Javi Lara toma la batuta

Deja su sello en cada encuentro desde el primero que disputara. En ocasiones quizá brilla menos, una circunstancia que afecta al rendimiento del equipo. Un hecho éste que muestra a las claras el peso específico que tiene en el Córdoba actual Javi Lara. El montoreño es hoy por hoy el principal motor del conjunto blanquiverde, pues en sus botas nace la mayor parte del juego del equipo de Luis Miguel Carrión y también una gran cantidad de opciones ofensivas. Sobre todo cuando completa una actuación en la que apenas existen peros, como la que ofreciera el pasado sábado ante el Reus. El choque con el cuadro catalán fue, sin lugar a dudas, el mejor del centrocampista tras su llegada en el mercado invernal, algo que se dejó notar para bien en la escuadra blanquiverde. Por si fuera poco, además de su aportación en otros aspectos, suyo fue el servicio que permitió a Rodri dar los tres puntos a los cordobesistas.

Es pieza fija para Carrión casi desde el justo instante en el que llegó. Sólo se perdió un encuentro y fue por motivos burocráticos. El primer partido que disputó lo hizo desde el banquillo, pero a partir de ahí siempre fue titular y sólo en una ocasión no jugó todos los minutos. Unos números que hablan por sí solos y que son resultado del salto de calidad que ofrece el futbolista. Por Javi Lara posee lo que mucho echó en falta el cuadro califal antes de su llegada: virtuosismo con el balón y visión del juego. Es lo que le llevó a tomar enseguida protagonismo dentro de un equipo que hasta entonces tenía serias dificultades para elaborar. Cierto es que su aparición no fue la panacea, pero no lo es menos que supuso un paso adelante en la salida de balón y el aumento de recursos en ataque. También, por supuesto, con la opción del balón parado, que es suyo siempre desde que llegara.

Precisamente el golpeo con el esférico detenido es la faceta en la que más destaca el montoreño y con la que estuvo a punto de anotar algún gol. Si no consiguió el tanto sí que logró, como contrapartida, facilitar que otros lo lograran. Como ante el Reus, cuyo servicio magistral necesitaba únicamente un buen remate para batir a Edgar Badía. Lo encontró en la cabeza de Rodri, que con esa diana dio tres puntos de oro a los de Luis Miguel Carrión. Pero la aportación de Javi Lara va mucho más allá, sobre todo si tiene mayor libertad para hacer lo que mejor sabe: tener la batuta del equipo. El ejemplo se dio ante los catalanes, en un duelo en el que dio movilidad al Córdoba, supo dar aire a sus compañeros y manejar los tiempos. Y también facilitó una más clara presencia en ataque, por mucho que costara marcar.