Una inyección de optimismo
He escuchado y leído en varias ocasiones que esta crisis que vivimos no es sólo económica, sino también de valores. Y, desde mi punto de vista, ¡qué razón tienen! Por eso me encanta el nuevo anuncio en estos días podemos ver en televisión de la marca de lácteos Central Lechera Asturiana. Quizá sea la sensibilidad especial que tengo desde que soy madre (asunto que creo que comparto con el resto de las mamás del mundo, ¿no?) pero el caso es que la primera vez que lo vi un par de lagrimillas cayeron desde mis ojos. Por si no lo habéis visto aún, aquí tenéis el enlace.
http://www.youtube.com/watch?v=qhumzYsGbk8
¿Qué os parece? A mí me impresionó, realmente. Por muchas razones pero, sobre todo, porque, metida en la vorágine del día a día, apenas me he percatado de que las palabras crisis, recesión, prima de riesgo o ahorro forman ya, y formarán, parte de la vida de mis hijos. Y además, me parece genial el mensaje que envía, que no es otro que todos estos problemas desaparecerán y que todo volverá a la normalidad, sin que millones de familias en España tengan que estar preocupadas porque no llegan a fin de mes, porque el dinero se agota, porque papá y/o mamá no tienen trabajo, porque se va a terminar la ayuda, porque... mil razones de las que unos simples niños no deberían estar al tanto pero que, con la que nos está cayendo a todos, son la orden del día.
Sin ir más lejos, mi hijo, el año pasado, cuando apenas hablaba, reconocía a la perfección la palabra ‘crisis’. Si le preguntabas “¿Qué hay que hacer en tiempos de crisis?”, él respondía: “Ahorrar”. La gracia estaba en que lo decía perfecto y lo repetía como un loro: “Ahorrar, ahorrar, ahorrar”. El chiste vino de una vez que me dijo que no veía bien cuando aún era de día y yo le dije: “Cariño, no se puede encender tanto las luces porque hay que ahorrar, que estamos en crisis”. Y él asimiló el concepto. Algo que en otro tiempo nunca hubiera sucedido.
Ver a estos niños del anuncio felices, haciendo lo que más les gusta, jugando, pintando, riendo... no me hace más que aguardar con mayor esperanza ese momento que todos deseamos con tanto anhelo: el fin de esta maldita situación. En el futuro, sólo quiero explicar a mis hijos lo que fue la crisis de los primeros años del siglo XXI cuando den este tema en la asignatura de turno en el colegio. Y que lo miremos con perspectiva y digamos: “Qué mal estuvo la cosa, pero gracias a Dios, salimos. Hemos aprendido la lección”.
Dice el spot: “Los tiempos cambian, pero las cosas importantes siempre estarán ahí”. Ellos se refieren a su leche, pero yo me apropio de esta frase y con ella me refiero a mis hijos y a todos los que son niños en estos tiempos: lo mejor que tenemos en la vida. Siempre estarán ahí y por ellos tenemos que hacer mil esfuerzos. Todo lo que podamos y más para que tengan las mismas oportunidades que sus padres. Y no hablo de privilegios (que ojalá), sino de ocasiones para dar lo mejor de ellos mismos, como personas primero y como futuros profesionales después.
Bueno, hoy quería compartir con vosotros esta reflexión y deciros que suscribo cien por cien las palabras de Central Lechera Asturiana. Para mí son una inyección de optimismo, una sensación que tanto necesitamos en estos días. Por nuestros hijos, debemos estar seguros de que España saldrá de esta.
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