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Cara a cara | Miguelín: “El fútbol sala ya no es solo talento”

Cara a cara con Miguelín, jugador del Córdoba Patrimonio

Jesús Ventura

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Un futbolista contrastado, pero que como persona ha demostrado mucho más. La vida de un deportista puede cambiar de la noche al día. Da igual que tengas una rutina hecha en un sitio en concreto o unos planes de futuro más que marcados, si el deber te obliga a abandonar la que ha sido tu casa durante mucho tiempo, estás obligado a hacerlo. Es complicado dejar atrás vivencias, amigos e incluso familiares, pero no todo es malo cuando emprendes una nueva experiencia. Miguel Sayago Martí, más conocido como Miguelín (Palma de Mallorca, 1985), ha llegado a la provincia califal para vestir la elástica del Córdoba Patrimonio de la Humanidad después de estar diez años defendiendo los colores de ElPozo Murcia, siendo pieza fundamental en la selección española y convirtiéndose así en un referente para este deporte a nivel nacional. Sin embargo, una lesión truncó su mantenimiento al máximo nivel, obligando a dar un paso atrás para dar nuevamente dos hacia adelante.

Miguelín comenzó su andadura en el fútbol sala con 16 años. Una edad muy avanzada para quienes practican este deporte. De hecho, muchos futbolistas que destacan en la actualidad, tienen una edad cercana a la del jugador mallorquín cuando empezó a dar sus primeros toques a un balón de futsal con el resto de sus amigos. Aun así, este profesional tuvo sus inicios con el fútbol césped, tras una infancia dura donde la figura de su abuelo le hizo crecer como persona, teniendo una personalidad fuerte con la que ha ido sobrellevando todos los problemas que han ido acaeciendo durante toda su vida. Aun así, todos estos escollos los ha ido superando, convirtiéndose así en una persona humilde, fría pero alegre con el resto de sus compañeros y en todo momento preocupándose por todos sus fans como sucedió después del partido ante el Manzanares. Por ello, CORDÓPOLIS ha hablado con un jugador que llegaba después de entrenar, esbozando la sonrisa que le caracteriza y bromeando con todo el staff del Córdoba Patrimonio de la Humanidad como si llevase años en el club.

PREGUNTA. ¿Cómo han sido estos primeros meses aquí en Córdoba?

RESPUESTA. La verdad que muy bien. Ya te lo he dicho fuera de micrófonos y es que la gente es muy cercana y campechana. La ciudad sí la conocía, pero me está sorprendiendo muchísimo porque hay muchas cosas que visitar como el Casco Antiguo. Es una cosa que al final llama mucho la atención y luego realmente estoy muy a gusto. A título personal tengo muchas ganas de disfrutar tanto dentro como fuera de la pista.

P. ¿Cuáles fueron tus inicios en el fútbol sala?

R. La realidad es que yo nunca había jugado a fútbol sala. Había empezado a jugar con 16 años y siempre había jugado a fútbol, pero la verdad es que me fue muy bien y muy rápido. A los 16 años empecé como hobbie con los amigos. Entrenábamos tres veces a la semana, todo con temas de amistades. De un año para otro, al final, me dieron la oportunidad de ir a Andorra y ahí cambió mi vida y el sentido de lo que quería. A partir de ahí todo fue muy rápido, pero también muy bonito y sigo disfrutando de mi sueño.

P. ¿Cuáles fueron tus referentes tanto en fútbol como en fútbol sala?

R. En el fútbol era Ronaldo, el fenómeno. Realmente a mi me marcó mucho por la explosividad y la facilidad a la hora de hacer gol que tenía. Luego también cambió una época y para mí Paulo Roberto ha sido el más grande. Es uno de los iconos de este deporte y también me quedaría con Vinicius porque es un jugador muy completo y que me llama mucho la atención porque controlaba todas las facetas del juego.

P. ¿Cuál fue tu principal apoyo a nivel personal para ser lo que eres en la actualidad?

R. Mi infancia quizás no fue la deseada, pero sí la que me hizo entender lo que quería en mi vida. Mi principal apoyo fue mi abuelo porque fue como un padre para mí. Yo no he tenido mucho trato con mis padres y me he criado con mis abuelos desde muy pequeñito. Cuando falleció pues se me quedó un vacío. Luego en lo profesional destacaría a Pato. Me ayudó mucho en lo personal, muchísimo. Fue clave en la idea de marcar el camino y en lo profesional me hizo crecer y ser el futbolista que he sido hasta prácticamente hace un año y medio. He venido a Córdoba para recuperar ese Miguelín que todo el mundo disfrutaba en la pista.

P. Es importante tener ese refuerzo mental para triunfar en la pista.

R. Es muy importante. Al final tengo esta capacidad, puede ser como ya te he dicho por mi infancia. Soy un chico frío, que siempre intenta estar alegre y transmitir alegría, pero en los momentos de soledad siempre te gusta hablar con alguien. En los momentos de bajón y cuando las cosas son complicadas también te gusta ver que hay mucha gente a tu alrededor. No es esos palmeros como digo yo que cuando las cosas van bien se acercan y te muestran una sonrisa. A mi me gusta ver a las personas en los peores momentos y yo soy un privilegiado porque estoy rodeado de personas maravillosas que me han marcado, me marcan y me seguirán marcando.

P. Sobre todo por tu familia que también has comentado que quieres ser padre por segunda vez.

R. Mi hijo junto a mi mujer han estado muchos años solos. Tenemos un núcleo muy bonito con nuestras amistades y nuestros familiares. Hemos aprendido a vivir lejos de nuestra gente y de nuestra familia y eso es algo que te separa o te junta muchísimo, pero nosotros estamos muy unidos. Me gusta ejercer de padre y ojalá, en un futuro, mi mujer se decline -entre risas- y me dé la oportunidad de tener una niña, que me gustaría que fuese una cría, pero lo importante es que venga sano, con salud para aumentar la familia.

P. Esa fortaleza y alegría la has podido transmitir a la pista donde has vestido las camisetas de Andorra, Inca, Fisiomedia Manacor y ElPozo Murcia antes de llegar al Córdoba Patrimonio de la Humanidad. ¿Cómo describes tu trayectoria?

R. Ha sido muy rápida. Yo veo ahora a los críos de 17,18 o 19 años jugando en equipos de Primera División y eso antes era muy difícil. Yo me fui con 18 años a Andorra y empecé con mis amigos en plan hobbie. No sabía que me podía dedicar a esto y de Andorra pasé a Inca, de ahí pasé al Fisiomedia Manacor antes de ir a ElPozo Murcia y ahora estoy aquí en Córdoba. Es verdad que ha sido muy tarde, pero evolucioné muy rápido año tras año. Fui creciendo muchísimo como jugador y sobre todo como persona que yo creo que es donde realmente ha quedado ese cariño o esa imagen de Miguelín. Soy cercano y siempre quiero involucrarme con los que verdaderamente influyen en este deporte que son los aficionados. Siempre he tenido mucho cariño en todos los pabellones y eso hace que mi trayectoria, más allá de los títulos y cosas que he disputado, sea lo que es. Todo eso a mi me llena y he dado todo lo que he podido de mí. Ahora llega el momento de hacerlo aquí en Córdoba, que disfrutemos todos y que antes de todo consigamos el objetivo colectivo. A partir de ahí que disfrutemos todos.

P. ¿Qué es para ti ElPozo Murcia?

R. ElPozo ha sido prácticamente todo. No nos vamos a engañar, tenía mi vida hecha allí, muy estable. Al final, por equis motivos, me han trastocado mi vida o tu planteamiento, pero el deporte es así. Yo soy de las personas que afronto las cosas. Realmente estoy muy feliz aquí porque desde el primer momento me acogieron con muchísimo cariño y me dieron esa confianza que quizás yo el último año había perdido. Eso hace que tu mentalidad cambie y se enfoque a lo que tengas actualmente. Muy agradecido a ElPozo por todo lo que me ha dado, por todo lo que he conseguido, por toda la gente que me queda de ese magnífico club. Al final, hay que afrontarlo, hay que asumirlo y a partir de ahí desearles todo lo mejor. Cada uno su camino y ya veremos.

P. ¿Por qué Córdoba y no otra ciudad de España?

R. Al final me sentí muy cómodo desde el primer minuto que hablé con Josan. Después hablé con José (García Román, presidente del club), también con Juanda (Belmonte, preparador físico). Sabía el vestuario humano en el que realmente me metía. La verdad es que la gente es muy simpática, un grupo fenomenal. Nada de egos y al final eso hace que sea más fácil acceder a un vestuario. Quiero volver a recuperarme y darle a este club lo que soy y que no he conseguido estos últimos años por la lesión. Me mostraron desde el primer minuto que me querían y eso me llamó mucho la atención sobre otras ofertas que económicamente eran mejores o la situación laboral a futuro era mejor, pero yo me quería sentir jugador e importante. La verdad es que estoy super encantado y creo que estoy en el sitio idóneo para volver a serlo.

P. Tienes 36 años, pero con ganas de demostrar lo que tienes.

R. El físico está ahí y, por suerte o por desgracia, el fútbol sala ha cambiado tanto que ya no es solo talento. Es todo a nivel físico y yo lo tengo. Soy un privilegiado y me siento bien. Ahora hay que hacer que funcione toda la musculatura que esté bien compensada y que a partir de ahí coger minutos con balón que realmente es lo que necesito después de estar tanto tiempo sin estar con él. También coger sensaciones personales para trasladarlas a lo colectivo.

P. Ha evolucionado mucho el fútbol sala desde que empezaste

R. Muchísimo. Siempre lo digo. Antes marcaba la diferencia el jugador rápido y talentoso, pero ahora lo marca un poco más el tema físico. El intentar contrarrestar al oponente para que no tenga muchas opciones y que tú aproveches las oportunidades para luego trabajar mucho más en defensa o intentar no cometer muchos errores para que eso no te finalice.

P. Hablando del fútbol sala en general y tras la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokyo, ¿crees que este deporte se merece ser olímpico?

R. Llevamos muchos años con esa guerra. Hay muchísimos jugadores que han marcado una época y quizás no teníamos la facilidad de las redes sociales en antaño. Al final ellos marcaron el camino, sobre todo, de nuestra selección que consiguieron las dos estrellas y quizás en ese sentido podían haber hecho más fuerza. La parte que nos toca pues tenemos que cuidar muchísimo este deporte, considero que lo cuidamos al máximo, pero si no podemos llegar a donde queremos llegar que es que nuestro futsal sea olímpico, tenemos que seguir cuidándolo, mimarlo. Al final hay cosas que no podemos controlar porque son difíciles y complicadas. Siempre que ha habido eventos importantes, hay que compartir y ayudar a este deporte en redes sociales, tanto los aficionados como los profesionales. Parece ser que no nos escuchan y es una lucha que al final no tiene mucho sentido, pero intentaremos que nos escuchen de una vez para que podamos ser olímpicos.

P. ¿Qué sentiste cuando fuiste por primera vez internacional con España?

R. Es el sueño de cualquier jugador. Es cierto que siempre ha estado en boca de todos los clubes, has tenido ofertas de todos los clubes más importantes tanto a nivel nacional como internacional, pero cuando te llama la selección es otra cosa, es otro sentimiento. Es representar a tu país. Yo siempre he dicho que la mejor forma de sentirte jugador internacional es en el momento de salir a la pista y escuchas a todo un pabellón como Vista Alegre tarareando el himno de España. Te entran unas cosquillas por dentro que, al final, te hace emocionarte. Aún más cuando has vivido cosas importantes con la selección. No hay color. Si me lo llegan a decir desde pequeño, aunque haya sido siempre mi lucha, pues nunca me lo hubiese creído. Soy un privilegiado por haberla vestido tantas veces en situaciones tan importantes. A ver lo que depara el futuro, pero quiero trabajar para que vean que Miguelín no es un futbolista retirado. Miguelín no está de parranda. He estado en una situación compleja, pero llevo trabajando mucho tiempo para recuperarme, para hacerle ver a mi gente, la que me ha respaldado, que estoy aquí para jugar y disfrutar. Me quiero retirar de este deporte disfrutando y con otra sensación.

P. No cierras la puerta a la selección.

R. Ya veremos. Ahora mi prioridad es el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Me siento bien, cada día me siento mejor. Faltan horas de balón, falta ritmo de partido, pero me siento muy cómodo. Ya veremos el futuro lo que depara, ya veremos lo que ocurre, pero ahora mismo me centro en mi equipo, en mi club y en los que realmente me han respaldado que yo creo que es lo más importante.

P. ¿Cómo ves a este Córdoba?

R. Pues bien. Para que las cosas funcionen, debe haber un grupo humano y eso está. Gente muy trabajadora, honesta y profesional. Al final todo eso facilita el día a día y los posibles objetivos, pero tenemos que trabajar para ver lo que se nos presenta en la competición. El sábado empezamos la competición y queremos trazar un camino. A partir de ahí, intentaremos respaldarnos porque habrá momentos complicados y difíciles, pero ahí es donde juega un papel fundamental nuestra afición. Nosotros tenemos que intentar ser un equipo muy sacrificado para que todo aquel equipo que venga aquí pues le cueste ganar. Tenemos que conseguir todos los puntos posibles, ya que nos tenemos que hacer fuertes en casa. Todos los puntos que saquemos fuera, bienvenidos sean.

P. Un objetivo.

R. El año pasado se sufrió. Nuestra prioridad es no sufrir tanto como el año pasado, pero evidentemente es complejo. No es fácil y va a depender mucho de las sensaciones y la confianza que tengamos. A partir de ahí tenemos que crecer como equipo en base a nuestra idea. Tenemos que disfrutar, transmitir mucho al compañero y a nuestra gente.

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