CÓRDOBA - CÁDIZ

— RESULTADO, RESUMEN Y GOLES

El Córdoba CF paga muy cara su desconexión y cae derrotado en el derbi ante el Cádiz CF

El fútbol no entiende de merecimientos, solo de aciertos. El Córdoba Club de Fútbol volvió a comprobar esta máxima de la forma más dolorosa posible en el derbi andaluz ante el Cádiz CF. Los de Iván Ania, superiores en juego y empuje durante gran parte del choque, pagaron un peaje carísimo por diez minutos de desconexión tras el descanso y terminaron cayendo (1-2) en una tarde que murió entre la frustración, el quiero y no puedo, y un gol anulado a Obolskii en el 90 que pudo cambiar el destino. Una derrota que frena en seco las aspiraciones de play off y alarga la racha sin victorias de los blanquiverdes.

El duelo sobre el verde de El Arcángel arrancó como se esperaba: con intensidad en la grada y electricidad en el campo. Ambas hinchadas se dejaron la voz desde el inicio y los 22 protagonistas respondieron con un duelo muy táctico, pero de ritmo vertiginoso, donde el Córdoba no tardó ni dos minutos en enseñar los dientes. Fue Pedro Ortiz, novedad en el once ante la baja de Requena, quien se sacó de la chistera un zurdazo raso desde la frontal que obligó a Aznar a intervenir en el primer aviso serio de la noche. El ímpetu inicial, sin embargo, dejó paso al susto cuando Iza Carcelén, tras una disputa con Kevin Medina, impactó violentamente contra el banquillo local, sufriendo una herida en la nariz. Tras la reanudación, el choque se convirtió en un intercambio de golpes: Cámara avisó de cabeza en un córner para los amarillos y Brian Ocampo se coló con una internada hasta la cocina que el Iker Álvarez blocó con seguridad, respondiendo el Córdoba con un disparo de Isma Ruiz que la defensa visitante repelió con apuros.

Pasado el cuarto de hora de desenfreno, el cuadro de Iván Ania logró poner pausa y criterio para asentar su dominio gracias a la movilidad de Dalisson. El brasileño, actuando hoy como enganche por el carril central con Jacobo y Kevin en los costados, se convirtió en una pesadilla entre líneas, rozando el gol en dos acciones casi consecutivas: primero con un disparo alto tras una buena conexión con Jacobo y, poco después, con un tiro seco al palo corto que se marchó excesivamente cruzado. El Córdoba se sentía cómodo, volcando el juego sobre campo rival y encerrando a un Cádiz que achicaba agua, pero desafiaba al contragolpe. Al filo de la media hora, El Arcángel volvió a cantar el “uy” tras un nuevo zapatazo lejano de Pedro Ortiz, que obligó al meta cadista a volar bajo para despejar a córner y evitar el 1-0 en los mejores minutos de los califas.

A pesar del monólogo blanquiverde y la sensación de superioridad, el fútbol tiene esa extraña costumbre de no premiar siempre los méritos con goles antes del descanso. El Cádiz, agazapado y buscando salir con velocidad a la contra, supo sufrir y dio un último aviso antes del intermedio a través de Iza Carcelén. El lateral, recuperado del golpe inicial, puso un pase envenenado al corazón del área que se paseó peligrosamente sin encontrar rematador por escasos centímetros, poniendo el epílogo a una primera mitad vibrante y de muchísimo desgaste físico, donde el Córdoba puso el fútbol y las ocasiones, y el Cádiz la velocidad y el peligro, pero faltó la precisión en los metros finales para traducir cada dominio en ventaja antes de que el Arcediano Monescillo decretase el camino a vestuarios.

El jarro de agua fría para el Córdoba llegaría tras la reanudación. Prácticamente en la primera jugada de la segunda mitad, el Cádiz lograba ponerse por delante aprovechando la desconexión inicial califa. Un centro de Climent desde la izquierda y una peinada de Ortuño bastó para que De la Rosa apareciese completamente solo en el segundo palo y, con la cabeza, firmase el 0-1. Pero la cuesta arriba no frenaba ahí. Apenas 10 minutos después, Diakité se inventaba un auténtico chicharro tras una larga conducción, con un zurdazo que quitaba las telarañas de la portería de Iker Álvarez para firmar el 0-2.

Pero la reacción del Córdoba fue inmediata. En la siguiente jugada, Carlos Isaac logró ganar línea de fondo y, con un pase al punto de penalti, Dalisson aparecía para fusilar a Aznar y recortar distancias. 1-2 y más de media hora por delante, en la que Ania buscó el gol a la desesperada con un 4-4-2 en el que tanto Sergi Guardiola como Obolskii posteriormente tendrían protagonismo. La mala nota la aportó el cadista Kovacevic, que se tuvo que marchar en camilla tras un mal apoyo. Y justamente en esos minutos, una vez superada la hora de juego, llegó la más clara para Guardiola: el '14' firmó una buena jugada individual -a trompicones- y se plantó solo ante Aznar, aunque el guardameta firmó una gran parada abajo para mantener el 1-2.

Con el último carrusel de cambios, el cuadro de Iván Ania se lanzó a la desesperada al ataque, con toda la artillería y sin vacilación, jugando el último cuarto de hora completo en el campo del Cádiz. Pero las ocasiones tardarían en llegar. Tanto que habría que esperar hasta el 90. Justo en ese instante, la grada se alzó al cielo cantando el empate de Obolskii tras una jugada embarullada. Sin embargo, el árbitro volvió a ser protagonista. Pese a no indicar nada en un principio, Arcediano Monescillo decretó falta en ataque y anularía el gol. Entre eso, y las advertencias a la grada por lanzar objetos al terreno de juego, el partido llegó a su fin y el Córdoba CF se quedó, una semana más, sin sumar de tres.

El pitido final certificó una derrota amarga para un Córdoba que encadena ya cuatro jornadas sin ganar (dos puntos de los últimos doce). Los blanquiverdes pierden la oportunidad de asaltar el play off y se quedan con la sensación -una vez más- de que, en esta categoría, los errores puntuales y la falta de contundencia en las áreas penalizan más que el buen juego. Toca levantarse y corregir esa desconexión defensiva que hoy costó tres puntos más ante un rival directo por esas aspiraciones de gloria.