Ambrosio anuncia una nueva “estructura administrativa” para gestionar el patrimonio de la ciudad
La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), ha anunciado este miércoles que en el Consistorio se trabaja ya, tras la declaración de Medina Azahara como Patrimonio Mundial, que se suma a las otras tres declaraciones con las que ya cuenta la ciudad, por la Mezquita, el casco histórico y los Patios, en crear una nueva “estructura administrativa que asuma todas las competencias municipales sobre patrimonio”, para aprovechar al “máximo” el patrimonio de la ciudad.
Así lo ha señalado Ambrosio, durante su intervención como ponente en un desayuno-coloquio de Nueva Economía Forum en Sevilla, donde ha sido presentada por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, destacando que el reconocimiento a la antigua Ciudad Califal del siglo X “sitúa a Córdoba en el estrecho círculo de ciudades con cuatro declaraciones de la Unesco, como París o Roma”, lo que otorga a la ciudad “una característica singularísima y una enorme potencialidad”.
De hecho, según ha insistido, “la historia nos ha legado un patrimonio monumental impresionante” y “cualquier ciudad que contara con este activo se plantearía sacar el máximo provecho de éste, sin complejos, con orgullo y sin ensimismamientos”, y para ello hay que “ser innovadores, creativos y ambiciosos”.
Por eso en el Ayuntamiento están “alumbrando” la citada nueva “estructura administrativa que asuma todas las competencias municipales sobre patrimonio”, lo que permitirá “garantizar su mejor preservación y divulgación, pero también su puesta en valor, porque ese patrimonio no puede vivir en una burbuja, aislado de la realidad que le rodea”, la de que Córdoba está en “una situación muy delicada, en lo que a riqueza y empleo se refiere”, algo que se quiere cambiar con ese máximo aprovechamiento del patrimonio.
Para ello, según ha indicado, hay que “garantizar recursos suficientes”, razón por la que el Pleno municipal ya aprobó “destinar el uno por ciento del montante del presupuesto de inversiones a la conservación y puesta en valor del patrimonio”, lo que ha calificado como “un paso valiente”, que ha dicho esperar que también dé la Junta de Andalucía.
El objetivo es “generar las condiciones para que, alrededor de esos cuatro sellos de la Unesco como Patrimonio Mundial, podamos levantar toda una industria cultural y un tejido empresarial, que nos haga pasar de meros receptores pasivos de quienes nos visitan, atraídos por toda esa riqueza patrimonial, a auténticos actores de una oferta añadida en ese terreno”.
En definitiva, según ha destacado la alcaldesa, hay que “superar esa idea del patrimonio como un elemento meramente subvencionado, y abordarlo como un activo económico de primer orden que puede y debe ser una fuente de riqueza y empleo”.
Planes de empleo
De hecho, el empleo es un objetivo clave para Ambrosio, pues, a pesar de la “evolución positiva en el ámbito económico, laboral y empresarial” que está registrando Córdoba, “no podemos darnos por satisfechos porque nos sigue quedando una ardua labor en la lucha contra el paro y contra la temporalidad y precariedad de los contratos laborales, ya que la tasa de contratos a tiempo parcial en la ciudad de Córdoba es del 43,37 por ciento”.
“Pero para ello --ha proseguido--, necesitamos de la colaboración y de la implicación de las administraciones que son competencialmente responsables, y a todas ellas tengo que decirles que Córdoba necesita también un plan específico que fomente la contratación estable y con derechos de personas desempleadas de larga duración en general y en particular de las mayores de 45 años”.
Por otro lado, ante la difícil situación de barrios desfavorecidos en Córdoba (Distrito Sur, Palmeras y Moreras), Ambrosio ha avanzado que, desde el Ayuntamiento se están “diseñando, de manera participada, planes para los barrios que necesitan una intervención global con la que cambiar las malas cifras de los indicadores y el lastre de una imagen negativa, por esperanza, por recursos y oportunidades para sus vecinas y vecinos”.
Esto se hace necesario porque, según ha lamentado, “hay chicos y chicas que buscan un trabajo y que no se atreven a poner cuál es su domicilio en la solicitud por temor a que les perjudique el que vivan en un barrio desfavorecido”.
Para poder actuar en éste y otros ambitos, Ambrosio ha afirmado que los ayuntamientos merecen “recuperar el papel” que les “arrebató” la Reforma Local “perpetrada” por el anterior Gobierno del PP, sobre todo cuando “el gran motivo para aquella reforma local no estaba tanto en lo económico como en lo político, es decir, en una concepción subsidiaria de los ayuntamientos como una especie de administraciones menores de edad”.
Ambrosio ha opinado que “a esta desconsideración de las corporaciones locales se une una cierta idea de que lo mejor que pueden es hacer los ayuntamientos es no hacer nada de relevancia, o lo mínimo, y limitarse a ser entidades prestadoras de servicios básicos como la limpieza, el alumbrado o el agua”.
De hecho, según ha recordado la alcaldesa, el anterior Gobierno de la Nación ha venido “restringiendo la capacidad de gasto y las competencias de los ayuntamientos” y el Estado “ha estado financiando su déficit a costa del superávit de las corporaciones locales”, y lo ha hecho “en unos momentos de crisis económica en el que los ayuntamientos se han convertido en la única puerta a la que podían llamar muchos ciudadanos que se han visto en situaciones sobrevenidas de pobreza o de exclusión social”.
En el caso de Andalucía, sin embargo, las corporaciones locales han contado “con la ayuda inestimable de la Junta de Andalucía”, pues, además, “la apuesta del Gobierno andaluz por la autonomía local ha sido clara y diáfana”, lo que no evita la necesidad de derogar la Reforma Local, aunque entiende Ambrosio que hay que “ir más allá”, para que los ayuntamientos “recuperen el papel que nunca debieron perder en nuestro entramado institucional”.
Para ello, “hay que acabar con las restricciones, sin justificación, en el gasto y en la contratación de personal que tienen asfixiados a las corporaciones locales, y les dificulta enormemente un ejercicio adecuado de las funciones que, no lo olvidemos, reclaman un día sí y otro también nuestros conciudadanos”.
Junto a ello, “hay que clarificar definitivamente las competencias y establecer una financiación municipal suficiente que nos permita una planificación adecuada, porque los ayuntamientos somos la administración más próxima a los ciudadanos y, como tal, debemos tener la capacidad de dar respuesta a las demandas que nos hacen”.
Ello está justificado, según ha subrayado, porque los ayuntamientos han “demostrado una madurez y un rigor en los que podrían mirarse otras administraciones” y, por eso, Ambrosio va a “luchar porque los ayuntamientos ocupen el lugar que les corresponde”.
Ello deben hacerlo, además, desde una apuesta por “los servicios públicos de calidad, prestados desde el ámbito público, y para eso necesitamos disponer de los recursos necesarios, además de colaborar con la iniciativa privada en aquellos ámbitos donde esta colaboración haga más eficaz la actuación de la Administración pública”.
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