La gripe aviar cerca al mayor reservorio de aves silvestres de Córdoba

La temida gripe aviar ha hecho su aparición cerca de uno de los enclaves naturales más valiosos de la provincia de Córdoba. Una cigüeña común (Ciconia ciconia), localizada muerta en el río Cabra, en el término municipal de Aguilar de la Frontera, y próximo a la laguna de Zóñar, ha dado positivo al virus de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (H5N1), según ha confirmado el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid).

El caso, detectado el pasado 24 de octubre y comunicado este pasado lunes 27, supone la primera confirmación de esta enfermedad en las inmediaciones del mayor reservorio de aves silvestres de Córdoba, según ha podido confirmar este periódico a través de fuentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

La muestra fue remitida por el Programa de Vigilancia Epidemiológica de la Fauna Silvestre en Andalucía. No era la primera, desde septiembre se han hallado en la zona varios ejemplares sospechosos, aunque todos los análisis anteriores habían resultado negativos.

La confirmación de este caso positivo, sin embargo, no ha supuesto la modificación del nivel de alerta, al tratarse de un caso en especie silvestre, según señaló la Consejería de Medio Ambiente. Es una decisión un tanto singular, ya que Zóñar es un espacio con una alta concentración y tránsito de aves migratorias, como lo es también Doñana, donde también hace meses que penetró la gripe aviar, y donde sí se elevó a nivel 2 la alerta.

En Córdoba, de momento, las Zonas de Especial Riesgo (establecidas por la Orden APA 2442/2006 de 27 de julio) comprenden los municipios de Alcaracejos, Belmez, Espiel, Obejo, Pozoblanco, Villaharta, Villanueva del Rey y Villaviciosa de Córdoba. En estas áreas se aplican restricciones específicas sobre la cría de aves al aire libre y la celebración de concentraciones o ferias avícolas. Ni Aguilar de la Frontera ni Zóñar están dentro de estas Zonas de Especial Riesgo, por el momento.

Un enclave único y vulnerable

La laguna de Zóñar, situada a escasos cinco kilómetros de Aguilar de la Frontera, constituye el único lago natural de Andalucía y uno de los ecosistemas más valiosos del sur peninsular. Alimentada por acuíferos subterráneos y con una profundidad que alcanza los 16 metros, Zóñar mantiene unas condiciones de temperatura y oxigenación que favorecen una gran riqueza biológica. En sus aguas se desarrollan los nutrientes necesarios para sustentar más de 30 especies de aves, muchas de ellas de carácter migratorio.

Bajo la principal ruta que une Europa y África, Zóñar actúa como punto de descanso y refugio para miles de aves durante sus desplazamientos estacionales. En los meses más cálidos, además, se convierte en un oasis donde encuentran agua y alimento especies amenazadas como el pato malvasía de cabeza blanca, símbolo de la laguna y una de las joyas ornitológicas más valiosas del país.

Por su singularidad ecológica, la laguna de Zóñar está protegida desde 1984 e incluida en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (Convenio Ramsar). Tres años más tarde, en 1987, fue catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) dentro de la red europea Natura 2000.

Entre las especies que habitan o visitan regularmente la laguna se encuentran la focha común, la gallineta, el cormorán grande, la gaviota sombría, la cigüeñuela, el aguilucho lagunero o el zampullín cuellinegro. Todas ellas forman parte de un delicado equilibrio ecológico que se extiende también a la vegetación del entorno, dominada por cañaverales, juncos, sauces y tarajales, que conviven con los olivos y viñedos característicos de la campiña cordobesa.

Vigilancia y prevención

Tras la confirmación del caso, la Junta de Andalucía ha recordado que el virus H5N1 afecta principalmente a las aves y que el riesgo de transmisión a humanos es muy bajo, aunque insisten en la importancia de no manipular animales enfermos o muertos y de notificar cualquier hallazgo sospechoso.

La aparición de la gripe aviar en Zóñar supone un desafío para la conservación de uno de los humedales más emblemáticos de Andalucía, cuya riqueza natural se sustenta precisamente en la convivencia de multitud de especies. Las próximas semanas serán claves para determinar el alcance del brote y garantizar que este santuario de biodiversidad siga siendo un refugio seguro para las aves que cada año encuentran allí descanso en sus viajes migratorios.