Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
Fuga de empresas
Que Canvax se marche de Córdoba es una mala noticia. Que una empresa de biotecnología que era una auténtica referencia europea abandone la ciudad o, incluso, que previamente haya comenzado a tener problemas económicos graves es una malísima noticia para Córdoba. Y eso es algo incuestionable.
Esta semana, hemos leído en este periódico que Canvax se marcha a Valladolid. Se llevará allí sus laboratorios, sus patentes, su negocio y sus posibilidades. Rabanales 21 se queda sin la que ha sido, sin lugar a dudas, la empresa que más prestigio le ha dado: una biotecnológica que en lo peor de la pandemia consiguió reactivos para las PCR o que en 20 años ha puesto a la ciudad en el mapa sanitario.
Por eso me sorprenden las reacciones. Del Ayuntamiento de Córdoba sin asumir el efecto dominó o quizás pensar que no era para tanto de comprar el edificio donde Canvax tenía unos laboratorios certificados por la Agencia Española del Medicamento. Cuesta años lograr un certificado así. El Imdeec se quedó sin tiempo para justificar una subvención de dos millones de euros que se perdía. Era susto o muerte. Perder el dinero o perder a Canvax. A estas alturas, yo no sé qué es susto o qué es muerte.
Ahora, el Imdeec tiene un edificio en Rabanales 21 que ha de convertir en una incubadora de empresas de biotecnología sanitaria. Es algo así como si de repente en La Rinconada el Ejército no construye la base logística pero seguimos adelante con todas las industrias auxiliares. Espero estar muy equivocado, sinceramente.
Pero en este extraño mes de agosto sorprende mucho más el silencio empresarial. En los pasillos de Capitulares, en los grupos de WhatsApp donde se compartía la noticia, hay una frase que se ha convertido en una especie de mantra: “Anda que si esto le pasa a Pedro García” y puntos suspensivos.
Los silencios casi siempre son cómplices y además equivocados. La crítica, cuando es constructiva, siempre es positiva. Y si hay algo que necesita el poder para no desvanecerse es una crítica sana, y hasta un poquito de autocrítica.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
2