El Peñarroya mantiene el tipo ante el Cáceres
Apurando sus opciones de estar en la siguiente fase de la competición en la Liga EBA. El Climanavas Agrometal Peñarroya regresaba al Lourdes Mohedano con la intención de solventar un nuevo triunfo ante el Torta del Casar Extremadura, rival en teoría de un nivel inferior al de los cordobeses por lo visto hasta el momento en el Grupo D-B. Sin embargo, la experiencia de los cacereños era un hándicap importante a tener en cuenta, lo cual se reflejó en una igualdad casi constante. Serían los locales los que dominarían de principio a fin, aunque el transcurso final trajo una estrechez máxima en el resultado, donde los califas mantuvieron la cabeza en buen sitio para llevar el triunfo.
Seriedad absoluta de inicio para los pupilos de Ángel Tripiana, que no querían sorpresas, por lo que saltaron al parqué dispuestos a adquirir las primeras rentas a su favor. Como ya ocurriera en ocasiones anteriores, Luis Rodríguez protagonizó un inicio vertiginoso desde el perímetro, apuntándose tres de los cinco triples que su equipo anotó durante los primeros diez minutos. Una extraordinaria solvencia la del escolta cordobés, que lideró el primer parcial, bien sustentado desde la pintura por compañeros como Okolie o Cañete.
De hecho, el juego interior acabaría siendo el factor decisivo para que los mineros se adelantaran en el electrónico, ya que el cuadro visitante lo apostó igualmente todo de inicio al lanzamiento exterior, con notable efectividad también, aunque no sumaron ni una sola canasta de dos puntos, con lo que el primer periodo se resolvió por 26-20.
No cesaba el ritmo anotador de Luis Rodríguez, de largo el más inspirado de su equipo durante todo el primer tiempo. Sus 17 puntos sirvieron para mantener la renta favorable, pues en el segundo periodo mejoró la imagen del conjunto extremeño, aunque el intercambio de canastas posibilitó que apenas se recortara la distancia camino de vestuarios (42-37).
La pausa no cambió la inercia, que siguió favorable para el Peñarroya, dominador del partido en todo momento. Además, el inicio del tercer periodo fue aún más solvente para el equipo de Tripiana, que ahora con la aportación de Pepe Varo llegó incluso a distanciarse de diez puntos en el ecuador de este cuarto. Sin embargo, la otra mitad fue claramente favorable al Cáceres, que recortó una vez más la desventaja, aunque aún sin la posibilidad de acercarse de manera realmente peligrosa. Con todo, el partido seguía abierto de cara a los últimos diez minutos (62-56).
Pero la crisis iba a llegar y los peores minutos del partido para el Peñarroya coincidieron con el transcurso del último periodo, en el que el Cáceres fue progresivamente recortando distancias de la mano de un Eduardo Recio infalible desde el triple y de la potencia en la pintura de Mukendi. En apenas dos puntos se mantuvo la diferencia durante los últimos tres minutos de partido, aunque ahí los locales mostraron sangre fría y evitaron cualquier intento de remontada de su rival, con un buen acierto desde el tiro libre para el definitivo 91-87.
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