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Terminator I y II

Redacción Cordópolis

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Llamado a acabar con el líder de la futura rebelión de la izquierda humana contra la maquinaría pepera, Terminator Navas ejerce su labor devastadora centrada en acabar con la madre del próximo líder rebelde, para lo cual no ha dudado en destrozar todo lo que oliera a gestión del cogobierno y del poderío del Masa Carreto.

Sorprendente dos de la lista de Nieto, se le vendió como un hombre experto en ¿empresa? por lo que se le encomendó el área de personal. Bravucón, prometió asesorarse con personal externo pero, tal fue su incapacidad para entender que la administración pública es diferente a una sociedad privada, que pronto tuvo que ser relevado ante la posibilidad de que la rebelión de los trabajadores municipales provocase la de toda la ciudad.

Curiosamente, en vez de destruirlo, se le mantuvo y pasó a encomendarse del IMDEEC. Ah!, de eso sí debía saber al proceder del sector empresarial sin empresa y su análisis fue rápido: el IMDEEC debía desaparecer. Elaboró toda una estrategia de desmantelamiento del órgano, a lo que ayudó la torpeza de Tintín Tejada al proponer una comisión de investigación, posiblemente, buscando atacar a su exsocio socialista. Lo cierto es que lo que iba a ser una limpieza de actuaciones irregulares o ilegales ha fracasado totalmente en los tribunales y en la Cámara de Cuentas. No obstante, ha tenido como daño colateral la pérdida de empleo de cuatro trabajadores a pesar de que sus despidos fueron improcedentes y se les tenía que haber dejado elegir reincorporarse.

Paralelamente, se empeñó en liquidar Cecosam, convirtiéndola durante dos años en un zombi. Su instinto privatizador le llevó a anunciar el interés de varias empresas por hacerse con la sociedad que, por otro lado, era defenestrada por su déficit. Llegó a plantear la ruptura de la empresa en dos partes en la máxima prueba de su delirio antipúblico.

Su trayectoria por el turismo le ha provocado un enfrentamiento directo con el sector empresarial. De forma sorprendente, los representantes de Ceco se opusieron a que se privatizaran los centros de información turística, lo que provocó la ira de Navas. Hizo del Centro de Recepción de Visitantes un producto para el negocio y la Junta de Andalucía acabó arrebatándole su precioso tesoro como al Golum. No obstante, se ha empeñado en poner en solfa el Consorcio de Turismo, al que él mismo degradó hasta que consiguió cambiar al gerente, con la excusa de la nueva ley de sostenibilidad local.

No debo soslayar la desastrosa gestión en cuanto a Caballerizas Reales. Tuvo que retirar el pliego para la concesión del espacio, después de mostrarse totalmente ambiguo en su apoyo a Córdoba Ecuestre, puesto que, paralelamente, preparó otra opción alternativa para que se presentara, olvidando los compromisos electorales peperos.

No obstante, Navas quiere ahora mostrar a un “Terminator” bueno que salve a “John Connor”, como sucede en la segunda entrega de la serie. Y es que la cercanía electoral le obliga a mejorar sus amistades dentro y fuera del partido de la derecha. Ahora, el IMDEEC ya no solo no corre peligro ni es un organismo inútil sino que es una pieza fundamental en el desarrollo de la economía local. En consecuencia, debe ser también corresponsable en el incremento del paro en la ciudad como hace cuatro años vociferaba la Charini Alarcón. Que el plan preparado para supuestamente depurar responsabilidades en el IMDEEC haya fracasado rotundamente, con el único resultado de haber expulsado a cuatro trabajadores sin causa alguna, no parece que le afecte.

Cecosam es ahora una empresa que da “superávit” y que es un modelo de gestión, cuando lo único que ha hecho es obligar a que sus trabajadores se bajaran varias veces el sueldo y empeoraran sus condiciones laborales. Al parecer, la culpa de todo la tiene la Junta de Andalucía al retirar el servicio  de Reina Sofía y los cordobeses y cordobesas al no morirse suficientemente y elegir los servicios municipales. Para el Consorcio, aboga porque los representantes empresariales aporten recursos para evitar su cierre, proclamando a los cuatro vientos la necesidad de su existencia. Incluso ha intentado cambiar al secretario de la institución provocando un conflicto entre funcionarios municipales.

Pero donde se ha volcado como “Terminator”, salvador de la ciudad, es en la creación del ente Agrópolis, que nos ha costado un gerente externo más en contra de lo prometido por Hamlet Nieto, y que, ante la falta de objetivos claros, se ha dedicado al monocultivo de lo Halal. Por ahora todo son informes, viajes, congresos, pero inversiones o instalación de empresas, nada de nada. Mucha imagen y mucho boato para su autobombo. ¿O quizá es que se está preparando un puesto de trabajo para el futuro? Ya sabemos que Terminator tuvo otras secuelas, pero no es necesario que Navas continúe la saga. ¡Qué vuelva Schwarzenegger!

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