De patios en San Lorenzo: Frailes, 6
A medio camino entre dos de los templos más significativos se encuentra el conocido como Patio Vesubio -por el volcán-. Su nombre viene de, precisamente, un incendio que afectara al inmueble allá en 2005. La casa que lo guarda y a la que da vida está en el número 6 de la calle Frailes, integrado en la ruta de San Lorenzo del Festival de Patios que cada año celebra Córdoba. Se halla entre el templo fernandino que da nombre al barrio y a la parroquia de Santa María de Gracia y San Eulogio, o Trinitarios popularmente. Hoy día, la edificación es hogar de Virginia Molina y su familia, que abren las puertas de su vivienda no sólo en el Mayo Festivo -guía-.
Lo hacen para convertir el patio en lugar de encuentro en el plano socio-cultural. Su propietaria, Virginia Molina destaca el azul de las paredes y el poema que orna la escalera, escrito por su hija a los 14 años. Tiene el recinto, que participa en la modalidad de Arquitectura Antigua, una arcada romana y un pozo árabe de brocal entre otros elementos a reseñar. No en vano, la casa tiene su origen más de 400 años atrás. Además, resalta la dueña que entre sus plantas, con la presencia de las típicas como gitanillas, existe una pluma de Santa Teresa. “Es como un cactus que cuelga y que echa unas flores espectaculares”, explica Virginia, cuyo espacio florido arrancó en el Festival en 2009.
PREGUNTA. ¿Qué significa el patio para usted?
RESPUESTA. Para mí, el patio significa todo. El patio me ha dado la vida a mí. Nos la ha dado a todos (familia). Es compartir con la gente. Hacemos muchas actividades en el patio, culturales sobre todo porque creemos que la cultura tiene que llegar a la gente y también a mis hijos. Si no lo tuviera, creo que me daría una depresión. Es lo más importante de mi casa. Pensar en irme a otro espacio que no tuviera patio, me costaría mucho.
P. ¿Por qué decide participar en el Festival?
R. Toda mi vida he querido tener un patio para compartirlo con la gente, porque en mi casa es lo que he respirado. Antes abríamos la casa a la gente, a los vecinos. Para mí, es un intercambio de todo: de experiencias, de culturas, de amigos. Ha sido siempre el sueño de mi vida. Mi patio es un sueño hecho realidad.
P. ¿Qué opinión le merece el Festival de Patios hoy por hoy?
R. Creo que se necesita mucho más debate, más contar con los patios. Debería de haber una manera de que aportemos ideas, de que respeten la singularidad de los patios. No tendría que haber premios, creo que el dinero se tendría que repartir entre todos; que hubiera premios pero fueran más simbólicos. Todo el mundo trabaja mucho y no lo veo justo, porque hay patios que por ser singulares ganan siempre. Hay gente que se mata trabajando y tiene muy difícil ganar. Estaría bien que se valore la forma de vida en los patios, que se valore la originalidad, que se tengan este tipo de cosas.
P. ¿Qué considera necesario mejorar?
R. El Festival necesita mejorar en el sentido de que se escuche a los propietarios, que se respete a cada uno. En mi casa, no sé por qué no puedo hacer las cosas que yo quiero. Los patios deberían volver a ser lo que fueron, lugar de encuentro. Estuve muchos años sin poder participar, porque no me dejaban, y abría el patio a la gente, a encuentros culturales. Era súper bonito. Eso tiene que volverse a producir. No sé por qué se decide que las actuaciones musicales (programa complementario al Festival), que me parecen muy bien, estén en unos sitios y no en otros, que los patios podamos participar y sea por sorteo.
P. ¿Qué futuro cree que aguarda al Festival de Patios?
R. Con el Festival de Patios no soy catastrofista, creo que puede seguir. A la gente le encanta ir. Deberían dejar participar a todos los patios que se presentan. ¿Por qué no se ayuda a todos los patios? Además son distintas formas de patio: el mío es cultural, otros tienen más plantas. Son ideas.
P. ¿Cuál es su recomendación para disfrutar de los patios?
R. Creo que lo que haría sería informarme por la gente de Córdoba, informarme por el tipo de patios. Y tener mucha paciencia para esperar las colas. Una de las cosas para disfrutar de los patios es hablar con la gente que está en ellos. Antes, disfrutar era entrar y hablar con el propietario, que te contara cosas del patio. Lo suyo sería poder hacer eso, pensar que es un reciento donde están muy bien las expresiones artísticas. Diría que se alejen de los patios a los que premian en la segunda semana y que a lo mejor vayan a los patios premiados otros años la primera, que no dejen de ver otros patios.
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