Hallan pinturas rupestres en el interior de una cueva de Adamuz
Durante una salida de reconocimiento del terreno en las calizas carboníferas de Adamuz, el Grupo Espeleológico Kart-Oba (GEKO) localizó una pequeña cavidad que, aparentemente, no tenía interés desde el punto de vista espeleológico pues la única galería existente se hacía impracticable a los pocos metros. Sin embargo, antes de salir de la cueva, los miembros de la exploración se percataron de unas manchas con pigmento rojo en las paredes. Como dicta el protocolo, se realizó el pertinente comunicado a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y, tras la revisión por parte de los arqueólogos, se confirmaron las sospechas: se trataba de arte rupestre.
Cueva Carlota (como ha sido llamada por sus descubridores) supone un hito relevante en el municipio y en las comarcas a las que pertenece: Alto Guadalquivir, donde no se había documentado ninguna manifestación de arte rupestre hasta la fecha y Sierra Morena Cordobesa, que cuenta con una escasa representación de las mismas.
Con este hallazgo son ya cuatro las estaciones de arte rupestre que GEKO ha aportado a la arqueología en la provincia de Córdoba en su corta trayectoria, además de otros descubrimientos, como los restos cerámicos de origen califal de la Cueva de Al-Kanz (Espiel) y la Sima de La Botella (Priego de Córdoba).
GEKO se ha caracterizado desde sus inicios por priorizar la vertiente científica de la espeleología, realizando numerosas prospecciones sistemáticas sobre el terreno en busca de nuevas cavidades para su posterior exploración y estudio.
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