Unidas Podemos propone que el Alcázar, antigua prisión franquista, sea declarado lugar de Memoria
La parlamentaria de Unidas Podemos por Andalucía (UPporA) en la provincia de Córdoba, Ana Naranjo, solicitará al Gobierno andaluz que señalice y catalogue como lugares de Memoria el Alcázar de Córdoba, los conventos de San Cayetano (Córdoba) y los Padres Franciscanos (Lucena) y el centro Reto de Córdoba la Vieja por su significación como espacios de represión franquista y de organización interna de forma de resistencia.
Naranjo ha recordado que la catalogación como lugar de Memoria está contemplada en la Ley Andaluza de Memoria Democrática como medida de reparación y salvaguarda histórica, y se aplica a “espacios, inmuebles o parajes de interés por haberse desarrollado en él hechos de singular relevancia” o “por su repercusión en la memoria colectiva”.
En concreto, el Alcázar de Córdoba, antigua cárcel provincial, fue “prisión política durante la Guerra Civil y militar durante la posguerra”, que concentró hasta 1944, cuando fue inaugurada la nueva prisión, la represión franquista sobre los prisioneros republicanos. Miles de hombres y mujeres pasaron por este espacio carcelario, muchos de los cuales fueron fusilados en las tapias de los cementerios de la Salud y de San Rafael.
Las investigaciones de Moreno Gómez, Ricard Vinyes o Carme Molinero, entre otros, recogen numerosos testimonios de las violaciones de derechos humanos, violencia y torturas realizadas en el Alcázar, una realidad que, según Naranjo, “es desconocida por buena parte de la sociedad dentro y fuera de Córdoba”, pese a su importancia, al tratarse de “uno de los principales monumentos de la ciudad, que visita más de medio millón de personas al año”.
Por su parte, el terreno de Centro Reto dentro de la finca de Córdoba la Vieja, que acoge en su subsuelo parte de las ruinas de la antigua ciudad califal de Medina Azahara, acogió a final de la Guerra Civil un gran campo de concentración franquista conocido como Suerte Chica o Suerte de los Prisioneros, que estuvo activo desde enero de 1939 y noviembre del mismo año. El espacio, que alberga en la actualidad un centro de rehabilitación de drogodependencias, llegó a congregar a 4.000 prisioneros“.
También los conventos de los Padres Franciscanos, en Lucena, y el convento de San Cayetano e Iglesia del Buen Pastor, en Córdoba, funcionaron como espacios de represión franquista entre 1938 y 1939. El primero llegó a superar los 1.500 prisioneros, aunque su capacidad era de 300. El segundo de ellos superó el millar de prisioneros.
La diputada andaluza ha afirmado que la señalización y catalogación de estos espacios como Lugares de Memoria de Andalucía puede suponer “una oportunidad para contribuir a sacar del olvido parte de la historia silenciada de la provincia”, al tiempo que “nos permite rendir homenaje a las personas que sufrieron la represión y cuyas historias han sido borradas intencionadamente del relato oficial”. Para Naranjo, “es fundamental que la ciudadanía cordobesa conozca su propia historia, y estos espacios pueden convertirse en una herramienta para la divulgación y para la salvaguarda de la Memoria”.
Además, ha recordado que durante toda la legislatura “no ha habido una sola declaración de Lugar de Memoria en Andalucía por la falta de voluntad política del Gobierno de Moreno Bonilla, que ha demostrado un nulo compromiso con la consecución de los derechos de Verdad, Justicia y Reparación al paralizar toda política pública encaminada a garantizarlos”. Naranjo ha recordado que la recuperación de la Memoria “es un mandato de la ley estatal y la andaluza, que se aprobó en 2017 con una amplia mayoría y que ha estado congelada por falta de desarrollo desde la entrada de la ultraderecha a las instituciones”.
0