Ciudad Deportiva: desahucio y acuerdo lejano

La incertidumbre no desaparece. De hecho, es creciente cada nuevo día. El silencio en el apartado institucional mantiene en vilo al entorno. Resulta lógico pues hace más de un mes que concluyera la temporada 2020-21 con el descenso a Segunda RFEF y nada hay sobre la reconfiguración del proyecto. Todo sigue pendiente de respuesta en Baréin, por parte de Infinity, a las propuestas presentadas por el consejo de la entidad. Además permanece la duda sobre un posible cambio al frente del club. Por si fuera poco, el Córdoba asume este miércoles su lanzamiento de la Ciudad Deportiva. No en vano, ésta es la fecha de ejecución del dictamen judicial firmado en marzo. Con todo, la preocupación, o la ocupación si así se prefiere, hoy en día es otra: el acuerdo con Grupo Tremón, propietaria de la instalación, que se aleja de forma coincidente.

Como punto de partida, el conjunto blanquiverde queda imposibilitado este miércoles a utilizar la Ciudad Deportiva tras resolución del Juzgado de Primera Instancia número 2. El titular de dicha sala acordó el 15 de marzo el desahucio de la entidad al dar la razón a Grupo Tremón después de una vista que tuvo lugar, precisamente, un mes antes -el 15 de febrero-. Entonces, el consejero delegado del Córdoba, Javier González Calvo, confiaba en una decisión favorable para los intereses del club en este sentido. No llegó y tras el dictamen comenzó una cuenta atrás que termina en el calendario este 16 de junio. Por tanto, el cuadro califal está obligado a abandonar la instalación. Al menos el problema es menor a corto plazo al darse en plenas vacaciones.

Sí, los equipos de la entidad califal quedan sin escenario para sus entrenamientos y, en casos, para sus partidos. Pero el lanzamiento llega en el instante en que ya no hay ni lo uno, ni lo otro. Y sobre todo, con tiempo para lograr contractualmente la cesión de uso por parte de Grupo Tremón. Es este punto el que realmente provoca quebraderos de cabeza en el Córdoba. El motivo no es otro que el alejamiento de las posturas entre con la empresa propietaria de la infraestructura. Dicho de otro modo, el acuerdo pasa de estar muy próximo a estar bastante lejano. La situación cambió en los últimos días, ya que hasta comienzos de la presente semana todo hacía indicar que más temprano que tarde el tema quedaría zanjado positivamente para las dos partes.

En la mesa estaba el plan, perfectamente definido a excepción de los últimos detalles, como suele ocurrir en cualquier negociación, tanto en fórmula como en coste. Sobre este aspecto informó ABC Córdoba el pasado viernes para apuntar que la operación estaba encauzada y podría anunciarse en siguientes fechas. En efecto, había un gran entendimiento entre el Córdoba -y más concretamente Unión Futbolística Cordobesa (UFC)- y Grupo Tremón para firmar un contrato de cesión de uso. Sin apuntar cifras, fuentes del club confirmaron a CORDÓPOLIS dicho extremo y el período de alquiler, que estaba destinado a ser de diez años. Si bien se rogaba prudencia durante el fin de semana, la buena nueva estaba cerca.

Pero todo varió tras el domingo. Tal y como ha podido saber este periódico, el acuerdo saltó por los aires, por decirlo de algún modo. No es tan dramático el viraje en realidad pero sí lo suficiente para retomar una posición de cautela tanto en la entidad califal como en su entorno. Se produjo un distanciamiento en las posturas, quizá a causa de las cuantías, y lo que hasta hace unas jornadas era un hecho latente se convierte, de nuevo, en un problema por resolver. En cualquier caso, existe voluntad tanto por parte del Córdoba, sobre todo en su caso, como por parte de Grupo Tremón. Unos y otros pretenden reconducir la situación cuanto antes para solucionar un asunto enquistado desde hace lustros. Al fin y al cabo son más de dos décadas las que transcurrieron con uso en precario de la Ciudad Deportiva por parte de los equipos blanquiverdes. Por cierto, también juega un papel importante, como bien señaló ABC Córdoba en su información del pasado viernes, el Ayuntamiento. Los terrenos cuentan con calificación agraria y se hace necesaria su regulación para utilización deportiva, lo que es punto clave desde el punto de vista del cuadro califal, como no puede ser de otra forma.