Nieto acusa a Díaz de montar “un paripé” en su visita a Córdoba

El candidato del PP asegura que según le han informado el autobús de campaña del PSOE “había dormido en Córdoba” y considera que la presidenta en funciones de la Junta solo vino “a tomarse un café con su sucursal cordobesa”

La polémica sobre el uso de coches oficiales en campaña está protagonizando estos últimos días. Esta mañana, el candidato del PP a la reelección en la Alcaldía, José Antonio Nieto, ha vuelto a hablar sobre el asunto. A preguntas de los periodistas, Nieto, al que la agrupación de electores de Ganemos Córdoba denunció ante la Junta Electoral por usar el coche del Ayuntamiento para actos de campaña y que ayer instó a esta formación a preguntar cómo había venido Díaz a la ciudad, ha acusado a la presidenta en funciones de montar “un paripé” en su visita.

Ayer, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Emilio Aumente, acusaba a Nieto de mentir, afirmando que Susana Díaz había llegado a Córdoba a bordo del autobús de campaña del PSOE. Esta mañana, el candidato popular ha afirmado, incluso, que según le habían informado el autobús de campaña del PSOE “había dormido” la noche anterior “en Córdoba”, y acusaba, por tanto, a Susana Díaz de montar un “paripé” en su visita.

Nieto, además, ha insistido en que Susana Díaz “vino a tomarse un café con su sucursal cordobesa, con las personas que tienen que hacerle el trabajo a la Junta para no cumplir con los cordobeses”, en referencia, sin nombrarla, a la candidata del PSOE a la Alcaldía, Isabel Ambrosio.

No obstante, rechazó “entrar en polémicas de este tipo por que es bastante absurdo”, en referencia al uso de los vehículos oficiales en campaña electoral. “Sigo siendo alcalde de Córdoba para lo bueno y para lo malo”, afirmó. “El coche oficial en todo lo que sea oficial es donde se va a usar”, destacó. Y añadió que “¡ojalá pudiera dedicarme solo a la campaña electoral, que es lo que hacen el resto de candidatos!”.

En este sentido, Nieto consideró que “el mayor favor” que le podrían hacer “no es solo que no tuviera que utilizar el coche oficial, sino que no tuviera que hacerme cargo de todas las responsabilidades que tiene un alcalde que tiene que hacerlo compatible con una campaña electoral muy dura y muy compleja para todo el mundo, pero especialmente para quien tiene que hacer las dos cosas al mismo tiempo, gestionar una ciudad de 330.000 habitantes y hacer una campaña por lo menos con la misma intensidad que el resto de candidatos”.