Tomás Sánchez, acento cordobés en el billar español
El jugador, residente en Ibiza, reafirma su talento con la conquista de tres medallas en el Campeonato Nacional celebrado en Madrid
Dieciocho años después de coger por primera vez un taco de billar, el cordobés Tomás Sánchez Venzalá, perteneciente al Club Billar Eivissa-Ilusions Pool, ya puede presumir de subirse a un podio nacional. Y no una vez, sino tres en un mismo Campeonato de España, el celebrado el pasado fin de semana en la sala madrileña Gran Match. El jugador residente en Ibiza se colgó dos medallas de bronce individuales, en las modalidades de bola-8 y bola-9 en mesa pequeña (ocho pies), y una de plata por selecciones autonómicas con el combinado balear.
El billarista, de 35 años, se convirtió en el único participante capaz de conseguir una medalla en cada competición. La primera en caer fue la de bronce en bola-8. Tuvo que emplearse a fondo, pues en primera ronda del doble KO europeo, sistema de juego que permite como máximo una derrota hasta lograr la clasificación para las eliminatorias de cuartos de final, quedó emparejado con el campeón del año anterior, el bilbaíno Pablo Esteban. Lejos de amilanarse, el deportista formado en el Salón Trébol fue capaz de remontar un 1-4 para doblegar a su rival por 5-4. Tal fue el palo psicológico que propinó a su rival que éste, en la zona de perdedores, quedó apeado en la siguiente ronda por otro 5-4.
Sánchez se vio las caras con el a la postre campeón, Iñaki Martínez, contra el que estuvo a punto de completar otra gesta. Igualó un 0-3 contra el vasco, que acabó llevándose el gato al agua por 5-3. El cordobés no arrojó la toalla y echó el resto por la zona de perdedores para conseguir la clasificación al KO directo. Su motivación fue tal que dejó en la cuenta a José Martín por 5-1 para meterse en unos cuartos de final que se apuntó contra el leonés José Sánchez por un contundente 6-0. De las últimas 12 partidas, el del Ilusions Pool se había anotado 11. Impresionante. Con la medalla asegurada, el cordobés puso fin a su aventura en esta modalidad nacional contra el leonés Víctor Salgado, que se impuso por 3-6 tras remontar un 3-2. De esta forma, Tomás Sánchez vio recompensado su esfuerzo a tantos años de lucha.
La guerra aún no había terminado. La primera batalla fue exitosa, pero quedaban dos más por delante. En bola-9, el camino comenzó con un duro obstáculo: su verdugo en las 'semis' de bola-8. Sánchez no pudo tampoco con Salgado en esta ocasión (3-6), pero peleó como un coloso por la zona de perdedores para lograr el pase a los cuartos de final con su segundo rosco, un 6-0 sobre el salmantino Javier Melgosa. El sorteo volvió a cruzarle con José Sánchez, al que no debió hacerle mucha gracia después del rapapolvo recibido la noche anterior. El cordobés saldó con éxito el compromiso por 7-5 al grito de '¡vamos!' tras entronerar la bola negra y dejar perfectamente colocado el tiro para la decisiva nueve. Obviamente, no falló. Al igual que el día anterior, las semifinales fueron su cruz. Tres regalos seguidos ante el santanderino Gabriel Grandal hicieron que el marcador se situara 0-3 en lugar de 3-0. Trató de tirar de nuevo de heroica (2-4), pero el bronce era la medalla que le esperaba (2-7).
Sí cambió de color el metal de la competición por autonomías. En la liguilla a tres, los baleares, con José Luis González Jepy, Manu Montejo y Miguel Hernández como compañeros, superaron a Castilla y León, pero cayeron contra el País Vasco, a la postre campeón. De plata fue entonces la presea obtenida por un Tomás Sánchez que cerró con su triplete particular una actuación memorable.
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