al ataque con portero-jugador, primero con Rafa Santos y después con Marcel. Se iniciaba así un asedio total sobre la meta cordobesista, con un conjunto blanquiverde defendiendo con uñas y dientes en su área y obligando a los locales a probar fortuna con disparos lejanos. La tensión alcanzó su punto álgido con la quinta falta visitante a 43 segundos del final. Sin embargo, tras el tiempo muerto de Santoro, la sentencia llegó de la mano de los dos héroes de la noche: Fabio sacó en corto y Murilo, desde su propio campo y a 16 segundos de la bocina, selló con una precisión milimétrica el 2-4 definitivo, certificando un triunfo épico para empezar la liga.

De esta manera se sella un triunfo de un valor incalculable para el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que arranca el curso con tres puntos de oro y una inyección de moral gigantesca, en una muestra de un equipo solidario en defensa, capaz de sufrir como el que más, y con una pegada letal para castigar en el momento preciso. Una carta de presentación inmejorable para un equipo que quiere seguir soñando en grande esta temporada, la séptima como parte de la élite del fútbol sala nacional.