Condenada a 20 meses de prisión la mujer que robó objetos de Sabina, Santana o Manolo García
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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a un año y ocho meses de prisión y a una multa de 1.440 euros a una mujer por apropiarse de una colección privada de objetos de multitud de artistas como Joaquín Sabina, Manolo García o Loquillo. Los obsequios se encontraban expuestos en un bar de la capital cordobesa de la que el propietario era socio.
Según la sentencia, facilitada a este periódico y adelantada por Diario Córdoba, F.M.R., dedicado a la dirección artística, poseía una colección privada de objetos relacionados con su actividad, obtenidos generalmente con motivo de las actuaciones de artistas profesionales tales como cuadros, guitarras, discos de platino o de oro, prendas, carteles, fotografías, etc., todo ello relacionado con el mundo del espectáculo, muchos de ellos dedicados a él personalmente por los artistas que cedieron tales objetos.
El denunciante, junto a la acusada y otras personas, decidieron en 2006 crear una sociedad para la puesta en marcha de un bar. Al capital inicial, los socios acordaron de común acuerdo contribuir con 40.000 euros, repartidos a partes iguales, para el inicio de la sociedad. Se acordó, además, que F. M. R. fuera el único socio exento de abonar dicha cantidad económica y que su contribución consistiera en la cesión “a la sociedad el uso y disfrute de los objetos de su colección y sus contactos”, un acto realizado “en todo momento a título de préstamo que implicaba la recuperación de tales objetos una vez que cesara el funcionamiento de dicho negocio”.
La delicada situación económica del bar llegó al alquiler del local en 2010 pero, más tarde, el nuevo arrendatario dejó de pagar la cuota, por lo que se procedió al cierre. En ese momento, F. M. R. comunicó su intención de retirar del local todos los objetos prestados pero la acusada ya los había trasladado a su domicilio en La Coruña, donde permanecieron hasta la fecha de juicio.
En marzo de 2014, el juzgado requirió a la mujer que devolvieran todos los objetos, petición que declinó y que motivó una denuncia en septiembre de ese mismo año por parte de F. M. R. Según ha estimado el tribunal, la entrega de los objetos para que sirvieran de decoración del local, se hizo en todo caso con la condición de que una vez concluyera la explotación del negocio, fueran devueltos a su propietario.
Los objetos que formaban parte de la colección privada consistían en 16 discos de oro o de platino que tenía cedidos de diferentes grupos artísticos, una guitarra acústica de la artista Julieta Venegas, una guitarra acústica del artista Andrés Calamaro, una guitarra eléctrica del artista Carlos Santana, una guitarra eléctrica del artista Bryan May, una guitarra acústica de los componentes del grupo El Canto del Loco, una guitarra española del grupo Estopa, una guitarra eléctrica del artista Rosendo, una guitarra eléctrica del artista Nacho García Vega, una guitarra eléctrica del artista Hombres Gancho, una guitarra acústica del grupo Los Ronaldo, una guitarra acústica del grupo Pureza, una pintura al carboncillo de Antonio Flores firmada por el pintor Rodrigo Solar, una camiseta de Nacho García Vega, una chaqueta de Joaquín Sabina, una pintura de este artista, una pintura original del artista Manolo García, una chaqueta del artista Loquillo, un monolito de disco de diamantes del grupo Hombres G, una guitarra eléctrica del artista Enrique Urquijo, y diferentes fotos originales o carteles de distintos artistas, estando la mayoría de dichos objetos dedicados personalmente al denunciante.
Además de la pena de prisión y la multa, el tribunal ha establecido que la condenada debe devolver todos los objetos al denunciante y, en caso de no hacerlo, tiene que indemnizarle con 151.350 euros, la cuantía en la que fue tasada la colección.
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