Lina: “La palabra y la música son mágicas”
Amalia Rodrigues decía que el fado siempre había estado con ella desde que, siendo niña, hizo llorar a la gente que la oía cantar. A la cantante Lina (1984) el fado se le apareció cuando su profesora de lírica le pedía que no cantara con los ojos cerrados. Al final, los cantos de sirena del puerto de Lisboa fueron más seductores que las enseñanzas de su profesora.
Lina acabó cantando en clubs de fado. En uno de ellos la escuchó por primera vez el músico y productor Raúl Refree (responsable de discos seminales de Silvia Pérez Cruz, Rosalía y Rocío Márquez). Al día siguiente se metieron juntos en un estudio y comenzaron a grabar un trabajo que aparcó los instrumentos y las reglas tradicionales del fado pero no el repertorio.
Registraron juntos una docena de canciones de Amalia Rodrigues envueltas en cuerdas y sintetizadores e hicieron un disco que, aunque a priori pudiera no ser del gusto de los fadistas, a buen seguro hubiera sido del gusto de la propia Rodrigues. En su paso por Córdoba, la cantante se muestra nerviosa ante la posibilidad de conocer al poeta Nuno Judice, con el que comparte cartel en la inauguración del festival Cosmopoética.
PREGUNTA. No sé si alguna vez habías cantado después de que Nuno Judice recitara versos.
RESPUESTA. Nunca, jamás. Es muy bonito hacer un festival de poesía y contando con poetas tan importantes de nuestra cultura, y haciéndonos sentir a los portugueses como los invitados. Y además me encantan los poemas de Nuno Judice, así que estoy con muchas ganas de cantar y conocerlo en persona. Porque no lo conozco y fíjate, lo voy a conocer aquí.
P. Es muy bonito arrancar un festival de poesía a ritmo de fado, que es una música una poética propia.
R. Sí. Yo creo que la poesía se engrandece aún más con la música. La música le otorga a la poesía una importancia distinta. Porque, cuando leemos, el mundo que genera la poesía es interior -todo lo que sentimos y nos hace sentir-, pero si la poesía se canta, se convierte en algo distinto, en algo público. A mí me parece muy interesante conectar la música y la poesía. Para mí lo más importante son los poemas.
P. ¿Y creativamente, qué te viene primero, la letra o la música?
R. Yo creo que los dos están muy conectados. A ver, tan posible es que haya música sin la palabra, como palabra sin música. Pero cuando están juntas, la palabra y la música, son mágicas.
P. ¿Qué tal está siendo la vuelta a la carretera y a los conciertos, después de este tiempo tan raro?
R. Bueno, la verdad es que, con el proyecto con Refree, hemos tocado muchísimo. Creo que sólo estuvimos parados durante dos meses durante la pandemia. Luego volvimos a tocar. Verás, para nosotros, como para todos, hay un antes y un después de la pandemia. Durante la pandemia yo hice otras cosas. Sencillamente, aproveché para estar con mi familia y para enfocarme en la vida personal. Me dediqué más tiempo a mí misma. Y bueno, a pesar de todo, no ha sido un tiempo triste para mí. Yo creo que, al contrario, aunque mi vida cambió, fue un momento de vida familiar. Fue un tiempo de estar más enfocado al corazón.
P. Pero el disco acababa de salir, ¿no?
R. Sí. El disco salió en enero de 2020. Pudimos hacer algunos conciertos y ya después llegó la pandemia. Lo bueno es que teníamos muchos conciertos confirmados y, aunque la mayoría se cayeron, se han podido recuperar. Y estamos haciendo ahora los conciertos que teníamos cerrados entonces.
P. En Córdoba, sin embargo, has venido sin Refree.
R. Sí. Es distinto, en Córdoba he traído un espectáculo con instrumentos tradicionales de fado: la guitarra portuguesa y la viola de fado. Y he cantado exclusivamente los temas de Busto, que es un disco de Amalia Rodrigues importantísimo en la historia el fado. Bueno, y en la propia vida de Rodrigues.
P. En el disco que hiciste con Raúl huías deliberadamente de la estética musical e incluso física del género.
R. Sí. Yo quería cantar con más libertad y, con los instrumentos tradicionales, que tienen tiempo y reglas, no veíamos cómo. Porque nosotros queríamos hacer lo que sentíamos y no lo que estaba reglado en el fado. Y sencillamente, empecé a cantar mientras Raúl me seguía. Lo hacía como alguien que está aprendiendo y está escuchando y creando. Y yo era, en cierta manera, como una profesora que le estaba enseñando las letras pero dejándolo hacer a su manera. Porque en ese disco lo importante es la emoción y que se logre de forma distinta al fado tradicional.
P. Y eso que el repertorio era purista. Todo clásicos.
R. Yo había decidido grabar fados tradicionales de Amalia Rodrigues pero sin reglas: grabamos con total libertad. Para mí, la música tiene que ser así.
La poesía se engrandece aún más con la música
P. Él aprendía de fado, mientras tú aprendías de su peculiar método de aproximarse a la música.
R. Sí. Es verdad. Yo conocía a Raúl, pero la idea de contar con él fue de Carmo Cruz, mi manager. Ella fue la que consiguió esto. Nos encontramos en Lisboa en el club de fado donde yo canto -ahora no tanto porque no puedo-. Y Raúl fue a escucharme y al día siguiente ya estábamos en el estudio probando la comunicación que teníamos.
P. ¿Podría haber salido mal?
R. Bueno, nosotros tenemos una buena ligación musical. Nos escuchamos y seguimos un camino muy paralelo. Estuvimos siempre muy conectados. Porque hay músicos que pueden ser maravillosos, pero la comunicación no es tan buena. Con Raúl, al primer acorde, la música y la comunicación era estupenda. Y a él le gusta trabajar así.
P. El disco ha tenido un recibimiento entusiasta. Incluso en tu propio país. Ha ganado el Carlos do Carmo.
R. Sí. Ha ganado ese premio y otros más. Ha sido número 1 de World Music en las emisoras europeas y ha logrado otros premios más sí. Pero el Carlos do Carmo ha sido una sorpresa, porque había otros discos que podrían perfectamente ganar este premio. Y ganar el Carlos do Carmo no haciendo fado tradicional es algo que me sorprendió y que me ha hecho muy feliz.
P. ¿Y cómo está la comunidad del fado con las restricciones de la Covid?
R. Los clubs de fado han sufrido mucho, porque han estado año y medio cerrados. Y ahora que están empezando a mejorar, viene el invierno, que es una época más dura por la falta de turistas. Ha sido una época muy dura.
P. En España ha sido muy parecido con los tablaos y las peñas flamencas.
R. Claro. Ha sido igual, y muchos han cerrado. El flamenco y el fado se parecen mucho.
P. ¿Hay algún disco de flamenco que te guste particularmente?
R. No diría que es flamenco… Me encanta Silvia Pérez Cruz; las voces son muy importantes para mí.
P. Anda, pues justo ella actuó el año pasado en Cosmopoética.
R.¿Ah sí? Qué bien. Me encanta.
P. Creo que estudiaste canto y que ibas para cantante de ópera.
R. Sí, empecé a cantar con 10 años en un coro. Después con 15 años entré en el Conservatorio y estuve 5 años estudiando lírico.
P. Bueno, hay algo muy operístico en el fado.
R. Me ha servido la técnica mucho. La respiración y los cuidados de la voz. Pero mi profesora me decía siempre: “Esto no es fado, no cantes con los ojos cerrados”. Y yo decía: ¿Pero por qué tengo que cantar con los ojos abiertos? (Se ríe) Así que al final, me tiró más el fado.
P. ¿Te imaginas otra vida que no fuera la de cantante?
R. Bueno… Yo creo que no. Me encanta el teatro, pero me gusta mucho cantar. No sé hasta qué edad podré cantar (Se ríe). Yo creo que me queda tiempo, pero hay que pensar en todo. De momento no hay plan b, por eso canto.
Me encanta Silvia Pérez Cruz; las voces son muy importantes para mí.
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