Córdoba apura el peor mes para los hoteles con cinco cerrados y los días de más calor

El mes de julio es el que suele ser el peor para la ocupación de los hoteles de Córdoba y, en este año, no está siendo una excepción. En plena canícula, con varias jornadas de manera continuada rondando o superando la barrera psicológica de los 40 ºC, los turistas que se alojan en los hoteles de Córdoba rondarán el 40% de la ocupación.

Es a lo que aspiran a llegar o superar en algo, una cifra similar a la que se dio en el mes de julio del año pasado, cuando los hoteles de Córdoba se quedaron en el 39,72% de ocupación, según los datos aportados a este periódico por la Asociación de Empresarios de Hospedaje (Aehcor), recabados del Instituto Nacional de Estadística (INE).

“Este año esperamos llegar a eso”, indica el presidente de Aehcor, Manuel Fragero, aunque de momento la cifra aún está por debajo. Y es que, como constata, en este mes “la demanda ha caído sustancialmente”.

Se da la circunstancia, además, que durante el mes de julio, con el calor que sufre Córdoba, hay cinco hoteles cerrados. “No sabemos si en agosto estarán cerrados, pero en julio lo están”, dada la baja ocupación que llega a los alojamientos hoteleros de la ciudad en estas fechas.

Piscinas como oasis

La demanda de los turistas que llegan a Córdoba en estas fechas veraniegas se nota en los hoteles con piscina, que vienen a tener alrededor de un 15% más de peticiones de alojamiento que el resto, señalan desde Aehcor. Y es que una piscina puede hacer de la estancia en Córdoba un pequeño oasis donde refrescarse de las altas temperaturas, después de haber visitado la ciudad y poder pasar a remojo las horas de más calor.

“Es público y notorio que en Córdoba hace calor” en este mes, dice Fragero, pero advierte que “también hace en Sevilla y no pasa lo mismo”, señala en relación al bajo índice de ocupación de los hoteles. Y añade que también influye que la actividad y oferta turística se paralice por las tardes en la ciudad, donde muchas entidades, museos y monumentos adaptan sus horarios y no están abiertos en las horas de más calor.