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Aquella mágica noche vallecana

Florin pugna con Abdoulaye en el último Rayo - Córdoba | MADERO CUBERO

Rafael Ávalos

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De repente, tanto en el club como en la afición creció la esperanza. Especialmente entre los seguidores, que entonces disfrutaban del mejor momento del equipo en una elite que fue desconocida en la ciudad durante cuatro décadas. El sueño no nació tras ese partido, pero sí cobró mayor intensidad. Fue en aquella mágica noche vallecana cuando el Córdoba pensó que era posible alcanzar la permanencia en Primera. Incluso hubo quien miró ilusionado a la clasificación con la idea de que el cuadro califal bien podía luchar por ocupar una posición intermedia. Apenas unos partidos después todo se desvaneció para que la temporada se convirtiera finalmente en un auténtico drama, insufrible para la inmensa mayoría. Ese día, 12 de enero de 2015, los blanquiverdes lograron su última victoria en la máxima categoría del fútbol español. Se impuso por 0-1 al Rayo Vallecano y acabó además con una extensa trayectoria negativa en tierras madrileñas.

El comienzo de año en la campaña del difícil retorno a Primera, la 2014-15, fue más que alentador para el Córdoba. Tras obtener su primer triunfo en la elite en ese curso y después de más de cuarenta años en San Mamés (0-1), el conjunto blanquiverde cerró 2014 con un empate a cero ante el Levante y una dura derrota en el Camp Nou (5-0). El choque que abría el paréntesis deparó una de las grandes expresiones de los últimos tiempos en El Arcángel: Djukic dijo eso de “cuchillo en boca”. Lo cierto es que el serbio dio un giro a la situación del equipo y dio boleto a la primera vuelta con tres resultados positivos. Venció al Granada por 2-0 y acudió a Vallecas con la sensación de que podía dar la campanada. Es correcto: necesitó una dosis de suerte y un gran sacrificio para sumar los tres puntos. Lo importante es que lo consiguió y logró ante el Rayo, en la última visita que le realizó hasta ahora, una victoria (0-1) que le permitió tomar oxígeno en la tabla.

No fue sencillo el duelo para los blanquiverdes, que por entonces confiaban su ataque a Florin Andone. El rumano vivía su período inicial con el primer equipo después de una ciertamente discreta participación con el filial. El serbio, que un día llegó a afirmar que el delantero tampoco era Van Basten (sic), quiso reforzar su línea ofensiva con un jugador cargado de entrega y muy molesto para las zagas rivales. Precisamente de sus botas nació el gol que terminó por dar el triunfo al Córdoba en aquella mágica noche vallecana. En el tramo final de la primera parte, un centro suyo se convirtió en tanto después de que Abdoulaye, que no tuvo desde luego su mejor día, despejara con desacierto. O lo que es lo mismo, el zaguero mandó el esférico al interior de la meta local. A los califales les tocó después aguantar contra viento y marea para cerrar la valiosísima victoria ante un Rayo que dirigía Paco Jémez, que acabó cariacontecido tras ceder ante su ex equipo.

Los tres puntos sumados en Vallecas hicieron posible que el Córdoba saliera al fin de las posiciones de descenso. No sólo eso, sino que con 17 puntos se colocó a apenas tres del décimo y del undécimo, el Espanyol y el propio Rayo respectivamente. Muchos pensaron que esas plazas eran alcanzables. Después, todo el mundo conoce la historia: los blanquiverdes igualaron con el Éibar y perdieron por 2-1 ante el Real Madrid en un partido en el que se adelantaron y merecieron mucho más. Fue entonces cuando comenzó poco a poco la debacle del cuadro califal, que en esa última visita al que será su rival el próximo domingo (20:00) consiguió el triunfo en un feudo en el que no vencía desde hacía más de cuatro décadas.

Porque la última victoria en Primera llegó cuando se cortaba una trayectoria de casi 41 años de sinsabores en Vallecas. El Córdoba no sumaba de tres en tierras madrileñas desde 1974. Sucedió el 17 de marzo de dicho año, cuando se impuso por 2-3 en el campo de Vallehermoso con goles de Carlos, Manolín Cuesta y Cruz Carrascosa. Ése fue el tercer triunfo y hasta 2015 el último en el feudo del Rayo. Los dos anteriores llegaron precisamente en sus dos primeras visitas: en la 1959-60 (1-4) y en la 1960-61 (0-1). Los tres precedentes mencionados tuvieron lugar en Segunda, categoría en la que siempre midieron los dos equipos hasta el desastroso retorno a la elite del cuadro califal. Aquella mágica noche vallecana significó además poner punto final a un historial reciente doloroso para los blanquiverdes. En la temporada 2003-04 cedieron por 2-0 -con Paco Jémez como zaguero local- y quedaron al borde del descenso, que salvaron en Leganés. Un la 2009-10 cayeron con estrépito (5-0) y un curso después por 3-2. También en Vallecas sufrió el Córdoba una de sus derrotas más duras: en la 1976-77 perdió por 6-0.

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