Lo ancestral y lo cotidiano: los mundos en armonía de la cantante Laura Edhel

La cantante y compositora cordobesa Laura Edhel acaba de lanzar Pandeia, un sencillo que refuerza su lugar como una de las voces más prometedoras de la escena musical de Córdoba. Este tema, el tercero que publica en 2025, es una nueva demostración de que la música de Edhel nace de un cruce constante entre lo ancestral y lo cotidiano, un diálogo entre la luz y la oscuridad que resuena en cada verso y que se apoya en una delicada composición musical en la que caben lo electrónico y lo acústico.

“Pandeia es una canción profundamente especial para mí”, confiesa la artista en sus redes sobre un tema coproducido junto a Richard Barbieri Pleiss. “No tenía idea de quién era Pandeia, pero su nombre salió de mí en el mismo momento en que la compuse. Más adelante descubrí que Pandeia es la hija luminosa de la luna, símbolo de plenitud y resplandor. La letra nació en un momento de oscuridad, mientras atravesaba un duelo interno que me impedía confiar en mí misma. Sin saberlo, invoqué a Pandeia: esa parte de mí que ya brillaba, aunque yo aún no pudiera verla”.

A través de su música, Laura Edhel crea un espacio de encuentro entre la mitología personal y colectiva, explorando símbolos que cobran vida desde lo más profundo de la experiencia humana. Su propuesta, marcada por un folk pop alternativo de texturas etéreas y emociones crudas, invita a la introspección y al autodescubrimiento.

Nacida en Córdoba, Laura se dio a conocer con The Manbird, un debut cargado de simbolismo que aborda “la fuerza interior, el coraje y la transformación”. “Cada uno de sus temas abre una grieta por la que se filtra la luz de lo oculto, invitando a quienes la escuchan a reconectar con su propia voz y a abrazar el poder de romper límites”, explicaba la propia cantante sobre la que fue su primera canción en llegar a las plataformas.

Con Pandeia, Edhel reafirma esa conexión con lo mágico y lo divino: “Hay algo muy especial en componer desde lo profundo y luego descubrir que el alma ya lo sabía todo”, explica.