Solo donados por el interesado: el control de la Universidad para evitar el tráfico ilegal de cadáveres destapado en Valencia
Esta semana, la Policía Nacional ha desarticulado en Valencia una presunta trama criminal relacionada con la venta de cadáveres. El entramado falsificaba documentación para poder retirar los cuerpos de hospitales y residencias y, posteriormente, venderlos a universidades para su estudio por 1.200 euros cada cadáver. Contra este tipo de actuación ilegal, la Universidad de Córdoba (UCO) ha dado a conocer el control que se lleva a cabo con los cadáveres que llegan a sus instalaciones para el aprendizaje del alumnado que necesitan contar con cadáveres para sus prácticas.
Así, la Universidad de Córdoba asegura que “sólo se admiten cadáveres cuya donación se haya realizado en vida por el propio interesado, siempre y cuando en el momento del fallecimiento, se cumplan unos estrictos requisitos sanitarios para su aceptación”.
Además, “tras su utilización con fines docentes, el cadáver es incinerado y las cenizas son depositadas en el cementerio. En todos los casos, existe un rígido control de documentación”, que evite casos como los ocurridos en la trama de Valencia, con falsificaciones de documentos para hacer la venta de cadáveres.
“Protocolos estrictos”
Las medidas que toma la UCO son aplicadas también en el resto de universidades andaluzas. Según recoge Europa Press, las universidades públicas de Andalucía defienden que siguen protocolos “estrictos, específicos y muy exhaustivos” para admitir cadáveres con los que poder realizar labores de investigación y formación de los estudiantes relacionados con grados de Ciencias de Salud. Protocolos en los que se establece que sólo se admiten cadáveres procedentes de donaciones, ya sea de familiares o de la persona en vida, y “en ocasiones, de casos procedentes de los juzgados de personas que fallecen sin que se conozca ningún familiar”, aunque en estas circunstancias “al final de la investigación, hay que proceder a la incineración”, aclaran en el caso de la Universidad de Sevilla.
Con esta “rígida reglamentación”, las universidades públicas andaluzas se desmarcan de la operación revelada por la Policía en Valencia. En la Universidad de Sevilla (US), fuentes académicas explican que “sólo se admiten cadáveres directamente de donaciones de familiares y bajo una rígida reglamentación”. Una vez realizadas las “tareas de investigación”, el cadáver es enterrado o incinerado. Se le comunica tanto a la Administración como a los familiares y se le entregan las cenizas a la familia. “En ocasiones, puede entrar algún caso procedente de los juzgados de personas que fallecen sin que se conozca ningún familiar. Pero igualmente, al final de la investigación, se procede a la incineración. En todos los casos, existe un rígido control de entradas y salidas”, argumentan.
El director del departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada (UGR), José Carlos Prados, insiste en la línea de la US: “La donación de cuerpos a la ciencia se encuentra regulada por una normativa muy estricta y que está en consonancia con la Sociedad Anatómica Española”. La persona que quiera donar su cuerpo a la ciencia tiene que ir “personalmente al departamento, dar su consentimiento, aportar sus datos y tienen que firmar dos testigos en el momento de la donación”. Prados remarca que estas donaciones son “trascendentales porque son un material que después nos servirá para formar a médicos, enfermeros, fisioterapeutas... Además, a los alumnos les transmitimos la importancia que tiene este acto de generosidad”.
Un patrón similar siguen en la Universidad de Málaga (UMA), donde “sólo trabajamos con donaciones y con protocolos estrictos”, señalan fuentes universitarias a preguntas de Europa Press. En el caso de la Universidad de Cádiz (UCA), el protocolo --actualizado en 2019-- es “específico y muy exhaustivo” y está publicado en la web para “mayor claridad”. En dicho documento, se recoge que debe ser el donante el que “firme y autorice” la cesión de su cuerpo a la Universidad. “Una vez en las dependencias de la Facultad de Medicina, el Departamento de Anatomía y Embriología Humanas será el único responsable de su preservación, cuidado y conservación hasta que, una vez completado su estudio se proceda a su incineración”, señala el documento.
Fuentes de la Universidad de Jaén (UJA) explican, por su parte, que en el caso de la Facultad de Medicina --“que está echando a andar prácticamente”-- ahora trabajan con sistemas de simulación, aunque no descartan “en un futuro” el poder hacerlo con cadáveres de verdad. La Universidad de Almería (UAL) detalla que los cuerpos que se emplean para el aprendizaje práctico en el Grado de Medicina, que arrancó en el año 2022-2023, “llegan a través de un convenio de carácter académico rubricado con la Universidad Miguel Hernández de Alicante, que cede los cadáveres que se emplean en cada curso bajo estrictos controles de identificación y trazabilidad”.
Fuentes de la universidad almeriense han detallado que “no se admiten donaciones de cuerpos, de modo que los modelos que llegan a las instalaciones del campus de La Cañada lo hacen exclusivamente a través de este acuerdo científico entre universidades. De otro lado, la UAL ”cuenta con un novedoso sistema de simulación virtual pionero en Andalucía denominado 'Anatomage', una gran tablet con información de varios cuerpos reales que permite abundar en el estudio de la Anatomía, Fisiología e Histología de los sujetos“.
Sociedad Anatómica Española
Tras conocerse la existencia de un entramado criminal que habría presuntamente traficado con cadáveres, la Sociedad Anatómica Española (SAE), se ha desmarcado de los hechos asegurando que esta situación “se encuentra absolutamente al margen del proceso de donación de cuerpos con fines científicos que, tradicionalmente, ha sido gestionado por las universidades públicas españolas y por el que esta Sociedad ha velado en los últimos 70 años con objeto de que éste sea llevado a cabo con los máximos requerimientos éticos y de calidad”.
Desde su fundación, la Sociedad “promueve la investigación y la docencia en Anatomía organizando congresos, simposios y jornadas, además de editar su propia revista científica. En estos encuentros, la Donación de Cuerpos ha sido objeto de numerosos estudios y análisis reflejados en documentos conocidos como el Acta de Barcelona (1996) y el Acta de Madrid (2015), que establecieron un protocolo consensuado de buenas prácticas”.
Desde 2017, la SAE dispone de una Comisión para la Reglamentación de las salas de disección con el objetivo de redactar un nuevo documento de consenso para establecer una normativa que regule los diversos aspectos de la donación de cadáveres a la Ciencia en España. Esta iniciativa ha dado lugar al establecimiento del Programa Nacional de Donación de Cuerpos (Pronadocu), al que se han unido hasta el momento varias universidades públicas.
“Pese a estos esfuerzos, no se ha conseguido establecer un marco legal común a todo el Estado que regule todos los aspectos legales y de reglamentación interna, éticos, sanitarios y de seguridad, logísticos, de funcionamiento y económicos de los servicios de donación y salas de disección en forma de un Libro Blanco. La SAE ha buscado el consenso de las instituciones académicas, así como el apoyo de otras instancias responsables de la Educación y la Salud, hasta ahora sin resultados”.
0