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Castro del Río se manifiesta contra la instalación de macroplantas de biometano

Manifestación en Castro del Río

Cientos de vecinos se concentraron en la noche del pasado jueves en la Plaza del Ayuntamiento de Castro del Río para exigir la paralización de los proyectos de macroplantas de biometano previstos en el entorno del municipio. La protesta, convocada por la Plataforma Ciudadana Stop Biometano Castro del Río, ha culminado con la lectura pública de un extenso manifiesto en el que el colectivo expuso sus motivos para rechazar estas instalaciones.

La plataforma ha subrayado que su movimiento es “pacífico, firme y apolítico”, y que su objetivo principal es defender “la salud, el bienestar y el futuro” de la localidad. En el manifiesto se ha insistido en la necesidad de disponer de información clara, garantizar que las administraciones velen por la salud vecinal y evitar que la transición energética “se haga a costa de la población rural”.

Uno de los ejes centrales del argumento han sido los posibles efectos negativos sobre la salud. La plataforma ha citado ejemplos de otras localidades donde estas plantas ya están operativas, asegurando que generan “olores insoportables, ruidos constantes y un aumento del tráfico pesado”. Además, alertaron del riesgo de partículas y bioaerosoles derivados del tratamiento de materia orgánica, que podrían acarrear enfermedades respiratorias, alergias o irritaciones.

Manifestación en Castro del Río

El colectivo ha advertido también de que el biogás puede contener compuestos como el ácido sulfhídrico y ha cuestionado que los beneficios económicos compensen los potenciales riesgos. “La salud de nuestra población no debería venderse por cinco puestos de trabajo y un puñado de euros”, afirmaron.

Temor al “efecto llamada” y a un cambio del modelo rural

Otro de los puntos destacados fue el llamado efecto llamada. Según ha expuesto la plataforma, la gran demanda de materia orgánica para alimentar estas instalaciones podría favorecer la proliferación de macrogranjas y atraer camiones de otras zonas, generando más emisiones y tránsito pesado.

Los convocantes han sostenido que estas macroplantas amenazan el modelo económico local, basado en el olivar. Temen que partículas procedentes de las instalaciones afecten a la calidad del aceite, que aumente la presión sobre los acuíferos y que el digestato —el residuo generado por las plantas— pueda alterar los suelos o contaminar aguas subterráneas si no se gestiona de manera estricta. El manifiesto también ha denunciado que tanto la Hoja de Ruta Nacional para la Biometanización como la Alianza para la Biometanización de Andalucía han impulsado un marco legal favorable a la industria, pero “a espaldas de la ciudadanía rural”.

Tres exigencias principales

La plataforma ha resumido sus reivindicaciones en tres demandas:

  • A la Junta y a los grupos políticos, un marco normativo que proteja la salud y priorice los intereses de los habitantes frente a los de los grandes inversores.
  • Al Ayuntamiento de Castro del Río, explorar todas las vías legales y técnicas posibles para frenar la implantación de este tipo de industria.
  • A todas las administraciones implicadas, transparencia, rigor técnico e información periódica a la ciudadanía sobre cualquier documentación o solicitud relacionada con las macroplantas.
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