Un aniversario y un desenlace especial

El 1 de junio siempre será especial en la memoria del Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Por muchos éxitos que siga acumulando la entidad, ese día siempre estará ya marcado en rojo como uno muy significativo. Uno de recuerdos inolvidables y que supuso un punto de inflexión definitivo en el devenir de la escuadra blanquiverde. Ni las altas temperaturas presentes en el pabellón de Mengíbar allá por 2019, ni el intenso apoyo de una mayoría de aficionados locales pudieron impedir la machada del conjunto cordobés que, sustentado por decenas de seguidores cordobesistas desplazados a la localidad jienense, hizo historia al hacerse con un inesperado pero merecido ascenso a Primera División. Y es que mucho se ha hablado y escrito de aquella temporada. Una que quedará por siempre grabada en los anales del fútbol sala nacional. Por erigirse como la sorpresa de la competición, un equipo rebelde que, a base de corazón y orgullo, los tumbó a todos. Un grupo de amigos que quisieron hacer historia y que llevaron a la entidad presidida por José García Román a lo más alto del fútbol sala nacional.

De este modo, este miércoles 1 de junio se cumplen tres años desde que se certificara el ascenso del Córdoba Futsal a la máxima división de la Liga Nacional de Fútbol Sala. El mismo se produjo tras culminar una última eliminatoria frenética ante el Software Delsol Mengíbar, tras superar de nuevo una ventaja de campo favorable a los de Jaén. Pero es que la inercia hacía tiempo que beneficiaba a los cordobeses, clasificados de manera sorprendente para el play off, cuando su objetivo principal era la permanencia en su segunda campaña en la Segunda División.

Sin embargo, el hito de vencer al Real Betis, máximo favorito al ascenso, al sumar dos triunfos consecutivos en suelo hispalense, hizo que ese sueño de la promoción cogiera más forma que nunca. Pero había que pelear la final, la cual afrontaron los cordobeses sin presión alguna y con el deseo que conseguir el mayor logro deportivo de sus vidas. Una para todos y todos para una. Y el resto ya es historia del club, de la liga y de toda la ciudad.

El destino ha querido que aquella plantilla inolvidable, por diversos motivos, fuera deshaciéndose. Un combinado 100% cordobés que se hizo con una hazaña inaudita. Varios de ellos colgaron las botas poco después, otros marcharon a nuevos equipos y tan solo Cristian Ramos y Jesús Rodríguez, además de varios componentes del actual cuerpo técnico, se mantienen en el club. Pero la esencia de aquel hito histórico seguirá para siempre grabada en la memoria de todos. De un plantel formado por, además de los citados Cristian y Jesús, Lolo Jarque, Cristóbal, César, Manu Leal, David Leal, Catiti, Pakito, Cordero, Nono, Juanra, Koseky y Keko. Y Maca al frente del banquillo.

Así las cosas, tres años se cumplen de aquel ascenso inolvidable, en una semana en la que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad quiere poner igualmente un broche muy especial. El crecimiento ha seguido presente en el club, que este mismo curso ha estado a punto de clasificarse para la Copa de España, para la Final Four de la Copa del Rey y para el play off por el título de liga. Ahí es nada. Sea como sea, con la permanencia lograda con holgura, los de Josan González ya saben que finalizarán con el mejor puesto histórico desde su aterrizaje en Primera. Un décimo cuarto lugar en la 2019-20 y un décimo tercero en la 2020-21. Así, la undécima plaza ya la tiene asegurada, aunque este fin de semana buscarán culminar la gesta con la décima posición final.