Dos médicos y una enfermera, agredidos tras negarse a derivar a un paciente al especialista
El Sindicato Médico de Córdoba ha lamentado y condenado este jueves “enérgicamente” una agresión verbal y física sufrida por dos médicos y una enfermera en el centro de salud de Lucano de la capital, “un nuevo episodio que se suma a la larga lista de hechos intolerables que padecen los profesionales sanitarios en el ejercicio de su labor asistencial”.
Según ha informado el sindicato, “aunque en esta ocasión no se han producido daños físicos graves, el impacto psicológico y emocional de este tipo de agresiones resulta con frecuencia más doloroso y duradero que el daño corporal”. “Ningún profesional sanitario debería acudir a su trabajo con miedo a ser insultado, amenazado o agredido”, han subrayado.
En concreto, el sindicato ha detallado, según los datos recabados, que “los hechos ocurrieron cuando un usuario exigió derivaciones a tres especialidades hospitalarias y, al ser informado de que era necesario justificar clínicamente -hacer una historia clínica- tales derivaciones, reaccionó con insultos y violencia, llegando a lanzar una silla contra el personal sanitario”.
Desde el Sindicato Médico de Córdoba han recordado que “el médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria es un especialista con formación MIR, cuya labor no se limita a tramitar derivaciones, sino que se basa en el rigor clínico, el razonamiento científico y la atención integral al paciente”, a lo que ha agregado que “la consulta médica no es un supermercado ni el médico un mero dispensador de servicios, sino un espacio de encuentro, confianza y respeto, donde el conocimiento técnico debe equilibrarse con el humanismo propio de la profesión”.
Así, han advertido de que “actitudes violentas como las de este individuo rompen ese equilibrio y ponen en riesgo la relación médico-paciente, la seguridad de los profesionales y la calidad asistencial”. El Sindicato Médico de Córdoba ha convocado una concentración de repulsa el lunes 27 de octubre, a las 10:00, en el centro de salud de Lucano, a la que se ha invitado a la Delegación Territorial de Salud, a la Dirección Gerencia de los Distritos Sanitarios Córdoba y Guadalquivir, al Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Córdoba y al resto de organizaciones sindicales.
Una vez más, han exigido a la administración “medidas efectivas y no meramente simbólicas: presencia de vigilantes de seguridad en centros conflictivos, protocolos de actuación reales y ágiles, apoyo jurídico y psicológico inmediato a los profesionales agredidos y un cambio estructural en la gestión de la demanda asistencial, que reduzca la sobrecarga y la tensión que viven los médicos y el conjunto del personal sanitario”. “La violencia contra los profesionales sanitarios es la expresión más dolorosa del deterioro del sistema sanitario público. Y frente a esa violencia, este sindicato no callará”, han subrayado.
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