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El PSOE advierte que el cierre de Garoña “no debe afectar a los planes de sellado” de El Cabril

Vista aérea de El Cabril.

Redacción Cordópolis

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El diputado nacional del PSOE por Córdoba, Antonio Hurtado, ha advertido que el previsto “cierre de Garoña o de cualquier otra central nuclear” del país “no debe afectar a los planes de sellado” establecidos para el Centro de Almacenamiento de El Cabril, ubicado en el norte de la provincia cordobesa, “ni tampoco a su funcionalidad actual”.

Así lo ha destacado el diputado socialista, en declaraciones a Europa Press, tras la respuesta que ha dado el Gobierno de la Nación a sus preguntas sobre este asunto, confirmando el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy que los residuos radiactivos de baja y media actividad procedentes del desmantelamiento de la central nuclear de Garoña “serán almacenados de forma definitiva en El Cabril”.

En concreto, Hurtado preguntó el pasado agosto al Gobierno sobre el proceso de desmantelamiento de Garoña, por la cantidad y el tipo de residuos radiactivos que ello generará, si el destino de los mismos será El Cabril, si dicha instalación tendrá capacidad suficiente para almacenarlos, y si el cierre de la citada central nuclear supone “algún cambio respecto a las previsiones de sellado de El Cabril tras el colmatado de las celdas actuales”.

Ante esto, el Gobierno, en respuesta escrita a Hurtado de la pasada semana a la que ha accedido Europa Press, ha explicado que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), dependiente del Ministerio de Energía y que gestiona El Cabril, “está en proceso de preparación de la documentación necesaria para la solicitud de autorización de desmantelamiento” de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, de cuya titularidad, ahora en manos de la sociedad Nuclenor, se hará cargo.

Mientras la central nuclear pasa a manos de Enresa, Nuclenor “deberá, entre otras labores, acondicionar los residuos operacionales, efectuar la descarga del combustible gastado de la piscina a los contenedores suministrados por Enresa, para su disposición en un Almacén Temporal Individualizado (ATI) en el emplazamiento de la central, como paso previo a su remisión al Almacén Temporal Centralizado (ATC), cuando éste se encuentre disponible, así como colaborar con Enresa en el conjunto de las actividades preparatorias para el desmantelamiento”.

En el caso de los residuos radiactivos de baja y media actividad o de muy baja actividad, el Ejecutivo ha precisado que “serán almacenados de forma definitiva en El Cabril”, aclarando que “las cantidades exactas de residuos radiactivos a gestionar, así como el calendario de su gestión se podrán concretar cuando esté disponible el correspondiente Plan de

Desmantelamiento, si bien cabe señalar que la mayor parte de los residuos generados durante los desmantelamientos de centrales nucleares son residuos convencionales, siendo la práctica de Enresa, en este tipo de proyectos, la de desarrollar al máximo una política de reciclaje“.

Así, “con excepción de los residuos radiactivos y los residuos tóxicos y peligrosos, el resto de materiales será sometido a estas prácticas, bien en el propio emplazamiento o bien en el exterior por gestores autorizados”. De hecho, “en el desmantelamiento de la central nuclear Vandellós la reutilización y reciclaje de materiales superó la cifra del 90%”.

En cualquier caso, los residuos radiactivos que genere el desmantelamiento de Garoña, según ha indicado el Ejecutivo, “serán gestionados dependiendo de su tipología”, de modo que “el combustible gastado y los residuos de alta actividad serán almacenados temporalmente en el ATI”.

En cuanto a la capacidad de El Cabril, el Gobierno ha afirmado que “en la actualidad la capacidad remanente de esta instalación en relación, tanto con los residuos radiactivos de media y baja actividad, como con los de muy baja actividad, es superior al volumen de residuos que generará el desmantelamiento de esta central, no suponiendo este desmantelamiento cambio alguno respecto a las previsiones de sellado de El Cabril, tras el colmatado de las celdas actuales”.

Reacción de Hurtado

Al recibir esta respuesta del Gobierno a sus preguntas, Hurtado ha señalado que “el cierre de Garoña o de cualquier otra central nuclear no debe afectar a los planes de sellado que tiene el Cabril ni a su funcionalidad actual”, añadiendo que Andalucía, en general, y “Córdoba, en particular, han pagado con creces su cuota de solidaridad en esta materia, garantizando, durante más de 30 años y por un periodo de 300 años, el tratamiento y almacenamiento seguro de los residuos de media y baja actividad que se producen en el conjunto del Estado”.

Además, según ha señalado el diputado socialista, “la mayoría de los residuos que se almacenan en El Cabril proceden del desmantelamiento de las centrales nucleares y, en menor medida, de investigaciones científicas diversas y de tratamientos médicos”.

En consecuencia, para Hurtado “es razonable que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el Gobierno de la Nación se opongan a la ampliación de El Cabril, garantizando su clausura y sellado una vez se complete la capacidad legalmente autorizada y los efectos de la orden que la regula”.

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