El papa dice adiós
"Ya no creo en aquello"
(Gregorio XVIII. Ex papa del Palmar de Troya)
El papa se ha fugado con su novia. Así enunciado, pudiera parecer un gag recién salido de una peli de Almodóvar. Pero una peli de las de antes, cuando el cineasta manchego no tributaba en Panamá y sor Rata de Callejón consumía tripis alucinógenos en el convento de las Redentoras Humilladas.
No es un gag. Es la vida misma. Después de 32 años viendo la luz en la orden de los Carmelitas de la Santa Faz, hace apenas un mes Gregorio XVIII colgó los hábitos, se
acomodó en su BMW X7 de alta gama y hoy vive en Monachil con Nieves Triviño, reina de las fiestas de su pueblo. Pedro Almodóvar no hubiera tejido un guión tan estrafalario como este. Pero Almodóvar ya no es Almodóvar y la realidad empieza a superar a la ficción un día sí y otro también.
Gregorio XVIII no se ha esfumado a la buena Miguel. Ha dejado las cuentas saneadas, los papeles en regla y la sucesión firmada bajo notario. Desde ese punto de vista, Sergio María Ginés Hernández ha tenido un comportamiento responsable con sus feligreses, que a estas horas deben estar al borde de un ataque de darwinismo sobrevenido. En el mejor de los casos.
Gregorio XVIII sucedió en 2011 a Pedro II que, a su vez, había heredado la mitra del papa Clemente, fundador en 1968 de una de las 4.200 religiones que asolan el planeta. Fue en esa fecha cuando la Virgen se les apareció a cuatro niñas en un erial de la finca de la Alcaparrosa, término municipal de Utrera. Clemente Domínguez Gómez y Manuel Alonso Corral levantaron en ese enclave divino los cimientos de la iglesia verdadera, la del Palmar de Troya, que aún prohíbe a sus seguidores navegar en internet, ver la televisión, hablar con mujeres en pantalones y relacionarse con apóstatas.
“Ya no creo en aquello”, acaba de declarar en su única entrevista concedida tras su apostasía. Dicen sus exégetas que Sergio María Ginés Hernández era un papa implacable en la aplicación de las verdades doctrinales. Hoy Gregorio XVIII pasa las mañanas al sol de Monachil tomando vermú con su novia Nieves Triviño, mujer separada, madre de dos hijas y amiga de los escotes en su página de Facebook. Así sea.
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