Saizar sigue el camino marcado por Benegas y Molina

El vasco mejora e iguala respectivamente los registros de los míticos cancerberos blanquiverdes, lo que le lleva a ser el Zamora de Primera y Segunda en este momento

Hace dos temporadas acabó como el segundo portero más goleado de Segunda A. En la campaña 2011-12, cuando defendió la portería del Guadalajara, encajó nada más y nada menos que 75 goles, 17 más que todos los que recibió el último clasificado, el Gimnástic de Tarragona. Fue el segundo curso en que disputó todos los partidos del campeonato liguero, pues antes sólo lo había hecho con el Pontevedra en el Grupo I de Segunda B (2008-09). Con estos números, quizá no muchos esperasen que Mikel Saizar pudiera convertirse en un muro casi infranqueable. Sin embargo, el guardameta deja los guarismos del pasado en simple anécdota, una anécdota que nada tiene que ver con su realidad actual. Hasta el momento sólo en tres ocasiones ha debido recoger el balón del fondo de la meta del Córdoba, algo que le vale no sólo ser el Zamora de la categoría de plata, sino también de todo el fútbol profesional.

Porque los números de Saizar son mejores que los de Víctor Valdés y Courtois, los cancerberos menos batidos de Primera. Ambos han encajado cinco tantos. Las cifras le llevan, por tanto, a ser uno de los grandes protagonistas del Córdoba y de Segunda A cuando han transcurrido siete jornadas de Liga. Pero el buen momento del vasco no se queda ahí, pues además toma el mismo camino de dos guardametas míticos del conjunto blanquiverde, cuyos datos iguala o supera. Se hace un pequeño hueco en la Historia gracias a un cerrojo semejante al que utilizó Molina en la temporada 1974-75, la última en que el cuadro califal optó al ascenso a Primera hasta la reciente 2011-12. Entonces, el portero onubense encaró la séptima jornada liguera, en la categoría de plata, con sólo tres goles encajados, exactamente los mismos que ha recibido Mikel Saizar

Finalmente, Molina vio perforada su portería en 34 ocasiones en una campaña en que jugó todos los partidos de Liga, de forma que dejó al conjunto blanquiverde como el cuarto menos goleado de Segunda, sólo por detrás de Sevilla, Oviedo y Sant Andreu e igualado con Racing de Santander. En caso de dejar la meta a cero en Las Palmas, Saizar lograría mejorar los números del onubense, que en la octava fecha de aquel campeonato 74-75 recibió su cuarto tanto. Quien vio sus registros superados tras el triunfo sobre el Girona, con la portería impoluta, fue Benegas, precisamente el primer cancerbero de la escuela vasca que recaló en El Arcángel. El donostiarra terminó las seis jornadas iniciales de la campaña 1961-62 con sólo dos goles encajados, algo que permitió al equipo entrenado por Roque Olsen ganar cinco de esos seis partidos. Pero en la séptima fecha del campeonato la escuadra califal cedió en San Fernando por 2-1.

Aquellos dos tantos marcan la diferencia en la actualidad, pues Saizar logró superar unos registros ya de por sí difíciles de mejorar. También lo hará, salvo hecatombe en Las Palmas, tras la octava jornada, pues al paso de la misma el donostiarra ya había recibido seis tantos. Por cierto, Benegas también jugó todos los encuentros de la Liga y permitió que el Córdoba fuera el equipo menos goleado de Primera y Segunda, categoría en la que compitió el equipo de Olsen esa campaña. El campeón del título español aquella temporada fue el Real Madrid, que recibió 24 goles por los 22 que encajó el conjunto blanquiverde, tan bien defendido por el cancerbero de San Sebastián. Ahí es nada.

Más recientemente, Leiva gozó de otro gran inicio de campaña en la 2000-01, en la que no fue batido hasta la novena jornada, en un partido guardado a buen recaudo en la memoria del cordobesismo. Fue en aquel duelo con el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón al que se llegó con el cartel de líder de Segunda. Leiva dejó la portería a cero en seis de las ocho primeras fechas del curso, pues en las otras dos actuó bajo palos José Carlos “Gato” Fernández, que sí tuvo que sacar el balón del fondo de la meta blanquiverde dos veces. Después, otro boliviano, Carlos Erwin Arias, casi repitió los registros de Leiva, pues dejó a cero la portería en los cuatro partidos que disputó en las ocho citas iniciales del campeonato. Su marcha con la selección y el buen trabajo de Alberto García hicieron que perdiera finalmente el puesto en una meta en que existen garantías de seguridad con un Saizar que sigue los pasos de Molina y Benegas.