Un millón de euros de coste por tener que retirar hasta 300 toneladas de toallitas de la red de Emacsa al año

La empresa municipal de agua de Córdoba, Emacsa, que se ocupa del mantenimiento de la red de saneamiento de la capital, debe retirar los residuos que acaban en ella y que pueden provocar perjuicios a la misma. Y, entre ellos, está el conocido 'monstruo de las toallitas', un voluminoso desecho que provocan las toallitas higiénicas que no se deben tirar al inodoro, pero que sí acaban en el WC en muchos hogares y terminan en la red de saneamiento de la ciudad. Hasta 300 toneladas de toallitas retira Emacsa al año y esto supone un coste directo de alrededor de un millón de euros.

Así lo ha puesto de manifiesto el presidente de Emacsa, Daniel García Ibarrola, en conversación con Cordópolis este miércoles, justo cuando se conmemora el Día Mundial del Saneamiento, que la empresa municipal quiere aprovechar para intensificar la labor de concienciación ciudadana en este ámbito. “Si se utiliza un WC como una papelera, podemos tener problemas que perjudican a la red con obstrucciones y taponamientos”, señala en alusión al “gran problema” que suponen las toallitas que se tiran a la red. “Aparte del daño que puede causar a la propia red y al medio ambiente, está también el daño económico por el coste que tiene su retirada”. Un coste directo que llega al millón de euros por la retirada y gestión de este tipo de residuos.

Por eso, la empresa municipal apuesta por trabajar en la concienciación ciudadana sobre la importancia de la red de saneamiento -que cuenta con 860 kilómetros-, y cuyo mantenimiento en perfecto estado comienza con el buen uso que se le dé desde cada uno de los hogares cordobeses. Se trata de una red que ahora se trata y se debe mantener mucho más para dar respuesta al ciclo integral del agua que se realiza: las aguas residuales se tratan en estaciones depuradoras como La Golondrina y sirven para, por un lado, “volver a darle un uso a esa agua y, por otro, devolverlas al medio ambiente en las mejores condiciones posibles”.

Mantenimiento de la red y lluvias

García Ibarrola pone el acento en el mantenimiento de dicha red, con “un plan constante durante todo el año y con refuerzo en determinadas épocas” como son en las que se pueden concentrar las lluvias. Un ejemplo que pone el presidente de Emacsa es la reciente borrasca Claudia y los 74 litros por metro cuadrado que dejó en la jornada del pasado sábado. Esa cantidad de agua “hace que la red supere el periodo de retorno de diseño, es decir, llueve tanto que en el mismo momento la red no puede evacuar todo, pero sí es verdad que el hecho de mantener las redes limpias hizo que, de forma automática cuando el aluvión de agua para, se chupe por los imbornales y la red”.

Emacsa cuenta, además con sensores y un sistema de monitoreo que permite el control sobre la situación de la red en cada momento. De hecho, la empresa tiene previsto un proyecto por 5 millones de euros para mejorar ese monitoreo, apunta García Ibarrola. Se trata de que se pueda “tener un control constante de nuestras redes todos los días del año”, con mejoras de tecnología que permitan “acceder a la red de manera más eficiente, hacer un diagnóstico y proceder a la solución” de cualquier problema que pueda surgir.

Pero desde la empresa municipal se insiste en que, para llevar a cabo esa tarea técnica de mantenimiento de la red es importante, en primer lugar, “la colaboración del ciudadano, hacer un buen uso de las instalaciones”. “Es importante saber que cuidar y mirar por el ciclo integral del agua es mirar por nuestra salud, por el cuidado del medio ambiente y el desarrollo económico”.