Pozoblanco se reencuentra con la maldición de Paquirri

El Ayuntamiento de Pozoblanco ha anunciado que el torero Vicente Ruiz ‘El Soro’ será el pregonero de la Feria y Fiestas de Nuestra Señora de las Mercedes 2024, que se celebrará en el Teatro El Silo el viernes 20 de septiembre. El alcalde de la localidad, Santiago Cabello, ha explicado que “es un lujo poder contar con él en el año que se cumplen 40 años de la muerte de Francisco Rivera ‘Paquirri’ y ha explicado que el ofrecimiento del pregón al diestro ”es un homenaje no solo a Vicente sino a la terna que actuó aquel 26 de septiembre de 1984 y de la que hoy solo queda él como testimonio vivo de un momento que ha quedado grabado para siempre en nuestra Historia“.

Cabello también ha recordado que “la presencia de El Soro ha sido constante en Pozoblanco desde aquella jornada y siempre ha defendido nuestra ciudad, sus virtudes, su gente y la importancia de nuestra plaza de toros y de nuestra gran afición taurina en todos los foros que ha participado”. En ese sentido, ha explicado que “El Soro, siempre guiado por su gran corazón, ha ejercido como embajador de Pozoblanco durante todos estos años y este pregón es el momento de demostrarle ese cariño que ha mantenido siempre intacto incluso en los momentos más complicados de su vida”.

“Estoy seguro de que será una noche muy especial, inolvidable, en la que podremos recordar a Paquirri como merece, como el gran torero que fue y cuya memoria sigue viva en el corazón de todos los aficionados y de las personas que lo conocieron y lo quisieron”, ha explicado Cabello.

Vicente Ruiz ‘El Soro’ nació en la localidad valenciana de Foyos en mayo de 1962. Tomó la alternativa en 1982 y desde muy pronto comenzó a destacar en las plazas de España y América por su gran valentía y por su brillantez en el tercio de banderillas. En 1984, con 23 años, participó en la corrida celebrada en Pozoblanco el 26 de septiembre, junto a Paquirri y José Cubero ‘El Yiyo’.

Tras la muerte de Francisco Rivera esa jornada y de El Yiyo en agosto del año siguiente en Colmenar Viejo, El Soro ha mantenido siempre constante el recuerdo de sus compañeros y de aquella tarde, así como su amor por Pozoblanco, una ciudad a la que ha vuelto una y otra vez tanto en sus años de matador de toros como tras su retirada de los ruedos.