Vecinos de San Agustín denuncian inseguridad tras la ocupación de un piso
Vecinos del barrio de San Agustín han denunciado públicamente la situación de inseguridad que vienen viviendo en las últimos meses a raíz, según afirman, de la ocupación de un piso por personas a las que atribuyen “todo tipo de molestias, ruidos, robos, agresiones verbales” y actitudes incívicas. Según ha podido saber este medio, los vecinos han puesto los hechos en conocimiento de la policía y de las autoridades, para que se busque una solución a los problemas que vienen sufriendo.
“Inicialmente, en el piso entró una pareja joven pero siempre ha habido más gente. No es una familia. Por aquí pasan hasta veinte o treinta personas, incluidos niños” según cuenta a este diario una vecina afectada por la ocupación de la vivienda, de unos 55 metros cuadrados. Ella relata un sinfín de “voces, peleas, amenazas, falta de limpieza” que habitualmente salen del piso ocupado, en el que “viven con la puerta abierta”. Se trata de una vivienda del Banco Santander que se encontraba vacía tras un desahucio.
“La situación es insostenible”, se queja esta vecina que convive con “un continuo de peleas, de voces, de malos olores”, no ya solo en el piso sino en su extensión en la calle donde estas personas mantienen su actitud. Cuenta que, “últimamente, Sadeco viene todos los días para limpiar de cómo dejan todo”. También, dada la situación, “casi a diario hay que llamar a la policía, pero se pasan la patata caliente. Si llamamos al 092 (Policía Local) nos dicen que llamemos al 091 (Policía Nacional) y si llamamos al 091 nos dicen que llamemos al 092”, denuncia esta vecina afectada.
Ella y otros vecinos dicen haber sido testigos de cómo estas personas “han intentado ocupar otras casas de la zona”. Y ante esa “inseguridad”, han dado la voz de alarma. Un escrito redactado por algunos vecinos -al que ha tenido acceso este medio- relata el “modus vivendi” de las personas que han ocupado la vivienda, “cual es la delincuencia en diversas formas, las amenazas, el escándalo y los altercados”.
Denuncian que, durante toda la noche, “los incívicos residentes campan a sus anchas sin que nadie les ponga coto, permitiéndose a altas horas de la madrugada y en plena calle, a escasos metros de sus ventanas, cantar flamenco a viva voz, correr, gritar y discutir, generar todo tipo de molestos ruidos y golpes, tratar de acceder a otras viviendas con el claro ánimo de robar.....mientras los residentes atemorizados, permanecen encerrados en sus casas intentando dormir con un ojo abierto ante la perspectiva de ser ellos los próximos afectados por su afán de apropiación de bienes ajenos o, lo que es peor, de ser víctimas de algún tipo de agresión física o verbal”.
Los vecinos señalan que sus quejas han sido puestas en conocimiento de la policía en reiteradas ocasiones y también de las autoridades, “que de momento se haya tomado ninguna medida eficaz al respecto. ¿Será necesario que se produzca alguna desgracia para que hagan algo al respecto?”, se preguntan. De momento, aunque sin materializarse aún, ya ha surgido entre ellos “la idea de organizar patrullas ciudadanas para hacer rondas nocturnas”.
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