El C3A reactiva 'Ecologías de La Paz' e inaugura dos nuevas exposiciones comisariadas desde el CAAC

Triple inauguración este viernes en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), que ha arrancado este viernes un fin de semana repleto de actividades con la segunda parte de la muestra Ecologías de la paz, la última que ha comisariado la fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary en este espacio, así como con otras dos exposiciones gestadas desde el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), con sede en Sevilla, y que es el organismo del que depende el centro cordobés.

La mayor parte del espacio la ocupa la segunda parte de Ecologías de la paz. La muestra se actualiza con nuevas obras de doce artistas internacionalesreconocidos como John Akomfrah, representante del Pabellón Británico en la Bienal de Venecia 2024; la palestina Mirna Bamieh; el artista brasileño y sacerdote candomblé Ayrson Heráclito; Rachel Rose, cuya producción artística explora la relación entre la acción humana, la tecnología y la naturaleza, creando experiencias ambientales que pretenden alterar nuestra percepción de lo real; o el dúo Yarema Malashchuk and Roman Khimei, que presentan The Wanderer, una pieza de vídeo que reflexiona sobre el continuo colonialismo ruso que sufre Ucrania y cómo las imágenes de la guerra en el antiguo bloque soviético se han convertido en una experiencia estética para el ojo occidental.

La exposición, comisariada por Daniela Zyman, directora artística de la Fundación, se podrá ver hasta el 30 de marzo de 2025 en el C3A de Córdoba. Ecologías de la paz muestra como TBA21 ha apoyado desde sus inicios prácticas artísticas visionarias que promueven la transformación social y ambiental y que reimaginan posibilidades de convivencia hacia una “paz justa”.

Si la primera parte de Ecologías de la paz abría un espacio de reflexión para definir la paz más allá de ausencia de guerra, esta segunda parte ahonda en estas prácticas de atención cuidada y reparación de conflictos y de traumas. Así, las piezas exhibidas parten de prácticas como el duelo y el perdón para impulsar la creación de realidades reconciliadoras. 

El trabajo de invocar una paz futura implica desestabilizar y resistir a los mecanismos económicos de destrucción. Esta práctica resuena profundamente en los trabajos de Samson Kambalu sobre líderes africanos y afrodescendientes; en la pieza del cineasta Amar Kanwar, que traza en su película un viaje a través de la música y la poesía de protesta interpretada por artistas de varias regiones de la India en once idiomas; o del libanés Walid Raad, que presenta un proyecto de The Atlas Group—uno de sus alter-ego— donde reutiliza páginas de una colección botánica de flora de Oriente Próximo, sustituyendo de forma delicada los órganos reproductores de las flores -pistilo y estambre- por los rostros de políticos implicados en guerras en Líbano.

Courtney Desiree Morris regresa a Córdoba con una versión cinematográfica de la performance ritual Bendición, celebrada en esta ciudad en 2023. También se muestra el trabajo de Nikita Kadan, quien explora en una extensa serie los posibles dibujos realizados por N., un artista ucraniano de los años cuarenta diagnosticado con el ‘síndrome revisionista’, una enfermedad psicopatológica de la memoria caracterizada por la invención de narrativas históricas para corregir el pasado. Y completan el listado de incorporaciones Nohemí Pérez y la artista de origen dominicano Joiri Minaya, que participa con tres obras que analizan el rol estereotipado de las mujeres en territorios turistificados bajo la etiqueta de ‘paraíso’. La nueva incorporación de artistas y los diferentes proyectos que se exhiben son el ejemplo del compromiso de TBA21 en acompañar a largo plazo a los artistas de la colección

Artistas como catalizadores de cambio sociopolítico

Entre las nuevas obras incorporadas destaca The Wanderer (2022), una instalación de los artistas ucranianos Yarema Malashchuk and Roman Khimei. La pieza, creada durante una residencia artística que tuvo lugar en Ucrania apenas unos meses después del inicio de la escalada del conflicto ruso-ucraniano, tomando diversas obras canónicas de la historia del arte europeo y de la Ucrania post-soviética, recrea a los soldados rusos caídos después de una batalla. La obra critica la visión occidental del conflicto, así como la imagen romántica de la muerte como algo sublime. 

El artista brasileño Ayrson Heráclito participa en la muestra con dos esculturas y una video-instalación. Heráclito es también profesor y sacerdote de la religión afrobrasileña candomblé, práctica sobre la que orbita su obra. El artista propone sus trabajos como una forma de sanación y reparación. Así, la pieza audiovisual O Sacudimento da Casa da Torre e o Sacudimento da Maison des Esclaves em Gorée (2015) muestra en un vídeo de dos canales una performance donde, a través de la técnica del sacudimento, exorciza con hojas sagradas las paredes de dos monumentos de la historia afro-brasileña del esclavismo.

Destacan también las piezas El llanto del bosque (Quemas) II (2023), de Noemí Pérez, y Pitch Black Verdigris Green (2022), de Rachel Rose. El trabajo de estas artistas resulta especialmente relevante porque ambas revisitan con sus trabajos la representación visual de los espacios naturales bajo el paraguas crítico del extractivismo y el ecocidio. 

Programa inaugural: primera visita a España de Manthia Diawara 

Ecologías de la paz está acompañada por un completo programa de actividad que incluye performances, conversaciones y lecturas poéticas donde participan tanto artistas y agentes locales, como expertos y pensadores de relevancia internacional. El reconocido cineasta y teórico Manthia Diawara es el encargado de inaugurar hoy la programación con su  discurso Un mundo con más libertad. El evento tiene lugar a las 19:30h en el espacio Caja Negra del C3A. El artista, que ha presentado sus películas en festivales como la Berlinale y ha mostrado su trabajo en la Serpentine Gallery, participa en la muestra con su nuevo proyecto cinematográfico, apoyado por TBA21, donde reflexiona sobre la vida y obra de la activista norteamericana Angela Davis.

El programa inaugural incluye también una conferencia del artista y cineasta colombiano Manuel Correa. El encuentro tiene lugar el sábado a las 18h en la Caja Negra del C3A. Bajo el título Olvido e impunidad: justicia anamnésica y la construcción de un pasado común, Correa profundiza en la memoria y la reconstrucción post-conflicto en las sociedades contemporáneas y pone sobre la mesa el sugerente concepto de justicia transicional. 

Marine Hugonnier participa, junto a Manuel Correa, a las 19h en una conversación que modera Daniela Zyman. La artista está presente en Córdoba desde la apertura de Ecologías de la paz con la pieza Art for Modern Architecture: Fall of Communism (2017). Hugonnier, que tuvo una exposición individual en 2023 en el Guggenheim de Bilbao, presenta una serie de collages sobre periódicos antiguos que investigan la realidad de la memoria del espectador sobre acontecimientos históricos de todo el mundo y que abordan la disolución del espacio político e ideológico comúnmente denominado bloque del Este. TBA21 lleva trabajando con la artista y apoyando su trabajo desde hace más de 15 años. 

La completa programación inaugural incluye también la performance La llamada de la lluvia. La llamada del tiempo, de la investigadora sonora Bint Mbareh. Un trabajo sobre los poderes de los cantos comunitarios que tiene lugar el viernes 27 a las 23h en la Posada del Potro. En Caja Negra el viernes, a las 20h., el C3A presenta las performances Panorama en tren, de Alegría y Piñero en colaboración con el colectivo Ojo Pértico, y ¡Oh Amalia!, de Mercedes Azpilicueta. En colaboración con el festival Cosmopoética, que este año celebra su vigésima edición, la bailaora Javiera de la Fuente y el guitarrista Daniel Mejía son los encargados de cerrar el programa del fin de semana el sábado a las 20:30h con la performance flamenca Canto a lo poeta. Una ambiciosa programación inaugural que da paso al programa de mediación que acompañará a la exposición hasta su clausura, el próximo mes de marzo. 

De ida y vuelta, de Alegría y Piñero

Además, desde este viernes hasta el 9 de marzo se puede ver también De ida y vuelta, de los andaluces Alegría y Piñero, en la sala T2. De ida y vuelta reunirá una serie de obras enmarcadas en su último proyecto y sus investigaciones en torno a la figuración del lenguaje. Alegría y Piñero despliegan para esta exposición una práctica escultórica basada en el desarrollo de ejercicios retóricos, de estricta mecánica, que cuestionan las relaciones entre palabra e imagen y enajenan el vínculo del objeto y su materialidad.

Así, la exposición incluye esculturas/artefactos que escenifican la fenomenología del tropo y encuentran su expresión en dobleces y pliegues mecánicos, ópticos y lingüísticos, en la vuelta de esta pareja de artistas al C3A.

Alegría Castillo Roses (Córdoba, 1985) y José Antonio Sánchez Piñero (Chiclana de la Frontera, 1975) desarrollan su proyecto conjunto desde hace más de una década. Sus procesos creativos se definen como una mirada circular que genera perspectivas múltiples sobre un mismo centro (Encicloscopio), dando lugar a proyectos de largo recorrido como Prueba de Fuego (2009-2016) y Enciclolalia (2014-2023).

Las mesas danzantes, de Mercedes Azpilicueta

En la sala T3, por su parte, se puede apreciar hasta el 9 de marzo de 2025 la muestra Las mesas danzantes, de la artista argentina Mercedes Azpilicueta, una artista visual y de performance de Buenos Aires que vive y trabaja en Ámsterdam. Su práctica artística reúne a diversos personajes del pasado y del presente, que se manifiestan como voces, formas, textos, rastros y recuerdos en sus obras de múltiples capas.

Se define a sí misma como una “investigadora deshonesta”, navega por múltiples referencias y campos del conocimiento, desde la historia del arte a la música popular, desde la literatura a la cultura de la calle, enamorándose de figuras y trayectorias disidentes -feministas, queer, migrantes- que rondan sus guiones, performances y vídeos.

Sin embargo, su obra nunca se deja llevar por la la reverencia o la fascinación archivística. Al abordar el cuerpo con todos sus defectos y potencialidades -su propio cuerpo, el de sus musas y colaboradores, el de los espectadores, pero también los fantaseados-, Azpilicueta abraza su fragilidad, así como su capacidad de resistencia y cuidado.