11 de septiembre: la vía democrática al socialismo

Hoy es 11 de septiembre. Hoy recordamos el golpe de estado de 1973 encabezado por Pinochet contra el Presidente de la República de Chile, Salvador Allende, contra el gobierno de Unidad Popular (Partido Socialista, Partido Comunista de Chile, Partido Radical, Partido social Demócrata, Movimiento de Acción Popular Unitaria, ...) y contra la vía democrática al socialismo.

Pretender recordar una fecha tan simbólica que alumbró un proyecto político, la vía chilena al socialismo, que ha determinado e influido de forma global en el conjunto de las izquierdas, en su pensamiento, análisis, organicidad, estrategias, tácticas, relaciones, etc. Debe contribuir a ser un proceso político que nos ayude a reflexionar sobre nuestro actual contexto, nuestros retos y  nuestras  complejidades. 

Es aquí en este punto, donde desde la izquierda organizada y tras los últimos procesos de unidad (Sumar), respondiendo a la coyuntura global y con sus condicionantes internos y externos de poder, económicos, sociales, políticos, culturales e históricos, debemos construir un proyecto que aspire a ser hegemónico, de transformación social-económica y con una vertebración, contenido y objetivo definitivamente popular. Un proyecto político pragmático pero con un horizonte de máximos, flexible pero con una planificación establecida, amplio pero organizado democráticamente, abierto pero vertebrado territorialmente por militantes, bajo la unidad y acción del pueblo organizado, con liderazgos pero sin mesías (ni en dioses, reyes, ni tribunos) y con un proyecto ideológico de superación del capitalismo, sin pero para un sistema económico y social de explotación humana y ambiental. Construyamos la Vía Democrática al Socialismo. 

La vía democrática al socialismo en Chile contó con un Programa básico de Gobierno de la Unidad Popular (Recomiendo la lectura de este histórico y referencial documento), hecho que lógicamente debe ser parte consustancial para el horizonte socialista que debiéramos construir. Pero hay una pregunta que debemos plantearnos, ¿qué hacer a día de hoy desde Sumar?. La correlación de fuerzas electoral es la que es tras las últimas elecciones generales, donde se tumbó la peligrosa posibilidad de un gobierno de fuerzas derechistas y reaccionarias conformado por PP y Vox. Estos resultados electorales dan la posibilidad de construir un gobierno de coalición con el PSOE y con el apoyo de fuerzas nacionalistas e independentistas, limitado para las aspiraciones reales de cambio pero que debe impulsar y ser motor de transformación social, económica y política. Toda una auténtica oportunidad para Sumar (Movimiento Sumar, IU, Comunes, Podemos, CHA, MP...) de realizar políticas transformadoras, para generar capacidad de concienciación y movilización social, para crear voluntad de fortalecer, ampliar y vertebrar a las organizaciones  de clase, obreras y de izquierdas y, pese a las dificultades, que debe ser ambicioso para originar el cambio de Estado y de estructuras económicas y sociales, el inicio para situar las bases hacia la construcción de la vía democrática al socialismo.

La capacidad política y programática debe desarrollar e implementar su acción en tres planos: 

- Unas relaciones internacionales basadas en la Paz y en el respeto a la soberanía de los Estados. Las estructuras e instituciones como la OTAN y la UE están siendo superadas por  la realidad  de un mundo multipolar que ya se rebela ante una hegemonía económica y comercial de EEUU y el atlantismo que se desvanece y que responde con un peligroso expansionismo militar y bélico. La demografía, los recursos energéticos y las estructuras económicas ya no responden al imperialismo y al colonialismo. España y Europa no pueden continuar teniendo una posición internacional de subyugación a los intereses estadounidenses, de las transnacionales y de los fondos de inversión, contrarios a nuestra soberanía y lastrando a nuestros propios intereses económicos y sociales. Nuestro país debe recuperar su papel con sus intereses propios, al igual que Europa, donde la cooperación económica y comercial, el respeto a la soberanía de los Estados y los pueblos y la construcción de paz y derechos humanos sean la hoja de ruta.

- La construcción de unas nuevas bases democráticas donde el sistema político se dirija hacia la República federal. Consistente, no solo en la eliminación de una monarquía borbónica corrupta, oligárquica y reaccionaria en la forma de la Jefatura del Estado, sino en la fundamentación de un Estado donde los intereses colectivos y propios de la ciudadanía sean la piedra angular de la conformación institucional, que vaya desde la superación del patriarcado, la ampliación de derechos sociales y un sistema electoral representativo. El Estado federal debe responder a la realidad social y cultural de España, con un marco de igualdad y solidaridad entre los territorios que la conforman. Un estado democrático en el que los poderes económicos, oligarcas y grandes corporaciones de comunicación no articulen ni dirijan el país en base a sus espurios intereses.

Un Estado que se fundamente en principios democráticos, feministas, pro derechos humanos y antifascistas, de ruptura frente a nuestra herencia franquista y nacionalcatólica.

- Democracia y socialismo bajo unas nuevas bases económicas. La clase trabajadora como protagonista de la planificación democrática de la economía y la sostenibilidad de nuestro medio natural. Unas nuevas estructuras económicas donde recuperemos los sectores estratégicos, con la participación y dirección de los trabajadores y trabajadoras, con empresas y corporaciones públicas, con un proceso de industrialización del país que genere una economía productiva y con políticas dirigidas hacia la redistribución de la riqueza y la progresividad fiscal para la conformación de una sociedad de igualdad y justicia social.

El objetivo de dirigirnos hacia un horizonte, en el cual debemos iniciar todo un proceso político, debe estar determinado por decisiones y acciones que sean nítidas, vanguardistas y valientes hacia la vía democrática del socialismo.

“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!”. Último discurso de Salvador Allende en Radio Magallanes el 11 de septiembre de 1973.

Sebastián Pérez Gallardo.

Politólogo.

Coordinador Provincial de IU Córdoba.