Córdoba CF
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Crónica
Dolor y derrota
Toda racha tiene su fin. Y al Córdoba CF le ha llegado en la sexta jornada, en la que los califas han recibido en El Arcángel a una UD Sanse que supo jugar sus cartas para dar la sorpresa y salir victoriosa. Por la mínima y en el tiempo de descuento, ante un conjunto blanquiverde que peleó con todo pero pagó su falta de acierto en el lado ofensivo. El feudo cordobés retumbó a máximos decibelios en una contienda en la que, por muchos motivos, el apartado físico acabó siendo clave para el ganador.
La sorpresa se ha convertido en costumbre, y Crespo volvió a agitar la coctelera para poner en escena un once nuevamente distinto, con la entrada simultánea como titulares de De las Cuevas y Kike Márquez, además del debut de José Alonso como principales novedades. Así saltaron los futbolistas al césped de un feudo ribereño vibrante desde el minuto uno, y cuyo rugir se incentivó con la primera ocasión de los suyos, que tuvo lugar en el 8’ de partido a través de una excelente asociación entre De las Cuevas y Márquez, en la que el alicantino encontró al gaditano con un pase a la espalda de la defensa, aunque el remate de éste último se topó con las manoplas de Pedro López.
Sea como sea, salió el Córdoba CF con instinto asesino, y la mordiente fue haciendo mella hasta dejar su selló a los 20 minutos, pues Sergio Benito acertó entre los tres palos en su mano a mano con el arquero rival. Sin embargo, el mismo no subió al luminoso al decretarse posición antirreglamentaria, muy discutida, eso sí, por el público.
De largo, estaba siendo el conjunto califa el gran dominador de la contienda al paso por el ecuador de la primera mitad, pues ahí se produjeron los minutos más ofensivos de los primeros 45 minutos. Los de Germán Crespo sumaron, en primer lugar, una doble ocasión con un disparo lejano de Calderón y, seguidamente, De las Cuevas golpeaba en el rechace. Ninguno logró superar a Pedro López, seguramente el gran protagonista de su equipo en esa fase del partido. Todo ello, no obstante, en una inercia irregular en lo que a acercamientos se refiere, y que dio lugar a un tramo más pausado.
Así es, ya que la recta final del primer tiempo transcurrió con un juego sin apenas fluidez y casi totalmente plano. De hecho, hubo tímidos acercamientos, pero ninguna oportunidad de peligro real, más allá de una contra del Sanse culminada en velocidad por Arturo, cuyo golpeo, eso sí, rechazó sin problemas Carlos Marín. Entre intentos fallidos de Simo y un disparo lejano de Diarrá que se marchó alto acabó el primer tiempo, y ambos planteles desfilaron camino de vestuarios con tablas y sin goles en el electrónico.
La segunda mitad siguió con el mismo guion, puesto que no funcionaba en esta ocasión el engranaje del Córdoba, por lo que Crespo tuvo que mirar al banquillo con un triple cambio. Así, entraron Javi Flores, Carracedo y Willy con la idea de darle otra cara al duelo. Los blanquiverdes notaron una marcha más en su intensidad con los hombres de refresco, pero no el camino a portería. Carracedo lo intentaba por banda, buscando la verticalidad individual o los centros al área, aunque ninguno encontraba el rematador adecuado.
Fue con todo Crespo en el tramo final, pues con Fuentes y Casas variaba al completo la línea de ataque que había partido de inicio. Sin embargo, la insistencia de unos se contrapuso a la idea clara de los otros, tratando de que los minutos pasaran lo antes posible, y así se produjeron continuas pérdidas de tiempo con un desfile de futbolistas de la UD Sanse tirados sobre el césped aquejados de diversas molestias. Dolores que se hicieron aún mayores, ya que la desesperación por ganar, al final, le jugó una mala pasada al Córdoba. Todo el equipo armado hacia el ataque hizo que las costuras quedaran vistas atrás, ya que una contra de los madrileños acabó con gol de Borja Martínez en un extenso tiempo de descuento. Y ahí murió el partido. Y la racha triunfal de los blanquiverdes que, no obstante, seguirán en la zona alta de la tabla. Eso sí, ya no como líderes.
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