Berges se despide y pide “unidad” y “menos palos” a los jugadores
El técnico se marcha con sentimiento de “gratitud” pese a reconocer la “dificultad” de la experiencia vivida en el Córdoba
Berges ha vinculado su inminente destitución a las circunstancias vividas durante la campaña. Las claves, según ha apuntado, la falta de unión entre medios de comunicación, los motivos extradeportivos y “los palos” a los jugadores. El cordobés, que ha despachado por última vez a los medios, ha condicionado su prematura salida al cúmulo de “circunstancias” que se han dando alrededor de sus hombres.
El entrenador, con gesto serio y tranquilo, ha mostrado su “gratitud” con quienes han confiando en él “desde el principio”. De igual manera, ha señalado de manera insistente que ha vivido una temporada “difícil”, a expensas de las expectativas generadas en el arranque de la competición y tras haber disputado una fase de ascenso a Primera.
El técnico de Las Margaritas, que ha avalado su ejercicio con “los números” obtenidos, en alusión a la tabla clasificatoria, el total de goles recibidos (el quinto equipo menos goleado de la categoría) o los logros cosechados, ha explicado que “se han hecho cosas muy buenas que están ahí”.
En referencia al primer tramo del campeonado, Berges ha recordado que se trató de “una primera vuelta muy intensa y dura”. De igual manera, se ha mostrado sincero cuando ha concretado que “se han dado muchas situaciones externas que no han favorecido la convivencia habitual del equipo”.
Con ese argumento, se ha referido a los medios de comunicación advirtiendo que “no os habéis juntado todos para llegar a Primera División”, en alusión a las críticas realizadas durante alguno de los momentos de la temporada. Por eso ha pedido “unidad” y “más cariño y menos palos” para los que hasta hoy han sido jugadores a su cargo.
Berges, que ha tenido el apoyo de Aritz López Garai, único integrante de la plantilla que ha estado en la sala de prensa mientras Berges comparecía ante los medios, ha dicho que con el presidente Carlos González ha mantenido una relación de “amor y odio”, pero que “le quiero un montón”.
No obstante, el ex técnico blanquiverde asegura que no comparte la destitución pese a “respetar” la decisión tomada por “el dueño del equipo”, pese a que considera que “creo que le habrá constado mucho trabajo tener que tomarla”.
El olímpico ha resumido su recorrido concluyendo que “hemos intentado lidiar con un toro muy difícil” donde “partimos con un clima de exigencia desde el principio”.
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