El transporte público regresa a la Ribera

Tres años y medio después del corte de la vía por las obras, los autobuses de la línea 3 y 12 de Aucorsa y los taxis regresan al entorno de la Puerta del Puente

A las 15.00 en punto, el transporte público ha regresado a la Ribera (cuyo nombre oficial es la Ronda de Isasa). Casi casi ha sido marcharse la comitiva oficial de presidentes de la Junta, alcaldes, concejales, cargos municipales y autonómicos, periodistas y autoridades de todo tipo y regresar el transporte público (autobuses y taxis) al entorno de la Puerta del Puente, cortada al tráfico por obras desde hace tres años y medio. El Ayuntamiento de Córdoba ha cumplido lo anunciado hace diez días por su concejal de Movilidad, Ana Tamayo, de reabrir al tráfico la zona inmediatamente después de que la Junta entregase de manera oficial las obras. Y así ha sido esta mañana, en un acto presidido por José Antonio Griñán, el alcalde, José Antonio Nieto, y la consejera de Fomento, Elena Cortés.

Los taxis y los buses circulaban despacio, como con miedo, por una zona que ha sufrido una profunda transformación pero que se ha diseñado para su paso. De momento, se desconoce el número de vehículos al día que circularán por la zona. En Córdoba hay 500 licencias de taxi y los autobuses permitidos serán las líneas 3 y 12 de Aucorsa. Estos buses hacen el recorrido Albaida-Fuensanta (el 3) y Naranjo-Sector Sur (el 12). Los primeros pasajeros han estrenado esta tarde las marquesinas diseñadas por el arquitecto Juan Cuenca, responsable de toda la obra en el entorno del Puente Romano, la Calahorra y la Puerta del Puente. En estas marquesinas, hace semanas que Aucorsa le colocó un cartelito nombrando la parada como Puerta del Puente.

Esta mañana, nadie ha hablado de la peatonalización de la zona. Eso sí, en sus discursos tanto el presidente de la Junta como el alcalde han recordado que aunque ya se haya olvidado por el entorno de la Puerta del Puente pasaba la carretera N-IV (y todos los coches que bajaban o subían desde o hacia Madrid), antes de que se construyera el Puente de San Rafael.  Preguntado por la cuestión, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Al Zahara, José Rojas, ha insistido en que “lo que este tramo no puede servir nunca es para conectar Poniente y Levante”.

La apertura de la Ribera al tránsito peatonal se ha producido por tramos, a medida que se han ido culminando los trabajos de urbanización. En la Semana Santa de 2011 se abrieron a la ciudadanía las inmediaciones de la Puerta del Puente para facilitar el paso de las cofradías y en abril de 2012 se hizo lo mismo con el tramo comprendido entre la calle Caño Quebrado y la Puerta del Puente. La culminación de la última fase de las obras a finales del pasado año ha posibilitado que desde entonces fuera accesible el resto del ámbito urbanizado.

El acondicionamiento llevado a cabo en el entorno de la Puerta del Puente, que ha contado con un presupuesto de casi 7,1 millones de euros, ha posibilitado actuar en un total de 340 metros del Paseo de la Ribera, además de en aproximadamente 100 metros de la calle Santa Teresa Jornet. Con los trabajos ejecutados, este enclave histórico y patrimonial y de gran atractivo turístico ha vuelto a recuperar su alzada histórica, después de la depresión progresiva experimentada a lo largo de los años como consecuencia de las continuas elevaciones sufridas para impedir los posibles efectos de las riadas del Guadalquivir. Para lograrlo, se ha eliminado el foso, se ha modificado el pretil de piedra existente y se ha deprimido el entronque entre el Puente Romano y la Ribera en dicho espacio.

La obra se ha completado con la apertura de una nueva vía que prolonga la plaza del Canónigo Torres Molina y conecta la calle Corregidor Luis de la Cerda y el Paseo de la Ribera, salvando el desnivel existente con una escalinata, debido a la notable diferencia de cota entre ambos puntos. En la pavimentación de toda esta zona se ha empleado mármol de Caravaca.